MÉXICO -- Por primera vez en la historia de la NFL, un equipo consigue arrancar la temporada con marca de 2-0 después de tener que remontar, en semanas consecutivas, déficits de dobles dígitos en la segunda mitad. Aquí hay algunas conclusiones acerca de la victoria de los Philadelphia Eagles sobre los Indianapolis Colts, por 30-27, en el "Monday Night Football" de ESPN.
Pasadores imprecisos. Uno de los puntos más interesantes a seguir en la noche fue el desempeño de los mariscales de campo de ambos equipos. Andrew Luck de los Colts es considerado ampliamente como el mejor de toda una generación, mientras que Nick Foles de los Eagles disfrutó una de las temporadas más espectaculares el año pasado. Extrañamente, ninguno de los dos tuvo una gran noche. A Luck lo incomodaron toda la noche con cargas por el centro, y una intercepción --dudosa gracias a una "no llamada" de los oficiales-- hacia el final del cuarto periodo anunció la debacle de Indy. Foles tiró por detrás de sus receptores toda la noche, careciendo de la precisión que lo puso sobre el mapa en el 2013.
¿Culpamos a las cebras? En la recta final del encuentro, la cuadrilla de árbitros cometió dos errores que sin lugar a dudas incidieron en el resultado final. Con poco más de 5 minutos por jugar en el partido y los Colts arriba 27 a 20, Luck tiró una intercepción al profundo Malcolm Jenkins en una jugada en la que el esquinero Brandon Boykin claramente jala al potencial receptor del envío, T.Y. Hilton, impidiendo que llegara a conectar con la trayectoria del balón. Indy se encontraba en la yarda 22 de Philly, en distancia conseguir al menos un gol de campo de Adam Vinatieri que estirara la ventaja a dos anotaciones, nuevamente. En la serie subsecuente de los Eagles, en segunda y 6 por avanzar, el profundo de los Colts LaRon Landry derribó al corredor LeSean McCoy sobre la línea de golpeo, sólo para ser penalizado por un supuestamente haber cometido una tacleada "horse-collar" que jamás existió. En esa serie Philly empataría el partido. Indy fracasó en su siguiente avance, y los Eagles condujeron 42 yardas en su avance final para convertir el gol de campo del triunfo, por lo que no se puede decir que los árbitros sentenciaron el encuentro, pero ciertamente influyeron.
La diferencia estuvo en el backfield. Trent Richardson habría tenido su mejor partido desde que llegó a Indianapolis, acarreando el ovoide 21 veces para 79 yardas, pero sufrió dos balones sueltos, incluyendo uno perdido que fue costoso en la segunda mitad. Ahmad Bradshaw se lució con 70 yardas en 13 acarreos y cinco recepciones para 26 yardas, incluyendo dos touchdowns, pero fue insuficiente. Al lado victorioso, la dupla Darren Sproles-LeSean McCoy fue fenomenal. McCoy corrió 20 veces para 79 yardas con un touchdown y agregó cuatro recepciones para 23 yardas, mientras Sproles contribuyó con cuatro acarreos para 26 yardas y un touchdown, y siete recepciones para 152 yardas, una nueva marca personal por aire. En un juego donde se dice que los pasadores se vuelven cada vez más importantes, fueron los corredores los que inclinaron la balanza.
Balones de juego para... Sproles, McCoy y para el tackle defensivo Fletcher Cox. Los corredores fueron imposibles de parar en campo abierto y Cox se cansó de hacer jugadas en el backfield de Indy, incluyendo provocar el balón suelto perdido de Richardson.
Lo que sigue. Con dos remontadas de por medio, los Eagles se han colocado en la cima de la NFC Este con marca de 2-0, por arriba de los 1-1 de los Dallas Cowboys y Washington Redskins, y el 0-2 de los New York Giants. Philly querrá hacer algo respecto al sus problemas de zona roja y sus inicios aletargados, pero por el momento camina el club. Su próxima cita es en contra de los 'Skins en casa, para abrir su calendario divisional. En Indy, la situación es la opuesta. Los Colts se han puesto 0-2 y están empatados en el fondo de la AFC Sur con los Jacksonville Jaguars, a quienes visitan en la próxima jornada, y por debajo de los Tennessee Titans en 1-1 y los Houston Texans en 2-0.