Volvió a sonreír. Jo-Wilfried Tsonga, a los 34 años, ganó el ATP de Metz, en Francia, su país, y contó que está muy firme. El ex-Top 10 del mundo alcanzó su 18° título en singles, el 10° en suelo galo.
Tsonga se mostró conforme con su presente, tras una molesta lesión, en declaraciones a la ATP. El francés se impuso al esloveno Aljaz Bedene en la final del domingo y expresó cómo se siente tras conseguir su 17° certamen en superficie dura.
"Sé que no estoy en mi mejor nivel, ni mucho menos, pero mentalmente estoy más fuerte que nunca. Estoy muy contento por sumar un nuevo título y de hacerlo por cuarta vez aquí, en Metz, donde siempre recibo el apoyo y cariño de todos los aficionados", dijo quien fuera N°5 del mundo y ahora ascendió 22 plazas para ubicarse 39°.
"Apoyado por todo el público, me sentí bien para poder remontar el partido y proclamarme campeón de este torneo", agregó. Así, volvió a coronarse en su país, donde ya obtuvo más de la mitad de sus títulos oficiales en el circuito profesional.
"Estoy muy feliz de poder estar de vuelta. No siempre es fácil regresar de una dura lesión y ganar nuevamente algún torneo. Todo esto me hace feliz y me ayuda para seguir hacia adelante con la misma ilusión que cuando comencé en el circuito", contó Tsonga, quien esta temporada suma dos títulos, tras el éxito en otro ATP en Francia, en Montpellier.
"Tengo un buen año, sin lesiones y logrando los objetivos planteados al principio. Puedo decir que en el camino correcto", concluyó el francés. Sin dudas, un regreso bienvenido.