Así lo hicieron saber explícitamente los volantes "rojos" Daniel Montenegro y Federico Insúa y el arquero académico Gustavo Campagnuolo.

Ambos planteles trabajaron el martes en doble turno y mientras en Racing el clima es evidentemente distendido por los buenos resultados obtenidos, se observó uno de mucho mayor tensión en Independiente.

Y no es para menos, ya que el conjunto dirigido por Américo Gallego llegará al clásico en condición de campeón muy venido a menos por su negativo comienzo del torneo Clausura, con tres derrotas consecutivas y las últimas dos por goleada de 3-0 ante los modestos Gimnasia y Olimpo.

"Estamos con mucha bronca porque esta es una situación que no se puede explicar. Lo más importante es que tenemos todo para revertirla y qué mejor ocasión que la de un clásico contra Racing para levantar cabeza", señaló Insúa, cuya titularidad no está asegurada.

Agregó el apodado "Pocho" que "estamos seguros que vamos ganar, como sea" y aseguró que "pese a todo el grupo está unido y conciente de que se está jugando mal".

"Es insólito que el campeón haya empezado así el torneo, pero aquí no hay problema de estadio físico ni de actitud. El tema es que debemos levantar el nivel de juego y el domingo tendremos una gran chance", evaluó.

Para Montenegro, la crisis futbolística "se debe a un bajón de las individualidades".

Cabe destacar que en Independiente están listos para volver al primer equipo el lateral derecho Juan José Serrizuela y el veterano centrocampista Diego Castagno Suárez, quienes remplazarían a Raúl Damiani y Oscar Bazán, en ese orden, al tiempo que ya se anuncio prematuramente la presencia juvenil del delantero Emanuel Rivas.

Por el lado de Racing, la duda es si su técnico Osvaldo Ardiles mantendrá el sistema de dos puntas o si por el contrario decidirá preponderar la lucha en el mediocampo para sumar allí a cinco jugadores.