Woods admitió en una multitudinaria rueda de prensa que comenzó a preparar el Masters "probablemente desde principio de año", aunque restó importancia a la posibilidad de conseguir por primera vez en la historia los cuatro títulos del Grand Slam al mismo tiempo.

"El domingo por la noche, cuando termine la competición, gane o pierda, la vida seguirá y el sol volverá a salir el lunes. He aprendido que jugar en Augusta no es una cuestión de vida o muerte. Este torneo es especial y trato de divertirme participando". comentó.

"En todo caso y con respecto al Grand Slam lo primero que quiero hacer es ganar, si puedo, el torneo y después quedará obviamente completo", manifestó Tiger Woods, el ganador más joven de Augusta.

El jugador californiano ha recobrado su poder intimidatorio del pasado año, después de anotarse sendos triunfos en los torneos de Bay Hill y The Players, entre el 18 y 25 de marzo, ambos del circuito estadounidense.

No obstante, el comienzo de temporada de "El Tigre" levantó cierta inquietud en su entorno, puesto que participó en seis torneos sin corona alguna, aunque en cuatro de ellos terminase entre los 10 primeros.

Tras esos torneos victoriosos de Orlando y Ponte Vedra, Woods asegura que su mala racha ha terminado y en Augusta explicó las razones.

"Mi problema fue que jugué demasiados torneos al final del año pasado. No paré durante ocho semanas seguidas, en torneos de 4 continentes con más de 40 mil kilómetros recorridos. Quedé casi agotado y creo que he aprendido la lección para el futuro", dijo.

Tiger, quien se enfundó la chaqueta verde en 1997, aseguró que "todos los torneos son un poco diferentes, pero el Masters es desde luego el que más difiere del resto".