Olímpico embotellamiento deportivo

FECHA
24/03
2020
por Enrique Rojas | Escritor Senior

La forzada posposición de los Juegos Olímpicos de Tokio por un año provocará un enorme tapón deportivo para el 2021 que, muy probablemente, afectará el calendario de actividades que precede al ciclo que desembocará en Paris 2024.

El Comité Olímpico Internacional (COI), el Comité Organizador Tokio 2020 y el gobierno de Japón acordaron el martes aplazar alrededor de un año los juegos ante el impacto generado por la pandemia de coronavirus.

Era lo más lógico y lo más sensato en un momento en que el mundo enfrenta una crisis de consecuencias aún indeterminadas.

El coronavirus, una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona, había contagiado a cerca de 400 mil y matado a más de 17 mil en 169 países cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, acordaron aplazar los Juegos Olímpicos, que estaban programados para arrancar en julio de este año.

Una de las principales razones para mover el evento es que el coronavirus ha cancelado muchos eventos clasificatorios y afectado el calendario de entrenamiento de prácticamente todos los atletas. Casi el 80% de los 11 mil atletas programados para competir en Tokio no había completado su clasificación y apenas ocho deportes (de 33 deportes y 50 disciplinas) tenían definidos a sus competidores.

Entre muchos eventos, el coronavirus canceló los últimos dos clasificatorios olímpicos del béisbol (en Arizona, Estados Unidos, y Taiwán), pero también las dos eliminatorias del Clásico Mundial de Béisbol que estaban programadas en marzo en Arizona.

Con la posposición del martes, los Juegos Olímpicos y el Clásico Mundial de Béisbol ahora están señalados para el mismo año por primera vez. El primer Clásico se celebró en el 2006, coincidiendo con la Copa Mundial de Fútbol de Alemania, pero con la idea de corregir las futuras fechas para que no chocara ni con los Juegos Olímpicos ni con la Copal Mundial. Por eso, el segundo Clásico se hizo en 2009, tres años después del primero, para luego comenzar un orden de cada cuatro años.

La semana pasada, la Confederación Europea de Fútbol (UEFA) anunció el aplazamiento para el 2021 de la Eurocopa que debía celebrarse este año. La posposición del que probablemente es el segundo mayor evento de selecciones del fútbol deja en el aire las fechas en que podrían ocurrir La Liga de las Naciones y el recién creado Mundial de Clubes, que ya estaban fijados para el próximo año.

En el calendario deportivo del 2021 también figuran el Campeonato Mundial de Balonmano masculino (enero en Egipto), Juegos de Solidaridad Islámica (mayo en Turquia), Campeonato Mundial de Natación (julio en Japón) y Mundial de Atletismo (en agosto en Oregon, USA), entre muchos otros.

Pero además, el 2021 es la antesala de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, programados para arrancar en abril del 2022 en Ciudad Panamá, que clasifican a muchos de los atletas que irán a los XIX Juegos Panamericanos, señalados para realizarse en Santiago de Chile entre octubre y noviembre del 2023.

Está claro que era obligatoria la posposición de los juegos de Tokio, para el 2021 o para cuando se pueda, pero el movimiento casi seguro provocará un olímpico embotellamiento deportivo en el calendario mundial de los años por venir.

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Más allá de la suspensión del torneo clasificatorio de Arizona, ni una palabra más se ha dicho sobre el Clásico Mundial de Béisbol de 2021. Algo lógico cuando falta poco menos de un año para la cita más importante del béisbol a nivel de selecciones nacionales y la incertidumbre en torno a la presente temporada de Major League Baseball (MLB) por causa del coronavirus ocupa la mente de directivos, jugadores y aficionados.

Pero, ¿el COVID-19 podría incidir en la suspensión del Clásico Mundial?

Afirmar que sí sería temerario a esta altura del juego. Falta mucho tiempo para la justa, prevista entre el 9 y el 23 de marzo del próximo año. Sin embargo, no debería sorprender una posposición o una cancelación extraordinaria.

Vayamos por partes. MLB, máxima gestora de la competición, ahora mismo no tiene en su agenda esa posibilidad. Su prioridad es lidiar con los efectos, deportivos y económicos, de la pandemia global que ya le obligó a cancelar los entrenamientos primaverales y aplazar el inicio de la campaña 2020.

Pero, tomando como patrón lo acontecido en las previas de las ediciones anteriores --cuando el argumento de las lesiones o el cansancio se utilizó reiteradamente para negar la liberación de peloteros-- y esta circunstancia excepcional del coronavirus, Rob Manfred y su equipo de trabajo tendrán un frente abierto para el próximo año con los dueños de equipos que seguramente harán lo imposible para evitar la sucesión de temporadas bajas atípicas.

