Para mi, luego de ver lo que sucedió en las series divisionales, es bien difícil mirar con un ojo crítico a dos equipos que batallaron "como gato boca arriba" para llegar hasta donde han llegado.

Tanto los Yankees de Nueva York como los Marineros de Seattle se merecen el campeonato. Probaron que pueden combatir en los momentos más críticos. En otras palabras, ambos equipos juegan con corazón.

Quizás el destino indicaba que estos dos equipos se disputarían el banderín de la Liga Americana...porque tenía que ser así.

Los Yankees entran a la serie con las últimas tres coronas en su bolsillo y con una tradición que incluye 26 campeonatos de Serie Mundial. Han logrado todo lo que han tenido que lograr con el uniforme más pretigioso en el deporte profesional.

Al comienzo del año, es más hace una semana, pocos pensaban que los "viejitos" Yankees iban a defender su título. Tras estar abajo 0-2 al perder dos contra Oakland en el Yankee Stadium, los Yankees fueron a Oakland con Mike Mussina y Orlando "El Duque" Hernández cargando el peso y empataron la serie. Y abajo 2-0 después de dos entradas el lunes, regresaron para ganar el partido - aunque con la ayuda de la pobre defensiva de los A's, que lucieron su juventud.

La mayoría de los expertos ya habían coronado a Oakland como los "herederos".

Los Yankees que viajaron a Seattle para el partido en Safeco tienen muchos "issues" con los cuales lidiar. Por ahora, Joe Torre utilizará a Paul O´Neal en el jardín derecho y a David Justice como designado, y Shane Spencer como el primer bate del banco...la historia, tan conocida, se repite.

Los Marineros, por su parte, ganaron su división en julio con un reparto interesante. La Ichiro-manía se sintió del Pacífico al Atlántico. Bret Boone, aunque está perdido en la postemporada, tuvo un año extraordinario, Edgar Martínez y John Olerud mantuvieron su consistencia y el escuadrón de lanzadores, desde Freddy García hasta Kazuhiro Sasaki impresionarion con su efectividad colectiva de 3.54 en 162 partidos.

MARK McCLEMORE pegó el hit que llevó a Seattle a la Serie de Campeonato

En los campamentos primaverales todos se preguntaban como el equipo se recuperaría de la pérdida de Alex Rodríguez, un año antes habían perdido a Ken Griffey Jr. y el año anterior a Randy Johnson.

El dirigente Lou Piniella lo dijo en abril, en varias ocasiones, que su equipo estaba preparado para las condiciones que enfrentaría. Nadie lo tomó en serio y miraban la meganómina en Texas como la fórmula ganadora. El problema es que en Texas se les olvidó contratar lanzadores.

Con 116 victorias, puro dominio y con historias entretenidas - como David Bell en el Juego de Estrellas - los Marineros tomaron el escenario de manera explosiva, lo único que estaba por probarse era como reaccionarían a la adversidad.

Y tras recuperarse de la desastrosa derrota por 17-2 contra Cleveland, esas dudas quedaron eliminadas y los Marineros nuevamente tomaron su lugar como "el equipo del futuro".

Y eso es en realidad lo que está en juego en la Serie de Campeonato de la Liga Americana...el futuro.

En el mundo del béisbol post-11 de septiembre y pre-paro laboral, este quizás sea el último manjar que el fanático va disfrutar. Un equipo con tradición vs. un equipo con promesa.

El pasado lo conocemos bastante bien. Esta serie es una revancha de hace un año - sans A-Rod. Y promete ser todo lo que fue en el 2000.

Así que yo no me voy a aventurar en esta. Si me preguntan dijo que ganan los Yankees en siete, sólo porque en junio de 1984 yo estaba en Yankee Stadium para el último partido que Piniella jugó con los Yankees y no creo poder imaginármelo celebrando en otro uniforme.

Eso si, me voy a disfrutar esta serie y espero que ustedes también.