Esperen un momento. Callados todos. Creo que lo escucho. Sí. Creo que es el sonido de computadoras riéndose.
Los Reales de Kansas City juegan para 15-17, han perdido 11 de sus últimos 14 juegos y están dando tumbos como los Reales del 2005 en vez de los Reales del 2015. Lorenzo Cain bateó tres jonrones el martes y el equipo cayó 10-7 ante los Yankees gracias a su mal pitcheo abridor, mala defensive y un raro mal esfuerzo de Kelvin Herrera saliendo del bullpen. Luego de superar las proyecciones de computadoras en las pasadas tres temporadas, los ordenadores afinaron su puntería y volvieron a predecir que los Reales serían mediocres. Y quizás finalmente tengan razón.
¿Qué les ha salido mal? El manager Ned Yost dijo el otro día que no podía identificar una sola cosa responsable de la mala racha y dijo luego de la derrota del martes, "Simplemente no estamos recibiendo muchas oportunidades, pero uno tiene que generar sus propias oportunidades". Bueno, yo lo puedo identificar. No se trata de recibir oportunidades o generar oportunidades, sino de dos debilidades obvias: pitcheo y bateo.
1. La rotación no ha sido buena. Luego de otra pobre salida de Kris Medlen -- ha durado apenas 13 entradas en sus últimas cuatro aperturas - la rotación ahora se ubica en el puesto 24 en las mayores con efectividad de 4.73. Dos grandes problemas: Se ubica última en boletos y en el puesto 25 en jonrones permitidos por cada nueve entradas. No se necesita un grado avanzado en sabermetría para saber que esa es una mala combinación. Esto a pesar de un gran arranque de Ian Kennedy, la muy criticada firma en la temporada baja, y que tiene efectividad de 2.13 en seis salidas.
Los dos comodines más grandes en la rotación eran Medlen y Chris Young, los dos veteranos con extensos historiales de lesiones. Ambos estuvieron en el roster de la Serie Mundial el año pasado y Young jugó un rol clave, al ganar el Juego 1 con tres entradas sin permitir hits y luego abrir el Juego 4, una eventual victoria 5-3 para los Reales. Pero Medlen tiene efectividad de 7.77 y Young ha permitido un asombroso total de 13 jonrones en 32 1/3 entradas, incluyendo cinco a los Yankees el lunes. Dillon Gee abrirá por él el sábado mientras Young es sometido a un examen de resonancia magnética en el antebrazo. Ahora mismo, no se cree que sea nada serio y dice que no le causa dolor al lanzar, pero luego siente molestias. "Tengo que manejarlo de día a día", le dijo Young a MLB.com. "Tuve que monitorear mi actividad en el cuarto de pesas, y tuve que cambiar como me quito los zapatos, cepillarme los dientes, quitarme la camisa".
Los Reales también esperan que Mike Minor, quien lanzó por última vez para los Bravos en el 2014, esté listo para unirse a la rotación si se le necesitara en este mes o en junio.
Y entonces está Yordano Ventura, el abridor del miércoles y quizás la mayor decepción de la rotación hasta ahora. Tiene efectividad de 4.65 con un problema fácilmente identificable: Lidera la liga con 25 boletos, en apenas 31 entradas. La velocidad de su recta ha bajado de 96.3 mph en 2015 a 94.4 mph y aparenta ser la razón principal para los boletos. Su tasa de strikes ha bajado apenas un 2.4 por ciento desde el 2015, pero su tasa de strikes en rectas ha bajado un 4 por ciento. Básicamente, cuando tiene que lanzar un strike, no ha podido hacerlo, lo que le ha llevado a todos esos boletos y a demostrar una vez más la fina línea entre el éxito y el fracaso a nivel de Grandes Ligas. ¿Es un problema mecánico? ¿Ha tenido miedo de retar a los bateadores sin esa vida extra en su recta? Los fanáticos de los Reales pueden encontrar algo de consuelo en el hecho de que Ventura comenzó también lento la temporada pasada pero terminó fuerte con efectividad de 2.38 en sus 11 últimas salidas.
2. La ofensiva ha lucido mal. Los Reales han promediado apenas 3.5 carreras por juego, ubicándose en el puesto 12 en la LA y casi una carrera menos por juego que su promedio de 4.47 en el 2015. Por supuesto, los Reales han sido un equipo que depende de su promedio para anotar carreras, sin depender del poder o de los boletos. Una vez más están últimos en tasa de boletos y cerca del sótano en jonrones, pero además batean para .254 en comparación con el .269 de la pasada temporada. Algunos podrían apuntar hacia el BABIP (Promedio de pelotas en juego), pero los Reales tienen un BABIP de .296 en el 2016 en comparación con el .300 de 2015, así que eso solo explica una pequeña parte del problema con la ofensiva. Ellos no están poniendo tantas pelotas en juego este año, como indica su tasa de ponches, que ha aumentado de 16.5 por ciento (la más baja en la LA) a 19.4 por ciento (sextos). Alex Gordon y Cain han sido los grandes culpables aquí, con Gordon ponchándose 40 veces en 32 juegos y la tasa de ponches de Cain ha aumentado un 10 por ciento.
Recuerden, la postemporada oscureció el hecho de que los Reales no es un gran equipo ofensivo. Ellos promediaron 5.6 carreras por juego en la postemporada y parecían lograr ese hit grande con corredores en posición de anotar cada vez que lo necesitaban, especialmente en la parte final de los partidos. Los Reales parecían tener esa habilidad de batear en momentos clave. Pero no es así; este año batean para .237 con corredores en posición de anotar.
No les ayuda el hecho de que Yost siga poniendo a Alcides Escobar y su porcentaje de embasamiento de .292 sin poder en las muñecas como primer bate. La lógica de Yost en la temporada baja fue "Nosotros ganamos cuando él es el primer bate". Yost movió a Escobar fuera del puesto de primer bate en septiembre pasado y el equipo se cayó. Lo colocó de vuelta allí y el equipo volvió a recuperarse. Por tanto, Escobar abre la ofensiva, o se cae todo. Pues bien, los Reales andan últimos en carreras anotadas por el primer bate con apenas 10 en 32 juegos. Eso es inaceptable.
La esperanza aquí es: Todavía es temprano. Medlen y Young (o sus reemplazos) no pueden ser tan malos toda la temporada. La ofensiva debería comenzar a batear más con corredores en los senderos. Kendrys Morales probablemente no termine con OPS de .551. Pero apunta a la línea fina absoluta en el estilo de juego de los Reales. El año pasado todo les salió de forma perfecta, especialmente en octubre. En 2016, han tenido un comienzo imperfecto.