A su favor contarán con que un buen número de jugadores seguramente darán el sí a la convocatoria de sus selecciones nacionales e incluso, acortarán sus vacaciones -ya de por sí reducidas por el inicio a mediados de mayo de la temporada 2020- para prepararse. De hecho, ya hay varios pesos pesados del deporte que han asegurado que el Clásico es una prioridad.

Recientemente, el dominicano Albert Pujols dijo a los colegas de ESPN Ernesto Jerez y Leonte Landino que "a mí que lleven así sea de coach mental del equipo, el 2021 será mi último año en Grandes Ligas y quiero cerrar mi carrera representando una vez más a Dominicana (como en 2006). Yo voy en la capacidad que sea y hago lo que quieran que yo haga".

El miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Vladimir Guerrero, confesó que "Yo no tuve la oportunidad de jugar ninguno de los Clásicos por diferentes razones y lesiones y quizás eso me faltó en mi carrera, pero ahora le toca a mi hijo (Vlad Guerrero Jr) poder representarnos en este equipo y representar a nuestro país"

Mientras los dominicanos ya calientan la posibilidad, los boricuas tampoco se quedan atrás. El cerrador de los New York Mets, Edwin Díaz, hace unos días utilizó su cuenta de Instagram para convocar a sus colegas para rearmar el Team Rubio. La respuesta no se hizo esperar y figuras como Yadier Molina, Francisco Lindor y Kike Hernández aseguraron que están "puestos pa' eso ya".

Otros que se han puesto las pilas en esta pausa son los jugadores de Estados Unidos. El lanzador de los New York Mets, Marcus Stroman, ha aprovechado la inactividad para reclutar -a través de social media- a varios jugadores de alto calibre y armar lo que él mismo bautizó como el "Dream Team". Nombres rimbombantes como Nolan Arenado, Pete Alonso, Christian Yelich, Trevor Bauer, Cody Bellinger, Blake Snell y Walker Buehler, entre otros, respondieron afirmativamente al llamado.

La disposición de Manfred y los peloteros, además del dinero que dejará el Clásico, no bastan. A los dueños de equipos les importa un comino -o muy poco para no ser absoluto-, la competición. Ellos velarán por sus intereses. Y su enfoque estará dirigido a preservar a sus activos, por los que pagan millones de dólares, de posibles lesiones dada la peculiar situación en la que llegarán a la temporada baja de 2021.

Quizás sobre sus hombros no recaiga la última palabra, pero si algo pueden dar por sentado, es que los dueños presionarán hasta el cansancio para cancelar, o al menos posponer, el Clásico.

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Las desgracias unen a la gente, pero una vez pasan, todos regresan a su posición anterior.

La pandemia del coronavirus, que para el viernes había contagiado a cerca de un cuarto de millón de personas y matado a más del 10 mil en 163 países, ha doblegado a los gobiernos del mundo, alterado la rutina de la mayoría de sus 7,800 millones de habitantes y cancelado casi todos los eventos masivos, incluyendo los calendarios de las ligas deportivas.

El béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos, que ha tenido un torneo cada año de manera contínua desde 1876 -- cuando fue fundada la Liga Nacional -- se encuentra en un limbo, mientras todos esperamos que pase esta noche extendida de terror, que en la unión americana ya ha cobrado las vidas de más de dos centenares de personas.

Lo único que sabemos con certeza ahora mismo es que lo más temprano que podría arrancar la temporada del 2020 es después de la segunda quincena de mayo. Pero, aunque todos quieren evitar decirlo, también hay una gran posibilidad de que la temporada inicie en junio o julio o incluso de que no se juegue un solo partido oficial en todo el año.

En medio de la incertidumbre que provocó el primer paro largo no laboral de todos los tiempos (nótese que ni las guerras mundiales de 1914-1918 y 1939-1945, ni otras conflagraciones en las que participó Estados Unidos, ni ataques terroristas ni desastres naturales detuvieron las operaciones de las Grandes Ligas por meses) el gobierno de las ligas mayores (MLB) y el sindicato de peloteros (MLBPA) han mantenido abierta una línea de comunicación y una aparente voluntad de colaboración para resolver los primeros contratiempos que ha provocado la singular crisis.

Recuerden lo que dije al principio: las desgracias unen a los seres humanos.

Sin embargo, mientras el panorama se oscurece más, al punto de que la cancelación de toda la temporada comienza a ser un temor más real, entonces se agudizan viejas rencillas. Más allá de la discusión normal de si los jugadores con contratos garantizados deberían recibir alguna compensación sin jugar, la MLB y la MLBPA ya se pusieron la ropa de pelear por el valioso "tiempo de servicio" del 2020.

