El excampeón tuvo un recibimiento sin igual en Rio de Janeiro y cumplió con una sumisión en casa, ahora quiere a Max Holloway.
Las visitas del UFC a Brasil post pandemia han sido contadas, UFC 283 en 2023 y UFC 301 en 2024 con eventos numerados, pero ninguna de ellas incluyó en la cartelera a los dos ídolos brasileños que han emergido en el último lustro, Charles Oliveira y Alex Pereira.
Oliveira cumplió el sueño de los fans brasileños al aceptar pelear en Rio a menos de tres meses de haber sido noqueado en UFC 317 por Ilia Topuria, primero ante Rafael Fiziev y después ante el remplazo Mateusz Gamrot en corto aviso.
La atmósfera no pudo ser mejor, además el horario ayudó, pues no tuvieron que esperar al estelar a las 2 de la mañana para cumplir los tiempos del PPV por ser una Fight Night, así es como debe de un evento en Brasil y Charles pudo disfrutarlo mucho más que las peleas de título que ganó en Houston, Las Vegas y Phoenix. Tras el resultado ante Topuria es difícil pensar en una pelea de título en el futuro inmediato, pero para su fortuna, en su misma categoría hay otro cinturón disponible, el BMF ante Max Holloway.
Charles cierra el ciclo
Charles Oliveira tiene la marca de más finalizaciones en la historia del UFC, fue campeón del peso ligero en 2021y se ha convertido en una de las estrellas más grandes del UFC.
Sin embargo nunca había tenido un momento como este en su carrera. La última vez que peleó en su país natal fue en Brasilia en 2020, justo en el arranque de los cierres por la pandemia en el evento que tuvo que ser llevado a cabo a puerta cerrada.
Después de eso comenzó su ascenso a la cima, primero la solida victoria ante Tony Ferguson y la remontada ante Michael Chandler que le permitió contar al mundo su historia, un chico de la favela que logró cambiar la vida de su familia gracias al deporte.
Charles no tiene haters, el mundo del MMA lo ama, pero en Brasil nos dejó claro que está en otro nivel. Mateusz Gamrot terminó siendo solo el comparsa en una fiesta que estaba pensada para él. A los 35 años todavía tiene un gran potencial de grandes peleas, empezando por la de Max Holloway.
No subestimen a Deiveson Figueiredo
El costear de la cartelera puede ser uno de los fallos más grandes en las líneas de apuestas. Figueiredo llegaba desfavorecido 1-3 en ante Montell Jackson, que venía en una gran racha, pero estaba muy lejos del nivel de competencia de Figueiredo en los últimos 6 años, donde a excepción de Rob Font solo había enfrentado campeones o retadores tanto en las 125 como en las 135 libras.
Figgy se impuso y aunque parece que no es la primera opción para enfrentar a Mareb Dvalishvili, como lo pidió, una victoria más podría meterlo en la conversación.
Joel Álvarez es un peso welter
El español debutó en las 170 libras de una manera dominante. Luego de abandonar el ranking del peso ligero había dudas sobre como se vería ante la competencia con mayor pegada y donde la ventaja de alcance se reduce, pero ha mostrado que está en la categoría correcta a estas alturas de su carrera.
Joel pudo finalizar a un experimentado Vicente Luque en los tres rounds, pero la actuación del réferi Osiris Maia y sus fallos le cortaron la racha de finalizaciones en su carrera.
Al final, las tarjetas hicieron justicia con tres 30-26 que dejaron clara la diferencia y Álvarez es una amenaza en el peso welter.
