Sigue sin levantar cabeza

River volvió a acordarse tarde de atacar y jugar y, luego de una irregular actuación, le causó una nueva decepción a su gente al apenas empatar sin goles en su visita a un Arsenal muy modesto

NO LEVANTA CABEZA:
El equipo de Pellegrini empató en su visita a Arsenal y no encuentra en rumbo
(Fotobaires.com)
BUENOS AIRES -- River Plate volvió a acordarse tarde de atacar y jugar y, luego de una irregular actuación, le causó una nueva decepción a su gente al apenas empatar sin goles en su visita a un Arsenal tan modesto como combativo que le regaló una alegría a su pequeña hinchada.

Con el 0-0, River redondeó una de las peores semanas de los últimos años, ya que el domingo anterior cayó 2-0 frente a Huracán en el estadio Monumental y el miércoles fue derrotado 1-0 por Racing Club en el inicio de la Copa Sudamericana.

Pese a desaprovechar una buena oportunidad de volver a la victoria, River quedó a tres puntos del líder Independiente y comparte el tercer escalón de la tabla junto a su viejo rival, Boca Juniors, y Newell's Old Boys de Rosario.

Tras un primer tiempo en el se mostró dormido e irresoluto ante un rival que mordió en todos los sectores del campo, River se despertó en la etapa final, en la que creó seis claras situaciones de riesgo y debió quedarse con el triunfo.

En el primer tiempo, Arsenal llevó a cabo su plan casi a la perfección: controló tan bien a su rival, que River no consiguió en ningún momento quebrar el cerrojo defensivo diagramado por Jorge Burruchaga.

Pero no sólo eso: el conjunto de Sarandí supo utilizar muy bien los espacios que quedaron a las espaldas de los volantes "millonarios" y las fallas que exhibió la defensa (Martín Demichelis salió con un golpe y en su lugar ingresó el volante Gabriel Pereyra) una vez más.

Mientras Arsenal fue un equipo compacto que se movió siempre en bloque, River se mostró como una formación inconexa y carente de fútbol. En su vuelta a la titularidad, Andrés D'Alessandro intentó despejar el camino con su gambeta endiablada, pero dialogó poco y nada con Luis González y Alejandro Domínguez.

También es cierto que Arsenal apeló a todo tipo de brusquedades para detener a los jugadores visitantes y que Angel Sánchez fue muy permisivo con ellos, especialmente ante las reiteradas faltas tácticas de las que fue víctima D'Alessandro.

En medio de ese desarrollo deslucido y sin atractivos, Arsenal estuvo cerca del gol en dos ocasiones: un cabezazo de Silvio González que terminó en el "techo" del arco y una doble tapada de José María Buljubasich ante una entrada de Martín Andrizzi y el "Pulpo" González.

Sobre el cierre de la etapa, Sánchez ignoró un penal que Alvarez le cometió al "Chori" Domínguez con una innecesaria y leve patada desde atrás. Consciente de que si no se despertaba la podía llegar a pasar mal, la cara de River fue completamente distinta en el complemento.

Apretó los dientes, inclinó la cancha y buscó con mayor decisión el arco rival, pero falló en la definición y chocó con una buena actuación del arquero Alejandro Limia.

Lo tuvo Astrada, Limia sacó al córner un tiro de afuera de D'Alessandro, Sánchez dejó pasar un penal sobre Fuertes, un remate del ingresado Nelson Cuevas rebotó en un defensor y casi se le mete por arriba a Limia, un disparo cruzado de Gabriel Pereyra se fue apenas afuera y Esteban Fuertes estuvo cerca con un cabezazo.

A River, como puede verse, le faltó puntería para convertir el gol que mereció. Del otro lado, Arsenal casi da el gran golpe tras una buena jugada de Martín Andrizzi y un posterior cabezazo de Javier Morales, la figura de la cancha, que pasó al lado del palo izquierdo.

River pagó cara su tardía reacción y se retiró de la cancha de Lanús lamentando los dos puntos que dejó en el camino. Arsenal, en cambio, se fue con ese rostro de felicidad plena que suelen exhibir los humildes cada vez que le complican la tarde a un grande.

-DYN

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