Dodgers busca el tricampeonato y no escatimará esfuerzos, ¿cuáles son sus argumentos para firmar o no a Munetaka Murakami?
El mundo del beisbol resulta siempre una caja de sorpresas y, cuando aparentemente todo está presupuestado, un argumento se sale del guion. Es justo lo que Los Ángeles Dodgers podrían confirmar si es que en esta temporada muerta se hacen de los servicios de Munetaka Murakami, el agente libre japonés más codiciado en el mercado, con lo que reafirmarían que mantienen su filosofía de pagar por el mejor talento internacional si logran el objetivo de levantarse como un equipo de época, que, si bien ya es bicampeón, quiere emular a los New York Yankees de 1998 a 2000, que se alzaron con el tricampeonato.
La pregunta es, ¿Los Angeles Dodgers están dispuestos a cerrar otro contrato millonario y a desplazar a su tercera base titular, un jugador franquicia, como lo es Max Muncy?
¿Quién es Munetaka Murakami?
Vayamos por partes. Hoy, el jugador que todas las franquicias de MLB tienen en el radar y que todo mundo quiere obtener. Se trata de un tercera base poderoso de 25 años, con capacidad para también cubrir la inicial. Presume ocho campañas en la Liga Nipona de Beisbol Profesional en las que ha disparado 246 jonrones y ha producido 722 carreras. Su mejor temporada ha sido la de 2022, en la que conectó 56 jonrones, récord para una temporada, con lo que dejó atrás a Sadaharu Oh y además se ciñó la Triple Corona de Bateo.
Si bien las lesiones no lo respetaron en 2025, particularmente una en el oblicuo que lo limitó a 56 juegos, disparó 22 vuelacercas y promedió .273 con el bat. Quizás la única preocupación genuina de los scouts estriba en su alta tasa de ponches (2.6 veces por cada 10 turnos).
Murakami también representó a Japón durante el Clásico Mundial de 2023 y está muy presente en la memoria de la fanaticada mexicana, no con muy gratos recuerdos luego de que en la novena entrada, parte baja, del juego semifinal, conectó un doble que no alcanzó de aire Alek Thomas, para que Shohei Ohtani y Ukyo Shuto timbraran las carreras del empate y de la victoria, respectivamente, para dejar tendido al equipo dirigido por Benjamín Gil y conseguir su boleto a la Final de la competencia que, a la postre, ganaron ante Estados Unidos.
El arribo de Murakami a Los Dodgers implicaría que Max Muncy fuera a la banca, luego de que el equipo californiano ejerció el jueves pasado su opción sobre el tercera base para 2026. Nadie querría tener a Murakami en la caseta, ni siquiera para darle un lugar de privilegio a Muncy, pues el nipón aventaja al jugador franquicia en poder y edad y, es un hecho, lo aventajaría en salario, pues se calcula que quien pretenda sus servicios tendrá que invertir al menos 100 millones de dólares por cinco años, es más, hay quienes proyectan que un salario justo sería de 180 millones de dólares por ocho temporadas.
¿Por qué los Dodgers sí lo querrían y lo deberían firmar?
Porque los californianos quieren el tricampeonato, cuentan con el dinero, obtendrían un bat de gran poder que siempre es mejor tener en casa y no como rival; además, tendrían desde ahora al reemplazo perfecto de Muncy.
¿Qué más? Bueno, sabemos que el bicampeón de Grandes Ligas tienen una afinidad con el mercado japonés (Ohtani, Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki) y el rol definitivo que la legión japonesa desempeñó en la pasada Serie Mundial es otro argumento que enriquece el libreto de la franquicia californiana.
¿Por qué no veríamos a Murakami con la franela de Dodgers?
Quizá la primera razón es que cuentan con un lineup altamente competitivo y, como ya lo comentamos, le han dado el espaldarazo a Muncy al ejercer su opción por un año más, se trata de un jugador franquicia que, a sus 35 años, aún ofrece garantías en la esquina caliente, y, si bien tienen el dinero, no pueden quitar de la mesa que poseen, junto con los New York Mets, la nómina más alta de la MLB y una deuda grande pagadera a futuro tras la firma de Ohtani a quien darán 2 millones de dólares anuales por los siguientes nueve años y 680 millones de dólares a pagar entre 2034 y 2043.
Además, los Dodgers deberán sortear el proceso que establece el sistema de publicación para adquirir jugadores de la Liga Nipona y en el que seguramente competirán otros tantos clubes de MLB con el objetivo de hacerse de los servicios del japonés.
Con base en este sistema, el equipo del japonés, en este caso los Tokyo Yakult Swallows deben publicar que le dan el derecho a Murakami para negociar con clubes de MLB, una vez hecho esto, corre una ventana de 45 días para que se lleven a cabo las negociaciones. El anuncio por parte del club se realizó el pasado viernes y actualmente corre el plazo de acercamientos y propuestas.
En caso de que el jugador alcance un arreglo, el club ganador tendrá que pagar el buyout, el cual se calcula en apego al valor total garantizado del contrato de MLB: 20 por ciento de los primeros 25 millones de dólares; 17.5 por ciento de los siguientes 25 millones de dólares; y 15 por ciento de cualquier cantidad superior a 50 millones de dólares.
Si Murakami no llega a un acuerdo con algún equipo de la MLB al final de la ventana de 45 días, deberá volver a los Swallows para la próxima temporada y no puede ser publicado nuevamente hasta la siguiente temporada baja. Algo que seguramente no sucederá, así que la pregunga es, ¿Los Ángeles Dodgers lo harán de nuevo y cimbrarán el mercado de agentes libres?
Vamos a ver.
