Serena, de 21 años, volvió a salvar el honor de la familia Williams después de ver como su hermana Venus, de 22, se tuvo que retirar en el primer set del partido de la primera semifinal que disputaba contra Clijsters.

Una lesión en tobillo izquierdo y tirón muscular en la pantorrilla de la misma pierna le impidió seguir en el partido que dominaba Clijsters por 5-0.

"Me siento feliz por haber conseguido el pase a la final, pero triste por mi hermana, que tenía grandes ilusiones de jugarla y también porque mi tenis no ha sido bueno", declaró Serena, que ha ganado tres de los cuatro torneos de Grand Slam en la temporada del 2002.

Capriati, tercera clasificada, fue la única que pudo quedarse con un título de Grand Slam y fue el del Abierto de Australia, que Serena no pudo disputar al estar lesionada.

CAPRIATI SUCUMBIO ANTE EL PODER DE SERENA
El duelo entre Serena y Capriati, que se convirtió en un partido maratoniano de dos horas y 11 minutos, no dejó nada espectacular para el deporte del tenis femenino, para al final quedar definido por la potencia de los golpes de Serena y su saque demoledor.

Las estadísticas mostraron como Capriati, que realizó un gran tenis en el primer set, cuando las fuerzas física las tenía en plenitud y Serena empezaba a entrar en calor, tuvo todo a su favor para conseguir la victoria, pero de nuevo ella misma la dejó escapar.

Nada menos que 17 veces tuvo la posibilidad de hacer el "break point" y sólo lo consiguió en cinco ocasiones, pero nunca en las decisivas del segundo y tercer set cuando necesitó romperle el servicio a Serena.

"He sido mi mayor enemigo porque cuando tuve la oportunidad de terminar el partido no lo hice y le permití que al final se quedase con la victoria", comentó Capriati, que llegó por primera vez a la semifinal del Master femenino después de seis participaciones.

Serena hizo todo contrario, surgió en los momentos decisivos, después de jugar un tenis inconsistente con 53 errores no forzados, para meter 42 golpes ganadores por sólo 11 de Capriati.

La defensora del título de campeona, que ganó el año pasado en Alemania, también se aprovechó de su saque para salvar los errores en el peloteo y lo hizo con 14 "aces", y aunque cometió ocho dobles faltas, Capriati llegó a siete y sólo logró dos tantos de saque directo.

"No he jugado un buen partido, pero Capriati siempre es una rival muy difícil y haber conseguido la victoria es algo muy importante para mi, porque tenía toda la ilusión de defender el título en la final y además poder terminar el año con otro triunfo", declaró Serena Williams, que se aseguró terminar el año como la número uno del mundo sin discusión, al margen de lo que haga en la final.

Serena tampoco falló en las subidas a la red y logró 14 tantos en 17 voleas por tres de nueve que tuvo Capriati, que se llevó un premio de 191.000 dólares y 218 puntos, que la consolida en el tercer lugar de la clasificación mundial.

"Me siento un tanto frustrada porque creo que podría haber llegado a la final, pero no supe aprovechar las oportunidades que tuve y al final lo pagué con la derrota", declaró Capriati. "Hubiese sido muy positivo para mi el terminar el año con un título, pero ahora debo descansar, operarme de la vista y pensar en la próxima temporada".

Capriati, no tiene buena visión debido a la operación que le hicieron hace unos años para corregirle la vista y los doctores le han aconsejado que pase por el quirófano de nuevo para superar el problema.

"No es nada grave, espero que todo salga bien y el próximo año esté en plenitud de forma", comentó Capriati.

Serena, que no podrá ver cumplido su sueño de disputar el lunes la última final del año contra su hermana después de haberla ganado en Paris, Londres y Nueva York, dijo que estaba lista para conseguir el triunfo que le permitiese quedarse revalidar el título.

La menor de las hermanas Williams superó en octavos a la israelí Anna Smashnova (6-2 y 6-2) y la yugoslava Jelena Dokic (8) en los cuartos por 6-3 y 6-4.

PARA CLIJSTERS FUE UN PASEO ANTE VENUS
Clijsters, de 19 años, y quinta clasificada, dejó su marca en 2-3 contra la hermana mayor de las Williams, y dominaba por completo el partido y el marcador 5-0 cuando Venus, con lágrimas en los ojos le dijo a la juez principal del partido que no podía seguir jugando.

De inmediato su padre, Richard Williams, se fue a su encuentro para abrazarla y consolar a su hija mayor, mientras ambos abandonaron el campo en medio de los aplausos de los espectadores.

"Me hacia una gran ilusión haber llegado a la final y disputarla contra mi hermana, pero sabía antes del partido con Clijsters, que no estaba bien del tobillo y de la pierna izquierda y salí para ver como me sentía", declaró Venus. "No ha sido mi mejor año, al no poder ganar ningún título de Grand Slam, pero espero que las cosas cambien en el 2003".

El gran atractivo de la competición que era ver en la final a las hermanas Williams, con Venus en plan de revancha, desapareció y también el poco interés que había despertado el último torneo del circuito de la WTA, que reparte un premio de tres millones de dólares.

Clijsters alcanza por primera vez la final del Master después de ganar en los octavos a la estadounidense Chanda Rubin por 6-1 y 6-2 y en los cuartos a su compatriota Justine Henin (4) por 6-2 y 6-1.

"Lamentó la lesión de Venus y que se haya tenido que retirar, pero a la vez me siento contenta de haber alcanzado mi primera final del Master y estoy lista para luchar por el título", declaró Clijsters, que al igual que Serena se aseguró un premio de 382.000 dólares y consigue el título será de 765.000 dólares.