Albert Luque es el último de los investigados en prestar declaración sobre las presiones que Jenni Hermoso denuncia haber sufrido para que justificase públicamente el beso en la boca que recibió de Luis Rubiales
ESPAÑA -- El juez que investiga al expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) Luis Rubiales por delitos de agresión sexual y coacciones a la jugadora Jenni Hermoso sigue recabando testimonios sobre lo ocurrido tras la final del Mundial de Australia y escucha este lunes como investigado al director de la selección masculina, Albert Luque.
Luque, que fue asesor de Rubiales antes de dirigir la selección, es el último de los investigados en prestar declaración sobre las presiones que Jenni Hermoso denuncia haber sufrido para que justificase públicamente el beso en la boca que recibió del expresidente de la Federación en la ceremonia de premios del Mundial en Sídney el pasado 20 de agosto.
Antes que él ya comparecieron el propio Rubiales el pasado mes de septiembre, y la semana pasada lo hicieron el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el director de marketing de la RFEF Rubén Rivera. Todos han negado haber coaccionado a Jenni Hermoso o a su familia.
Vilda, Rivera y Luque iban a comparecer en un primer momento como testigos, si bien el juez les cambió su condición procesal a imputados tras escuchar al hermano y a una amiga de la jugadora, que ratificaron las presiones recibidas.
El expresidente de la RFEF, que mantuvo ante el juez que el beso fue consentido y lo calificó de "anécdota", explicó que pidió a Jenni Hermoso salir a dar explicaciones y que desde "la Federación, de gabinete de Presidencia, de Comunicación", le aconsejaron explicar lo ocurrido y le dijeron que "sería fantástico" si la internacional aparecía con él, según un extracto de su declaración publicado por El Español.
Pero dijo que él no sabía que el hermano de la futbolista estaba en el avión de vuelta a España y que fue Vilda quien le dijo que había hablado con él -"(...) es un tío razonable y tal, y va a hablar con ella (sic)-".
Vilda, por su parte, reconoció que habló por iniciativa propia con el hermano de la futbolista para "bajar el suflé" y porque, dijo, la vio agobiada; mientras que Rivera negó igualmente haber presionado a Hermoso y se calificó a sí mismo de "recadero cualificado" de la Federación que en este caso se limitó a transmitir a la jugadora que había personas que la estaban llamando y querían hablar con ella.
Tras escuchar la versión de Luque, el juez comenzará ya en noviembre la ronda de testificales programada.
El 2 está citado el seleccionador masculino, Luis de la Fuente; el exdirector de comunicación de la RFEF Pablo García-Cuervo; y el subdirector de comunicación de la RFEF, Enrique Yunta; y unos días después, el 14, declararán el director de gabinete de Rubiales, José María Timón, y otros empleados de la Federación.
Cerrarán la ronda la futbolista Laia Codina y el presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo.
El pasado día 2 ya declararon también como testigos las internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, que respaldaron la versión de Jenni Hermoso.