La vida de retiro ha sido buena para Henry Cejudo, luego de que anunció que no pelearía más tras defender el cinturón gallo sobre Dominick Cruz en UFC 249, la primera función en medio de la pandemia en 2020, y el campeón olímpico de lucha en Beijing 2008 asegura haber encontrado la felicidad.
Así lo explica en entrevista con ESPN Deportes Digital en una visita a la ciudad de México donde ofreció unos seminarios: “Ni extraño el deporte, desde los 11 hasta los 33 años estuve entrenando. Las olimpiadas, todo esto, ahora me encanta la vida, estoy dedicado a los bienes raíces, construyendo casas, por que lo que más quiero es la libertad. Me encantan las peleas y la lucha, pero ahora peleo por mi libertad. Quiero ser feliz”.
Además del negocio del desarrollo inmobiliario, es constante en el podcast junto a la leyenda del boxeo Mike Tyson y hace análisis en espacios como ESPN Nation. De paso tomó la decisión de convertirse en padre por primera vez.
“Yo soy buen tío, pero mis sobrinos me desesperan a las dos horas”, dijo bromeando. “Es diferente ser papá. Mi novia está embarazada, se llama Ana Carolina, es brasileña, vamos a tener una niña que se va a llamar América, estoy bien feliz. Que más me falta, ¿ser el presidente de México?”, agregó el ex monarca de las 125 y 135 libras.
Asegura que la única forma en la que regresaría, es en caso de que el presidente del UFC, Dana White lo deje pelear por el cetro de las 145 libras: “Alexander Volkanovski, ni es por él, es por el cinturón. La razón es hacer historia, nadie en el deporte de combate ha hecho historia como yo, fui el campeón olímpico más joven y tuve los dos cinturones, defendí ante leyendas, Demetrious Johnson, TJ Dillashaw, probablemente el mejor gallo de la historia, Dominick Cruz y con Marlon Moraes que venía noqueando a todos. Estoy satisfecho con mi carrera y lo único que me importaría es ser el primero en tener tres cinturones en tres categorías y eso sería en contra del enano Alexander Volkanovski”, detalló.
Finalmente, Cejudo habló sobre la pelea por el título mosca que se llevará a cabo en UFC 263, donde Deiveson Figueiredo se volverá a enfrentar a Brandon Moreno para saldar el empate que tuvieron en diciembre pasado.
Esta vez, piensa que la pelea será para el de Tijuana: “Si Brandon puede derribarlo, le puede ganar. Yo fui compañero de Brandon y sé que tan duro es. Nunca pelee contra Deiveson, pero sé lo fuerte que es Brandon Moreno y sí el hace las cosas bien, le puede ganar”, respondió sobre su pronóstico.
En la situación actual del peso mosca, no ve una pelea que realmente lo motive a regresar: “No creo que Brandon quisiera pelear conmigo, porque sabe el tipo de animal que soy. Si tuviera que regresar me gustaría pelear con él, por que la historia es mejor, antes éramos compañeros y todo eso. Me disculparan todos los mexicanos, porque yo se de donde es bueno, pero también sus debilidades”.
Moreno entró al juego de las provocaciones en entrevistas recientes y se unió a la descripción que Cejudo ya había dado de Figueiredo, llamándolo un “tipo feo”, pero para Cejudo están parejos en ese sentido: “Los dos están feos, par de feos. La verdad no se que dice la Brenda”, declaró.
Las 125 libras son cosa del pasado, a menos que se presentara una hipotética e inviable situación: “La única manera en la que valdría pelear con Deiveson, otro con su hermano Francisco, el tres con Deiveson, el cuatro con su hermano y el quinto con los dos al mismo tiempo para lastimarlos. Es bueno, pero yo soy un peleador completamente diferente, ese cinturón, Deiveson sólo lo esta cuidando”, contestó irónicamente.
Cejudo planea estar como peleador invitado para UFC 263, ya que actualmente radica en Phoenix, Arizona, a unas cuantas millas de la Gila River Arena de Glendale, que será la sede del evento.