El "tiempo de servicio" de un jugador determina cuándo puede optar al arbitraje salarial y la agencia libre, que es donde está el gran dinero. Un jugador necesita tres años de servicio para acceder al arbitraje salarial y seis años de servicio para ser agente libre y adquirir el derecho de poder negociar con todos los equipos.

Para conseguir un año de servicio, un jugador debe acumular 172 días de la temporada en el roster activo de su equipo. Si en el 2020 se juega con calendario recortado o no se juega del todo, ningún jugador podrá acumular un año de servicio, como estipulan las reglas vigentes. Es por eso que MLB y MLBPA deben negociar para establecer ciertos parámetros que tengan lógica para ambos lados.

Recordemos que mucho antes que antes de que estallara la pandemia del coronavirus, se cancelara el resto de la pretemporada y se postergara el día inaugural de la próxima temporada, la MLB y la MLBPA ya pasaban por sus peores relaciones en un cuarto de siglo. El béisbol norteamericano ha disfrutado de paz laboral desde la terrible huelga de 1994-95, que canceló 948 partidos, los playoffs de 1994 (incluyendo la Serie Mundial por primera vez desde 1904) y dejó miles de millones de dólares en pérdidas y un gran enojo entre los aficionados.

Debido al evidente desdén que mostraron los equipos por una gran cantidad de agentes libres en los últimos tres inviernos, los peloteros comenzaron a mencionar la palabra huelga como la mejor alternativa para arreglar por completo la industria cuando termine el actual Convenio Laboral Colectivo (CBA), que finalizará en diciembre del 2021.

Decenas de buenos peloteros estaban sin trabajo cuando arrancaron los entrenamientos primaverales del 2018, 2019 y 2020.

"Posiblemente tendremos que irnos a la huelga", dijo el cerrador curazoleño de los Los Angeles Dodgers, Kenley Jansen, en enero del 2018. "A menos que algo cambie, habrá una huelga, ciento por ciento", agregó el veterano lanzador de los St. Louis Cardinals, Adam Wainwright, en febrero del 2019. En el medio, el comisionado de MLB, Rob Manfred, y el director ejecutivo de la MLBPA, Tony Clark, no han tenido reparo en usar sus misiles cada vez que ha sido necesario.

En la última temporada muerta las cosas cambiaron un poco, con los equipos mostrando más agresividad en el mercado de agentes libres. En total, los clubes invirtieron 2,169 millones de dólares en 116 peloteros, de acuerdo a Spotrac.com. Sin embargo, cerca de medio centenar de jugadores con experiencia de Grandes Ligas, sigue desempleado el 20 de marzo.

La lista incluye al jardinero cubano Yasiel Puig, al lanzador mexicano Marco Estrada, el receptor canadiense Russell Martin, a los dominicanos Melky Cabrera y Fernando Rodney y a los norteamericanos Matt Harvey, Addison Russell, Mark Trumbo y Ben Zobrist, entre muchos otros.

Como pueden ver, los problemas recientes que tensaron las relaciones entre dueños y jugadores no han desaparecido. Peor aún, la crisis del coronavirus, lejos de unirlos ante la desgracia, ha agregado razones nuevas para pelear. Entonces es lógico pensar que cuando termine el pacto laboral vigente al final de la temporada del 2021, la paz no será exactamente el objetivo más importante de las partes en la mesa de negociaciones.

"Para que quede claro, mantener la paz nunca es la meta principal cuando negociamos el acuerdo. Un justo y equitativo trato es el objetivo y en la medida en que se cuestione esa premisa, se trabaja para resolver los problemas", dijo Clark a ESPN Digital en una entrevista exclusiva en julio del 2018.

Así las cosas, después del coronavirus, la huelga podría ser la próxima desgracia que enfrente el béisbol.
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ORLANDO, Florida -- El béisbol de Grandes Ligas está detenido por un buen rato debido a la pandemia del coronavirus y nadie sabe con certidumbre cuando se volverá a escuchar el grito de ¡playball! en los estadios norteamericanos.

Lo último que dijo el comisionado Rob Manfred es que debido a las regulaciones federales para contener la agresiva enfermedad, la temporada de Grandes Ligas no comenzaría hasta por lo menos la segunda quincena de mayo. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) recomendaron en el fin de semana la cancelación o postergación de congregaciones de 50 personas o más por las siguientes ocho semanas.

En una crisis como la actual, son perdedores todos los componentes de una industria que genera once mil millones de dólares anuales, comenzando por los billonarios dueños de equipos, los millonarios y los no tan ricos jugadores, los técnicos y directivos y el resto de los empleados que ayudan a montar los partidos.

Sufren también los medios que transmiten los juegos, las agencias que colocan publicidad, los bares deportivos, las casas de apuestas, los aficionados y, en fin, todo el mundo. En realidad nadie sale ganando de que el pasatiempo nacional esté frizado.

