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Una jugada para discusión eterna

Una cosa es segura: de la última jugada del tercer partido de la Serie Mundial entre Medias Rojas de Boston y Cardenales de San Luis se va a hablar por mucho tiempo. La escena pasará a ser parte de jugadas como la interferencia de Ed Ambrister en la serie de 1975, la interferencia de Reggie Jackson en 1981 y la de...bueno, realmente puede hasta ser una categoría aparte porque esta sí que decidió el partido.

Lo más interesante, como siempre sucede en el béisbol, son los antecedentes a la jugada y todo lo que uno pudo haber analizado y pensado para que no sucediera y ahora solo sirve para generar más discusión.

Aquí, cinco datos y un bono sobre lo que pasó, lo que no pasó y lo que pudo haber pasado en la jugada, para que nos sirva de referencia en alguna discusión sobre alguna jugada similar en el segundo partido de la Serie Mundial de 2035.

1. Parte alta de la novena entrada: John Farrell y prefiere regalar un out con el relevista Brandon Workman, quien tomó el primer turno de su carrera, incluyendo temporada regular y playoffs. No es como que no tenía muchas alternativas. En el dugout estaba Mike Napoli, uno de los mejores bateadores de Boston y en el bullpen tenía a Koji Uehara, el mejor taponero de los diez equipos que entraron a la postemporada, segundos wild cards incluidos.

2. Workman poncha a Matt Adams y permite un hit a Yadier Molina, con el emergente de lujo Allen Craig en el círculo de espera. Como quiera, Farrell termina con Uehara en la novena para enfrentar a Craig, el mejor bateador del béisbol con hombres en posición de anotar y uno de los mejores con hombres en base. Ahora, es cuestión de vida o muerte, porque Napoli no pudo decidir.

3. El doble de Allen Craig puso a Yadier Molina en tercera con la carrera de la victoria, sin outs. Si algo falla, Craig está en segunda, por lo que Boston está obligado a buscar el out en cualquier base. Al bate viene Jon Jay, pero oh!, la primera base está vacía y Boston no mandó a embasarlo.

4. Jay batea una rola por el cuadro que Dustin Pedroia en una jugada maravillosa, como las que contaba a diario mi padre en vida cada noche que jugaba Boston. Con la inicial vacía, Molina, cuya velocidad no es lo que lo va a llevar al Salón de la Fama, pudo haber hecho un amague para obligar a Pedroia a tirar al plato para permitir a Jay llegar a primera y pudo haberse quedado quietecito para esperar que Pedroia hiciera un incómodo lance a primer. Pero no... Molina salió con el batazo, el tiro de Pedroia fue perfecto y a Jarod Saltalamacchia le dio tiempo de recibir la pelota, mirar lo que estaba haciendo Craig, esperar a Molina y darle el out.

5. Con dos outs, Pete Kozma en el círculo de espera y Koji Uehara, el Mariano Rivera japonés en la loma, quizás no era tan necesario que Saltalamacchia hiciera un tiro desesperado a tercera para tratar de fusilar a Craig. Bueno, por suerte lo hizo, y ya sabes el resultado: un tiro errado, una obstrucción del tercera base Will Middlebrooks, el tropezón de Craig, su torpe y dolorosa carrera hacia el plato y uno de los finales más extraños de la historia del beisbol, temporada regular, playoffs y Serie Mundial incluida.

Dato adicional para añadir a la locura: El árbitro de tercera era Jim Joyce, el mismo que cantó quieto un claro out en primera que le costó un juego perfecto a Armando Galarraga hace unos años.

Claro está, este juego nos reafirma algo que ya sabía sobre el béisbol de octubre: que en una última jugada se puede hacer todo mal y aún así, tenemos un final memorable.