La Justicia toma cartas en el asunto

Luego de que el dirigente argentino Mario Goijman iniciara una querella penal contra el presidente de la FIVB, Rubén Acosta, y el director general, Jean Pierre Seppey, se hizo un registro en la sede

BUENOS AIRES -- El registro efectuado el martes por la justicia suiza a la sede de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) en Lausana responde a una querella penal iniciada por el dirigente argentino Mario Goijman contra el presidente del organismo, Rubén Acosta, y el director general, Jean Pierre Seppey.

Goijman, presidente de la Federación de Voleibol de su país, suspendido el pasado 7 de noviembre por FIVB de todas sus funciones, acusa al mexicano Acosta y a Seppey de falsedad de documentos, falsa información sobre empresas comerciales y gestión desleal.

"No he denunciado públicamente hasta hoy estos hechos para permitir que la investigación criminal se pudiera efectuar sin inconvenientes, pero los ataques y la campaña de desprestigio emprendidos en mi contra han crecido hasta obligarme a dar estado público a mis denuncias", afirmó Goijman en una rueda de prensa.

La FIVB dispuso la suspensión del dirigente argentino por "no haber respetado el contrato de colaboración" para organizar el Mundial masculino 2002, y por "haber infringido el código de conducta" del máximo organismo internacional.

Goijman, que en acciones civiles ante los tribunales suizos demandó la nulidad de lo que considera una "arbitraria suspensión", indicó que el propio juez de instrucción criminal del cantón de Vaud, N. Cruchet, que tiene a su cargo la causa, le informó el martes sobre el registro a la sede de la FIVB.

En su denuncia penal, Goijman afirma que el informe financiero presentado al Congreso de la entidad en mayo de 2001 para la aprobación del balance de 2000 fue "falsificado".

El dirigente aseguró que el balance auditado por la firma Price Waterhouse Cooper indica que la suma de 8.320.000 francos suizos (aproximadamente seis millones de dólares) fue cobrada en carácter de comisiones, pero que este dato fue eliminado en el informe financiero al Consejo de Administración para su reunión de 2001.

"En su informe al Congreso, que debía aprobar ese balance, se eliminó una nota al respecto. Se realizó una burda y simple falsificación. No se indica quién cobró esa suma, pero todo hace presumir que fue Acosta", afirmó Goijman.

"El motivo del ocultamiento al Congreso fue evitar las seguras preguntas de las federaciones nacionales y la imposibilidad de justificar la cifra, sobre todo inmediatamente antes de las elecciones", en las que Acosta fue ratificado en su cargo, comentó el dirigente argentino.

Goijman dijo que, en principio, "el objetivo" de quienes anularon el dato sobre el cobro de comisiones "se logró, ya que nadie se dio cuenta".

La denuncia señala que las comisiones cobradas corresponden a contratos de televisión y patrocinio para las competiciones organizadas por la FIVB.

"Según el reglamento que hizo aprobar Acosta al Congreso de la FIVB el 2 de agosto de 2000 en Sevilla, las personas que aporten a la entidad contratos de ese carácter, se hacen acreedores de hasta un diez por ciento de comisión, pero nadie imaginó que Acosta cobraría esa suma, simplemente por ser el que estatutariamente tiene que firmar todos los contratos", comentó Goijman.

También denunció que el Consejo de Administración del organismo recomendó en mayo de 2001 comprar una propiedad en Suiza por 1.700.000 francos suizos para residencia de los presidentes de la FIVB, lo cual fue aprobado.

"Lo que nadie dice es que esa propiedad, de 44 años de antigüedad, situada en la calle Epalinges 278 de Lausana, cuya tasación real es de 1.200.000 francos suizos, pertenecía desde febrero de 1984 a Malu De la Fuentes de Acosta", esposa del presidente de la FIVB, afirmó.

"Esa conducta debe ser penada con dureza", advirtió el dirigente argentino, quien acusa a Acosta de "ocultamiento y grave falta moral".

"Son innumerables las veces que Acosta y Seppey dijeron en comunicado y circulares a todos los dirigentes del mundo que yo había malversado fondos, firmado contratos clandestinos para el Mundial 2002 y forzado a la FIVB a pagos ilusorios, pero sólo eran un intento de hacer callar", sostuvo Goijman.

En tal sentido aseguró que Acosta y Seppey "retienen maliciosamente a la Federación Argentina las rendiciones de la Liga Mundial de 2002 y del Mundial cuando saben que el organismo argentino tiene que cumplir con múltiples compromisos, mientras que la FIVB tiene un curioso superávit del Mundial".

"Es una extorsión decir que sólo pagarán esta deuda si yo renuncio", agregó.

Goijman reclamó la inmediata separación de Acosta como presidente de la FIVB, el despido de Seppey de su empleo en el organismo y la constitución de una comisión auditora independiente de la entidad "que revise todo lo ocurrido en la administración de la misma en los últimos cuatro años".

- EFE

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