A los Medias Rojas de Boston, sin embargo, les ha tocado la maldición de estar siempre un paso atrás de los Yankees, algo que se remonta hasta los tiempos de Babe Ruth.

El 2003 será otro año en el que los Medias Rojas volverán a navegar contra la corriente.

De hecho se podría decir que los "Bombarderos del Bronx" se apuntaron un par de victorias sin que se hubiese cantado "playball".

Los Yankees le ganaron la partida a Boston por los servicios del desertor cubano José Ariel Contreras y luego torpedearon los esfuerzos de los Medias Rojas de fichar a Bartolo Colón.

En una operación que involucró a tres equipos, el dominicano Colón firmó con un equipo con color diferente de calcetín, el de los Medias Blancas de Chicago.

Las maniobras de los Yankees por supuesto no causaron gracia alguna en Boston, al extremo de que el presidente de la divisa Larry Lucchino tachó de "Imperio del Mal" a los de Nueva York.

Dicho eso los Medias Rojas tampoc serán presa fácil en el Este de la Liga Americana, y en el caso que Nueva York gane otro banderín, pues el wild card sigue siendo una opción viable.

Las posibilidades de Boston obviamente descansan en el eje Martínez-Ramírez-Garcíaparra.

De los pies a la cabeza, el mánager Grady Little cuenta con un equipo completo, aunque la situación del cuerpo de relevistas genera cierta aprensión por el experimento de no tener un cerrador regular.

Aun cuando se quedaron con las ganas de contratar a Colón y Contreras, la dupla Martínez-Derek Lowe se puso a la par de la combinación de Randy Johnson y Curt Schilling en Arizona.

La foja combinada de Martínez y Lowe fue de 41-12 con efectividad de 2.42 y 366 ponches en 419 innings trabajados. El nudillero Tim Wakefield (11-5, 2.81) y John Burkett (13-8, 4.53), un experto en los lanzamientos de cambio, ocuparán las plazas 3 y 4, respectivamente.

Este año marcará la verdadera prueba de fuego para Casey Fossum, el único zurdo en la rotación, y que el año pasado tuvo un sorbo de las Grandes Ligas al hacer 43 apariciones en el montículo, 12 de ellas como abridor, logrando una marca de 5-4.

Boston se resistió hasta lo último a cederlo a Montreal por Colón, una clara muestra de que cifra tremendas esperanzas en que Fossum será un futuro as.

Si alguien se pregunta quién es el cerrador del equipo, pues no encontrará respuesta.

Tras no renovarle el contrato al venezolano Ugueth Urbina, Boston alternará gente en su bullpen.

Bob Howry, Mike Timlin, Alan Embree y el panameño Ramiro Mendoza (un ex 'yankee') se rotarán en la responsibilidad de preservar las victorias.

La tarea de producir carreras no debería ser muy complicada con Garcíaparra y el dominicano Ramírez, bateando uno detrás del otro en el orden al bate.

El pilar del infield de Boston es el torpedero Garcíaparra, quien viene de un año en el que compiló un promedio de 310, se mandó 24 jonrones y fletó 120 carreras.

Más reconocido por su capacidad ofensiva que con el guante, Todd Walker (299, 11, 64 con Cincinnati) será el intermedista, mientras que Shea Hillebrand (293, 18, 83) pasa de la antesala a la primera base, una posición en la que Boston no ha encontrado un titular estable desde la partida de Mo Vaughn hace cinco años.

Con Bill Mueller en la antesala, los Medias Rojas cuentan con un guante seguro, pero el ex integrante de los Gigantes y Cachorros es muy propenso a las lesiones.

Como bateador designado, los Medias Rojas contarán con Jeremy Giambi, cuyo hermano Jason es el inicialista de los Yankees. Giambi, quien también puede jugar en los jardines y la primera base, redondeó 20 bambinazos y 45 impulsadas jugando para los Atléticos y Filis.

El panameño Julio Zuleta, un ex prospecto de los Cachorros, impresionó por sus 19 jonrones en 202 turnos en la liga mexicana y no sería sorpresa que reciba la oportunidad de actuar con regularidad.

El receptor Jason Veritek (266, 10, 61) no tuvo la mejor de las temporadas con el madero, pero es sello de garantía detrás del plato y orientador de los lanzadores.

El guardabosque izquierdo Ramírez (349, 33, 107) viene de ganar su primera corona de bateo y para muchos entendidos es el toletero derecho más dífícil de sacar out en el béisbol.

Boston esperaba más del jardinero central Johnny Damon (286, 14, 63 y 31 robadas), pero al menos finalmente cuentan con un primer bate que aporta velocidad en las bases y cubre mucho terreno en los jardines del Fenway Park.

Silenciosamente, Trot Nixon (256, 24, 94 y 36 dobles) compiló buenos números y a fuerza de méritos se ha consolidado como titular del prado derecho.