Mientras Estados Unidos lanza la nave Lunar Prospector para orbitar alrededor de la Luna, el Papa Juan Pablo II visita Cuba y un fuerte sismo sacude violentamente Guatemala, un chileno buscaba la tapa de los diarios al otro lado del mundo, en Australia.
Marcelo Ríos, con 23 años recién cumplidos, llegó a su primera final en un Grand Slam en 1998. En el camino dejó a Grant Stafford, Thomas Enqvist, Andrew Illie, Lionel Roux, Alberto Berasategui y Nicolás Escudé. Cayó en la final frente a Petr Korda, papá de Sebastian, por triple 6-2 aunque posteriormente el checo fue sancionado por doping ese mismo año.
Esa victoria, que en 2015 Ríos reclamó, se mantuvo como válida. ITF rechazó el pedido debido a que el doping de Korda fue en Wimbledon de ese año, es decir, seis meses después de ese encuentro en Melbourne.
Dueño de una zurda fantástica, el Chino es el único jugador que fue N°1 y no logró levantar un título de Grand Slam. Ganó siete títulos durante ese año: Auckland, Indian Wells, Miami, Roma, St. Poelten, la Copa Grand Slam y Singapur pero se quedó con las ganas de un Major.