Pese al sufrimiento que padeció para lograr el pasaje a Asia, aunque pocos confían en el juego de un equipo sin rumbo, la selección de Luiz Felipe Scolari deberá imponer el peso de la historia en la primera fase.

Porque Turquía disputó su única fase final hace 47 años, a la que llegó gracias a un sorteo, después de empatar el tercer partido eliminatorio con España, Costa Rica tan sólo tiene el grato recuerdo de Italia'90 y China jamás superó las eliminatorias previas.

Brasil debutará el 3 de junio frente a la selección turca, un conjunto aguerrido, que llegó a la fase final tras golear en la repesca a Austria, pero que baja muchos enteros lejos de su campo, cuando no cuenta con la presión que meten al rival sus aficionados.

China es una incógnita, porque de ella tan sólo se conoce que es el nuevo "milagro" de Milutinovic, el técnico récord, que acude a su quinta fase final consecutiva con su quinta selección distinta.

Milutinovic se siente satisfecho con haber clasificado a un equipo que, en principio, parece que únicamente tratará de dejar una buena imagen, pero que tendrá el respaldo de numerosos aficionados.

Costa Rica tiene otra gran oportunidad de buscar un hueco en los octavos de final. Campeona del hexagonal de la CONCACAF, la selección "tica" ya demostró en la pasada Copa América de Colombia 2001 que puede plantar cara sin rubor a las potencias sudamericanas.

Brasil aún recuerda que fue un equipo de la CONCACAF, Honduras, el que le eliminó de la Copa América y Costa Rica ha demostrado que es una selección más fuerte que el conjunto que dirige Ramón "Primitivo" Maradiaga.

Será la gran oportunidad para que Paulo Wanchope, el espigado delantero del Manchester City, demuestre que es una "estrella" de ámbito mundial.