Definimos la lesión de Lisfranc sufrida por el tackle derecho de los Eagles, Lane Johnson.
La lesión de Lisfranc que sufrió el tackle derecho de los Philadelphia Eagles, Lane Johnson, durante la victoria por 16-9 sobre los Detroit Lions el domingo, es una de las más complejas que puede padecer un jugador de futbol americano.
Esta lesión podría enviar a Johnson a la reserva de lesionados y mantenerlo alejado del emparrillado de 4 a 6 semanas, si se determina que es solamente un esguince. Sin embargo, el jugador está a la espera de los resultados de las radiografías que le realizó el reconocido cirujano ortopédico especializado en pies y tobillos en atletas de elite, el Dr. Robert Anderson, para determinar si necesita una cirugía que podría poner fin a su temporada, según el Philadelphia Inquirer.
Lo difícil de las lesiones de Lisfranc es que la recuperación completa puede ser difícil. Si no se tratan adecuadamente, pueden provocar complicaciones graves, como artritis, dolor crónico, daño nervioso o colapso del arco del pie y otras deformidades del pie.
¿Qué es la lesión de Lisfranc?
Una lesión de Lisfranc es una lesión grave en el pie que puede poner en riesgo una carrera deportiva debido a su complejidad. Es una lesión en la parte media del pie en la que se rompe al menos uno (o a veces todos) de los huesos pequeños (o metatarsianos) o se desgarran los ligamentos que sostienen el pie en esa zona.
La articulación de Lisfranc, ubicada en la parte superior del pie, es el punto donde los huesos metatarsianos —que conectan los dedos con el resto del pie— se unen con los huesos del tarso, que forman el arco plantar. Debido a que muchas estructuras del pie convergen en un área relativamente pequeña, la articulación de Lisfranc desempeña un papel crucial: funciona como una intersección principal que permite el correcto funcionamiento y la estabilidad del pie.
Las lesiones de Lisfranc pueden manifestarse como esguinces, fracturas o luxaciones. Suelen producirse cuando los metatarsianos se desalinean respecto a los huesos del tarso, generalmente a causa de un traumatismo que provoca una torsión o una fuerza excesiva sobre el mediopié. En los casos graves, estas lesiones pueden requerir cirugía y un período prolongado de inmovilización para lograr una recuperación adecuada.
El Dr. Anderson explicó en una charla el año pasado lo sencillo que puede ser lesionarse en el fútbol americano: “Apoyar el antepié en el césped y girar —eso es todo lo que se necesita para sufrir una lesión de Lisfranc: una torsión de baja energía, sin contacto y sin carga axial. Esto es algo que vemos cada vez con más frecuencia. Muchas veces pasan desapercibidas porque las radiografías parecen normales, y hay que tenerlo en cuenta”.
El nombre proviene de Jacques Lisfranc de St. Martin, un cirujano de la época napoleónica que describió este tipo de lesión al observar que algunos soldados se lesionaban el pie al caer de sus caballos de forma incorrecta.
En el fútbol americano, la incidencia de lesiones de Lisfranc ha aumentado por varios factores, como el tipo de superficie de juego, las características del calzado deportivo y el tamaño de los tacos.
¿Cuál es el tiempo de recuperación para una lesión de Lisfranc?
Las lesiones de Lisfranc suelen requerir un tiempo de recuperación prolongado, ya que afectan a la zona media del pie, ubicada en la parte superior del arco plantar, donde se concentra gran parte del estrés mecánico durante la carrera. Para generar impulso y potencia, es fundamental que esta región se mantenga estable. Incluso un esguince leve que no requiere cirugía puede tardar de seis a ocho semanas en sanar.
Según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., 33 jugadores de la NFL sufrieron una lesión de Lisfranc entre las temporadas 2009 y 2020, y 26 de ellos requirieron cirugía. De esos 33 deportistas, 27 regresaron a la liga y fueron incluidos en el análisis de retorno al juego. En este grupo, el tiempo medio de recuperación fue de 11.0 meses.
Además, los atletas que no lograron volver a competir eran significativamente mayores (mediana de 31.0 años frente a 26.0 años) y acumulaban más años de trayectoria en la NFL (8.5 años frente a 3.0 años). En este contexto, Johnson, con 35 años y en su decimotercera temporada en la liga, se encuentra dentro del perfil de mayor riesgo de no retorno.
Próximos pasos para Johnson
Por ahora, el pronóstico más optimista estima un posible regreso de Johnson en un lapso de 4 a 6 semanas, siempre y cuando su médico determine que la lesión de Lisfranc corresponde al grado más leve, es decir, un esguince. Sin embargo, dada su edad y la cantidad de años que lleva en la liga, cabe preguntarse si el cuerpo técnico de los Eagles, el equipo médico e incluso el propio jugador preferirán adoptar un enfoque más conservador y poner fin a su temporada.
Mientras tanto, el tratamiento podría incluir hielo y elevación, inmovilización mediante una bota ortopédica, yeso y/o muletas, además de analgésicos.
En unos días, el Dr. Anderson le comunicará si será necesaria una cirugía para reparar la articulación de Lisfranc. De ser así, su temporada llegaría a su fin debido a su lesión de Lisfranc.
