En un final no apto para cardíacos sellado con un birdie en el último hoyo, Tiger Woods logró la mayor hazaña del golf moderno al proclamarse campeón del Masters. En un espacio de 294 días, Woods ha conseguido ganar los cuatro grandes torneos del golf profesional.

Cuando su intento de birdie de 18 pies se coló en el último hoyo, Woods levantó ambos brazos en señal de triunfo mientras la galería le aplaudía a rabiar. Woods se bajó la gorra para cubrir sus lágrimas mientras abandonaba el green y se abrazaba a su padre, Earl, quien lo preparó para que se convirtiera en un campeón, y a su madre, Kultida.

Woods terminó la jornada con 68, manteniendo su consistencia en el segundo tramo del Augusta National mientras David Duval y Phil Mickelson no jugaban con la inspiración que había llevado a Woods a la consecución de cinco grandes torneos.

CABRERA VOLVIÓ A LIDERAR PERO TERMINÓ DÉCIMO
El argentino Angel Cabrera, protagonista durante todo el torneo, había vuelto a convertirse en líder temporario con birdies en los hoyos 1 y 2.

Pero el "Pato" no pudo mantener el ritmo y cometió demasiados errores, probablemente cediendo a la presión por primera vez en el torneo.

Fnalmente, cerró su participación con 73, para un total de 280, ocho bajo el par, y un meritorio y merecido 10° puesto.

LA BATALLA DE TIGER
Enfrascado en una emocionante batalla con sus dos principales rivales, Woods hizo un atrevido acercamiento desde una distancia de 149 yardas en el peligroso hoyo 11. La bola rozó el hoyo, hizo birdie con el siguiente golpe y Woods tomó una delantera que ya no dejó escapar.

Consciente de que ésta podría ser su oportunidad después de haberse quedado a las puertas en tres ocasiones, Duval sobrevivió la dureza del tramo conocido como Amen Corner sin cometer ningún error, pero hizo bogey en el 16, un hoyo de par 3, lanzando un tiro que pasó por encima del green y fallando un intento de 8 pies en el tercer golpe.

Tuvo dos oportunidades de darle caza a Woods, pero se desinfló al fallar un intento de birdie de 12 pies en el hoyo 17 y otro de 5 pies en el hoyo final.

Mickelson, que tenía allanado el camino para lograr el primer gran triunfo de su carrera, también falló un toro de 8 pies en el hoyo 16.

TIGER, EN CAMBIO, NO FALLÓ
Tiger siguió en ventaja pero sólo por un golpe tras fallar una oportunidad de birdie de 3 pies en el hoyo 15. Tal vez no jugase tan espectacularmente como en otras ocasiones, pero estuvo a la altura de las circunstancias y no falló en los momentos decisivos, lo cual ha caracterizado su juego desde que hace cinco años se hizo profesional.

"He logrado lo que quería lograr", declaró Woods mientras esperaba sentado la llegada del vencedor del año pasado, Vijay Singh, para que le ayudase a enfundarse la chaqueta verde que lo acredita como campeón. "Todavía no me siento emocionado. Aún no lo he terminado de digerir."

GRAND SLAM: ¿ES O NO ES?
Otros pueden debatir sobre si Woods puede considerarse vencedor del Grand Slam, lo cual ha sido tradicionalmente considerado como el triunfo de los cuatro grandes torneos en un mismo año.

Lo único que puede hacer Woods mientras tanto es guardar los trofeos conseguidos en el Masters, en el US Open, en el British Open y en el PGA Championship y dejar que sus actos lo lleven a ocupar un lugar en la historia que nadie había ocupado con anterioridad.

No lo logró Jack Nicklaus, su ídolo, quien desperdició su oportunidad de poseer los cuatro grandes en 1972. Tampoco Arnold Palmer, quien apadrinó la idea de un Grand Slam en 1960 pero se quedó a medio camino.

El único Grand Slam en el golf que está más allá de toda discusión es el que pertenece a Bobby Jones, quien ganó el US Open, el US Amateur, el British Open y el British Amateur en 1930.

Para darle mayor dimensión histórica a su hazaña, Woods lo ha logrado en el Masters, torneo creado por Jones en 1934.

"Pasará a la historia como uno de los momentos más sobresalientes de este deporte", dijo Woods. Cuando le preguntaron si era un Grand Slam, Woods respondió: "No me parece que esté bien que yo haga comentarios acerca de eso".

