La esperanza de Jimmy Rollins era de jugar esta temporada y la siguiente, porque a sus 37 años, dice sentirse grandioso y en buena condición física.
Pero la decisión de los Medias Blancas de Chicago de sacarlo de su roster el viernes refleja la creencia de muchos evaluadores: Rollins ya no puede ayudar de forma consistente a un equipo de Grandes Ligas. Batea .221 - algo que no es sorpresivo luego de batear .224 en 144 juegos para los Dodgers la temporada pasada - pero el juego defensivo de Rollins, que lo mantuvo en la alineación de L.A. durante gran parte de la temporada 2015, va en retroceso, de acuerdo a las métricas defensivas. En la temporada pasada, tuvo un menos-7 en DRS (Carreras Salvadas por la Defensiva), con un UZR/150 (Rating Máximo de Zona por cada 150 partidos) de menos-6.8 en 1,134 1/3 entradas, y en 299 entradas esta temporada, su DRS es de menos-3 y su UZR/150 es de menos-5.5, de acuerdo con FanGraphs. Esos números defensivos lo colocan entre los peores de los torpederos de Grandes Ligas.
Para cualquier equipo que ande en búsqueda de ayuda para el medio de su cuadro interior, el liderato de los Rockies ha indicado a otros equipos que están listos para salir de José Reyes, así que hay opciones para los equipos que necesiten un torpedero, y otros equipos esperan que los Rojos intenten salir del candidato al Todos Estrellas Zack Cozart antes de la fecha límite de traspasos directos. Es posible que los días de Rollins como torpedero titular de Grandes Ligas hayan terminado.
Sin embargo, que carrera más increíble ha tenido, digna - por lo menos - de ser considerada al Salón de la Fama. Pero las circunstancias podrían conspirar en contra de Rollins para hacerlo el más reciente jugador en ser afectado por el estancamiento en las votaciones por la era de los esteroides.
En 17 temporadas, Rollins ha jugado en 2,275 juegos, con 2,455 hits, 1,421 carreras anotadas, 231 jonrones y 470 bases robadas. Ha ganado cuatro Guantes de Oro, el premio del Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2007, y participó en dos Series Mundiales, ganando el campeonato con los Filis en 2008.
Pero su caso no es uno demasiado sólido, porque el electorado ya ha dejado pasar a un jugador con números muy parecidos a estos en su carrera. Es como si Alan Trammell y Rollins hubiesen vivido la misma carrera, pero en eras diferentes, como torpederos con mucha calidad defensiva capaces de batear en el medio de una alineación cuando fuese necesario.
En 20 temporadas, Trammell jugó en 2,293 juegos, acumuló 2,365 hits, anotó 1,231 carreras, bateó 185 jonrones, remolcó 1,003 carreras y se robó 236 bases. Trammell ganó cuatro Guantes de Oro, terminó segundo en la votación del Más Valioso en 1987, y fue un seis veces Todos Estrellas (Rollins fue tres veces Todos Estrellas). Rollins logró 857 extrabases y un OPS de .743; Trammell logró 652 extrabases y un OPS de .767. En el transcurso de la carrera de Trammell, tuvo un WAR de 70.4, de acuerdo con BaseballReference.com; en la actualidad Rollins está por debajo de eso, con 46.0.
Pero Trammell acaba de pasar por su 15º y último año de elegibilidad en las votaciones del Salón de la Fama y se quedó corto del 75 por ciento necesario para ser electo. En enero pasado, logró atraer el 40.9 por ciento de los votos, luego de pasar la mayor parte de la década atrayendo votos de entre una sexta parte y un tercio de los votantes.
Es razonable pensar que Trammell, al igual que Tim Raines, Curt Schilling, Mike Mussina y otros, se vieran afectados por la renuencia del Salón de la Fama a cambiar su "Regla de 10". Ese es el límite en la boleta que ha frustrado a muchos votantes que han intentado encontrar una manera de sortear la creciente lista de candidatos estancados en la boleta, incluyendo a Roger Clemens, Barry Bonds, etc. No hay manera de saber con certeza cuántos votos Trammell habría logrado si su candidatura se juzgara por sus propios méritos en vez de tener que exprimida, a través de la gimnasia inconsistente e ilógica del cuerpo de votación, en una boleta.
Pero ahora que ha expirado la elegibilidad de Trammell para aparecer en la boleta y que espera una llamada future del comité de veteranos - una apuesta bastante buena - podría ser difícil para los votanres el darle su voto a Rollins luego de haber ignorado a Trammell.
Quizás para el tiempo en el que Rollins sea elegible para aparecer en la boleta, las reglas hayan cambiado y se haya disipado el estancamiento, y los logros de Rollins se puedan evaluar en su justa perspectiva.
Como debería ser.