Desde que Diego Maradona, en 1986, hizo famosa la 'mano de Dios' y firmó el que ha sido considerado el mejor gol de la historia de los mundiales, precisamente ante los ingleses, los partidos entre la selección albiceleste y los 'pross' adquirieron una intensidad especial.

Otro capítulo para la leyenda de estos duelos se escribió en Saint Etienne el 30 de junio de 1998, en el Mundial de Francia, cuando David Beckham fue expulsado en el minuto 47 de un encuentro de octavos de final que ganaron los suramericanos en la tanda de penales.

Beckham, la gran estrella del fútbol inglés, había manifestado su deseo de volver a enfrentarse a Argentina para resarcirse de ese incidente que tanto daño le hizo y por el que llegó a ser odiado por muchos de sus compatriotas.

Argentina e Inglaterra se enfrentarán de nuevo el 23 de junio en Sapporo y el centrocampista del Manchester United tendrá la oportunidad de curarse esa herida.

La selección de Marcelo Bielsa no ha tenido demasiada fortuna en el sorteo. Parte como clara favorita en el grupo F, pero Inglaterra, Nigeria y Suecia son selecciones que pueden poner contra las cuerdas a cualquier adversario.

Argentina ha llegado al primer Mundial del siglo XXI después de una trayectoria espectacular. Impuso su hegemonía con absoluta autoridad en la fase de clasificación sudamericana, en la que sólo perdió un partido de los 18 que disputó, y se ganó el derecho a ser considerada una de las más firmes candidatas al éxito en la próxima Copa del Mundo.

Inglaterra, sin embargo, tuvo que sufrir mucho para sellar el pasaporte hacia Corea del Sur y Japón. Tuvo como rival a Alemania en la fase de clasificación, pero fue capaz de hacerse con el primer puesto de su grupo y obligó a los germanos a disputar una repesca.

La selección que dirige el sueco Sven Goran Eriksson acude a al próximo Mundial con la intención de paliar sus últimos fracasos en la competición más prestigiosa. No superó los octavos en Francia'98 y ni siquiera se clasificó para Estados Unidos'94.

Nigeria, por contra, afronta su tercera fase final consecutiva, y lo hace con el objetivo de llegar a la ronda de los ocho mejores por primera vez en su historia.

Shuaibu Amodu, su técnico, dispone de una plantilla con jugadores de gran calidad, muchos de ellos curtidos en el fútbol europeo, y unas condiciones físicas sobresalientes. El capitán Sunday Oliseh, del Borussia Dortmund, y el delantero del Arsenal Nwangkwo Kanu son sus estrellas.