No es fácil encontrar a los tres mejores jugadores del mundo peleando por un título, y mucho menos que sean ellos tres los que lleguen con chances a los ultimos capítulos.

Phil Mickelson y David Duval hicieron lo posible para ganar, pero es imposible ir contra los que escriben la historia. Se le podrán reprochar al zurdo sus errores sobre el green, especialmente en el 16 cuando parecía que podia alcanzar a Tiger, y se podrá decir que Duval falló los ultimos tres putts desde distancias muy factibles. El último de ellos era crucial para ponerle presión a Woods y Duval ni siquiera tocó el hoyo.

Muchas cosas podran escribirse acerca de este Masters, pero lo que nadie podrá dejar de decir jamás es que Tiger Woods es un elegido. Su oportunismo para ganar es algo remarcable y lo que es aún más impresionante, es que lo hace cuando debe hacerlo, algo que solo Jack Nicklaus, y no siempre, era capaz de hacer. Ganar cuando uno tiene la obligacion no es sencillo y sólo los muy grandes lo consiguen.

TIGER SE RECUPERÓ DE UN MAL PRINCIPIO
A comienzo del año Tiger no obtuvo victorias y muchos empezaron a preguntar qué pasaba, pero solamente luego de su triunfo en Bay Hill, Tiger explicó cuales eran los motivos.

"Sobre el final del 2000 viajé demasiado. Recorrí 27 millas en 7 semanas y eso hizo que mi cuerpo tardara en recuperarse, pero ahora ya estoy bien y listo para otro gran año", decía Tiger.

A la semana siguiente logró el prestigioso Players Championship, quizás el único gran certamen que nunca había conseguido, y ya estaba listo para Augusta.

La primera ronda no lo encontró en su mejor forma, pero ya el viernes arremetió y se colocó en el segundo lugar. Un día más tarde ya era el puntero y nunca más miró para atrás.

El domingo, el bogey del hoyo 1 no lo sacó de concentración, y enseguida contestó con birdie en el 2. En los primeros hoyos no lo vimos muy acertado con las distancias y en el 5 hizo un increíble approach y putt desde el bunker. Los birdies del 7 y 8 lo mantuvieron en la punta y dos salvadas más en el 9 y 10 lo dejaban cerca de Duval que habia hecho 7 birdies en los primeros 10 hoyos.

El segundo golpe del 11 quedará marcado para siempre como uno de los mejores del año. Un medio wedge desde 130 metros para dejar la pelota dada y colocarse al fernte del campeonato.

En esos momentos Duval hacía tres putts en el 13 y otra vez el par 5 le jugaba una mala pasada. Un año atras encontraba el agua para perder sus chances de luchar frente a Vijay Singh.

El birdie del 15 pareció darle nueva vida a Duval, pero otra vez falló su golpe de salida en el 16 y el bogey lo puso un golpe detrás de Tiger.

Mientras tanto Mickelson seguía luchando, y en el 15 parecía que sus posibilidades terminaban cuando, con Tiger en el green en dos, él enviaba su pelota al bunker. En forma inexplicable Tiger hacía tres putts y el zurdo embocaba su birdie para quedar a sólo uno, pero esta vez fue él quien fallo en el 16 y sus tres putts lo dejaron sin chance.

Con sólo un hoyo por jugar, Duval necesitaba birdie en el hoyo final y con su segundo golpe dejó la pelota a 1,5 metros del hoyo. El playoff parecía una realidad, pero Duval falló su intento y entonces Tiger tuvo la tranquilidad de jugar el 18 necesitando sólo un par para ganar.

El final fue como tenía que ser. Tiger con un bombazo desde el tee y un approach perfecto embocó su putt para birdie y terminar el torneo como sólo él sabe hacerlo. El abrazo con su padre al salir del green del 18 hizo recordar a aquel momento del año 97 cuando batiera todos los records del torneo.

LA GRAN ACTUACIÓN DE ANGEL CABRERA
Un parrafo aparte merece la actuación de Angel Cabrera. El cordobés llego a estar en la punta con sus birdies en el 1 y 2, pero después no pudo mantener el ritmo.

Una gran actuación que merece el mas grande de los elogios y que si al principio de la semana se la hubieran ofrecido, seguramente la hubiera tomado. Un top ten en un major es siempre importante y Cabrera ya se ha instalado en la élite del golf mundial.

Ahora Tiger tiene los cuatro majors en su poder. A eso podriamos agregarle el Players Championship y el Abierto de Canadá, dos torneos, especialmente el TPC, que los jugadores siempre quieren ganar.

Se podrá decir que el Grand Slam debe completarse en el mismo año y es posible que tengan razón los que defienden esta teoria. En todo caso poco importa. Tiger tiene los cuatro trofeos en su casa y eso es algo que nadie nunca pudo lograr.

A partir de ahora cuando alguien logre igualar esta hazaña, si es que alguna vez sucede, le podremos llamar la Grand Tiger.