Todo lo que dejó el fútbol de bronceador

El propio Carlos Bianchi se atajó al relativizar la importancia de que su equipo se haya quedado con el pentagonal de los grandes

BUENOS AIRES -- El propio Carlos Bianchi se atajó al relativizar la importancia de que su Boca Juniors se haya quedado con el pentagonal de los grandes, porque es temerario sacar conclusiones de partidos en los cuales unos juegan con titulares, otros con suplentes y las comparaciones deben estar supeditadas al punto de preparación de cada uno.

Lo que se ve claramente es que Boca está sólido, seguro de lo que hace y ese es un fundamental punto a favor a pocos días de comenzar a competir en serio.

El equipo no sintió por el momento las ausencias (Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez, Sebastián Battaglia, Carlos Tévez) y más aún, por como vienen perfilándose las cosas, habrá que ver si en su momento Bianchi elige mover la zaga, visto lo bien que se han acoplado Rolando Schiavi-Diego Crosa, y ya se aventura que Tévez no va a entrar (al entrenador le gusta jugar con enganche clásico y el campeón sudamericano Sub 20 lo obligaría a cambiar el estilo de toda la formación).

River no estuvo demasiado lejos de Boca en el desarrollo de ninguno de los dos clásicos, pero es evidente que está unos cuantos capítulos por detrás de su rival de siempre, en proceso de pruebas y formación.

Andrés D'Alessandro, por ejemplo, es, hoy por hoy, insustituible, pero el rubro en el que mejoró el equipo de Manuel Pellegrini es la función defensiva: el regreso a la línea de cuatro zagueros le dio una mayor confiabilidad y en especial el uruguayo Máximo Lucas parece ser una incorporación muy interesante.

San Lorenzo tuvo una mancha, el segundo tiempo del partido con Racing. Pudo haber perdido con River pero empató, pudo haber ganado con Boca pero le empataron y ganó frente a Independiente en el mejor partido del torneo.

Tampoco Rubén Insúa puede prescindir de algunos de los que le están faltando, como Gonzalo Rodríguez, Leandro Romagnoli y por supuesto, el arquero Sebastián Saja, pero el suyo es un plantel rendidor, con poder y recambio en ofensiva y además, el ensayo con Alberto Acosta tirado atrás -como en sus primeros tiempos en Unión- pareció una alternativa promisoria.

Quizá lo más decepcionante de estas últimas semanas haya sido la producción de Independiente, muy lejos del nivel del pasado Apertura, que después de ganarle -con muchos ausentes- a Racing en la inauguración ya no volvió a la victoria, ni en el pentagonal ni en su excursión por el exterior.

El haber caído ante los suplentes de Boca no puede ser pasado por alto ni tampoco el 0-4 que le propinó Alianza Lima en Perú, es notorio que sin la presencia de Gabriel Milito se resiente toda la estructura del equipo de Américo Gallego.

En cuanto a Racing, el dato positivo es el muy buen rendimiento y aporte goleador del retornado Luis Rueda, quien hizo olvidar a Nicolás Pavlovich rápidamente.

El equipo de Osvaldo Ardiles jugó un segundo tiempo estupendo frente a San Lorenzo, en su único triunfo, pero antes y después se lo vio desordenado, muy dependiente de las individualidades, permeable en el fondo (tendencia suicida a jugar con el off side) y con su emblema, Adrián Bastía, a menudo pasado de revoluciones, tal vez con síntoma de impotencia.

El Clausura y la Libertadores están a la vuelta de la esquina y es probable que a la hora de jugar por los puntos que pesan las conclusiones sean otras. Por ahora, a los cinco grandes les quedan dos semanas para seguir buscando su mejor imagen.

-DYN


 ENVÍALO | MÁS ENVIADOS

Torneo de Verano
domingo, 02 de febrero
Portada