Con la victoria del domingo, Woods suma ya seis triunfos en torneos de Grand Slam, igualando con Nick Faldo y Lee Trevino y con tan sólo uno menos que jugadores de la talla de Palmer, Sam Snead y Harry Vardon. Y al terminar con 16 bajo par y 272 golpes en total, Woods ha ganado los cuatro grandes con un total combinado de 65 bajo par.

EL CAMINO HACIA LOS CUATRO TÍTULOS
Todo empezó con un paseo en el campo de Pebble Beach en el US Open en junio pasado y concluyó hoy con el torneo más emocionante de todos.

Remontó la diferencia que le llevaba Bob May y ganó el PGA en el desempate, pero la última manga del Masters tuvo momentos dramáticos en los que participaron tres de los mejores golfistas del mundo.

Todos ellos tuvieron oportunidades. Cada tiro podría haber dado un vuelco a la clasificación general. Los espectadores observaban las evoluciones de la batalla con la respiración contenida.

"Simplemente hace lo que hay que hacer", dijo Mickelson.

Mickelson compartió el liderato en dos momentos de la ronda final, pero fue traicionado por errores propios que le acabaron costando muy caros: una oportunidad de 2 pies desperdiciada en el hoyo 6 y un extravío en el bosque del 11 que acabó en bogey y le hizo perder mucho terreno ante Woods.

Pese a todo, estaba a tan sólo un golpe de diferencia cuando aún quedaban tres hoyos por jugarse. Pero al intentar el acercamiento al green del 16, la bola de Mickelson se quedó corta, retrocedió hacia la izquierda y se alejó del hoyo, haciendo bogey.

EL PRINCIPIO DEL FIN
Duval - que ni siquiera estaba seguro de poder participar en esta edición del Masters debido a una lesión en la muñeca derecha - necesitó tres golpes para hacer par en el hoyo 13 y desperdició oportunidades de hacer birdie en tres de los últimos cinco hoyos.

Terminó la jornada con 67. Éste es el cuarto año consecutivo en que se queda a las puertas de enfundarse la chaqueta verde y la primera vez que ha terminado segundo detrás de Woods.

Toshi Izawa firmó 67 y terminó empatado por el cuarto puesto con 278 golpes, logrando la mejor clasificación de un golfista japonés en este torneo. Igualado con él terminó Mark Calcavecchia, que terminó la última ronda con 72.

Fue Calcavecchia quien llamó a Woods "el elegido" después de que el verano pasado éste ganase en St. Andrews el Open Británico, el último gran torneo que le quedaba por ganar.

"Es distinto a todos los jugadores que lo han precedido", dijo Calcavecchia. "Es bastante increíble."

Woods llegó al campo de Augusta National con semblante serio y concentrado, la vista puesta al frente mientras pasaba por delante del presidente de Nike, Phil Knight, y de una corte de altos ejecutivos. Aunque la distancia que los separaba era de apenas 10 pies, Woods y Mickelson no se miraron en ningún momento durante los ejercicios de precalentamiento.

Una gran cantidad de espectadores se apelotonaron fuera de las puertas unas ocho horas antes de que Woods empezara su recorrido final y lo siguieron en masa por todos los rincones de Augusta.

Woods se salío de detrás de un pino, se pasó del primer green e hizo bogey. Tras ese golpe, la clasificación estaba liderada por cuatro jugadores. Ése fue apenas el comienzo de una memorable tarde de altos y bajos que vivieron algunos de los mejores golfistas del mundo.

Su mayor rival fue Duval, que hizo seis birdies en los últimos seis hoyos y fue provisionalmente líder cuando hizo birdie en el hoyo 8. Pero la puntería le falló cuando más la necesitaba.

"Ya he vivido esta situación en el pasado, ¿no?", dijo Duval. "Hoy jugué bien, pero gocé de oportunidades que ojalá hubiese podido aprovechar."

En todos los torneos en que ha participado, ya sean del circuito estadounidense o de cualquier otra parte del mundo, Woods ha ganado en 25 de los 29 torneos en que ha llegado como líder a la última ronda y se ha mostrado especialmente intratable en los torneos de Grand Slam. Tras su actuación de hoy, Woods ha ocupado el primer puesto de la clasificación en 13 de las últimas 16 rondas de grandes torneos.