Como los jugadores no cobran hasta que no comienza la temporada, los que tienen los salarios más altos son los que más dinero dejarán de percibir, pero en realidad son los de bajos salarios, y que por ende poseen menos ahorros para paliar una emergencia, los más afectados por el parón.

Pero más allá de las implicaciones económicas para los jugadores estelares que tienen sus puestos garantizados para cuando reinicien las operaciones de la MLB, es otro grupo el que más arriesga durante el alto forzado en la pelota: Los cientos de veteranos que llegaron a los entrenamientos primaverales con apenas invitaciones especiales para intentar ganarse un espacio en las nóminas oficiales del día inaugural.

Cada primavera, cientos de jugadores que no forman parte de los rosters protegidos de 40 miembros reciben invitaciones sin garantías para tratar de llenar los últimos huecos de los rosters, que desde el 2020 subieron de 25 a 26 miembros. En la mayoría de los casos, las decisiones se toman en los últimos días de la pretemporada.

Debido al coronavirus, la MLB canceló el resto de los juegos de exhibición en Arizona y Florida y puso en el limbo el potencial día inaugural. Ya sea en mayo, en junio o cuando sea que pudiera arrancar la temporada, es un hecho que la MLB necesitará convocar a los jugadores a una segunda vuelta de entrenamientos antes de que se haga el primer lanzamiento de la serie regular.

Una segunda fase de preparación, muy probablemente, sería recortada, apenas lo justo para calentar los músculos.

"Los jugadores que están en pelea por los últimos dos o tres puestos de un roster son los más afectados de que no tengamos entrenamientos normales", dijo un agente de jugadores consultado el martes por ESPN Digital.

"Un entrenamiento abreviado, cuando se aclare el actual panorama, beneficiaría a los peloteros que tienen sus puestos garantizados, salvo raras excepciones. En algunos casos, los equipos ya habían decidido darle el puesto a un veterano en la pelea, pero esos son los menos", agregó.

De la larga lista de jugadores conocidos que se reportaron a los campos de entrenamientos sin un trabajo seguro, estos son algunos de los latinoamericanos con casos más llamativos.

Félix Hernández, Atlanta Braves:

Uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas entre el 2005 y el 2016, el derecho venezolano aceptó un contrato no garantizado de un millón de dólares con Atlanta.

Con la lesión del zurdo Cole Hamels y el desempeño primaveral de "King Félix" (1-1, 1.98, 14 K en 13.2 IL), parecía que Hernández había garantizado su presencia en el roster y la rotación abridora de los Braves para el 26 de marzo, cuando estaba programado que arrancara la temporada.

Pero resulta que con el paro es muy probable que cuando se reinicien las acciones, Hamels ya esté lanzando de nuevo y los Bravos no tengan muchos innings para seguir evaluando a jugadores fuera de roster, lo que automáticamente es una mala noticia para Hernández y otros en su misma situación en el campamento de los campeones de la División Este de la Liga Nacional.

De todas maneras, un Félix Hernández sano debería tener muchas opciones en caso de no ser protegido por Atlanta.

Francisco Liriano, Philadelphia Phillies

El zurdo dominicano no ha permitido carreras en cuatro entradas en su intento de integrar el bullpen de los Phillies. El manager Joe Girardi dijo desde el principio que Liriano y el norteamericano Bud Norris tendrían una genuina oportunidad de hacer el roster de la temporada del aspirante a la Serie Mundial.

"Obviamente tienen que presentarse bien en los entrenamientos de primavera y van a recibir una larga y buena mirada debido a su pasado y su pedigrí", dijo Girardi.

Liriano, de 36 años, firmó un acuerdo que le pagaría $1,5 millones garantizados, con $1,25 millones en incentivos, después de aparecer en 69 encuentros (5-3, 3.47) para los Pittsburgh Pirates en el 2019.

Jhoulys Chacín, Minnesota Twins

Tras firmar un acuerdo de ligas menores con muchas posibilidades de hacer el equipo, el derecho venezolano permitió seis carreras en ocho entradas en sus primeras apariciones primaverales.

Chacín, de 35 años, viene de una terrible temporada en la que tuvo efectividad de 6.01 en 25 juegos con Milwaukee Brewers y Boston Red Sox. Un entrenamiento recortado podría dañar las oportunidades de Chacín poder mejorar sus probabilidades

Emilio Bonifacio, Washington Nationals

Los campeones firmaron a Bonifacio con la esperanza de que llene el hueco dejado por el venezolano Gerardo Parra, quien se marchó a Japón. Hasta la suspensión de los entrenamientos, Bonifacio bateaba .333 (30-10), con cuatro impulsadas y un robo en 17 juegos de exhibición.

El veterano de 11 años en Grandes Ligas, no ha jugado arriba desde el 2017.

Juan Lagares, San Diego Padres

Un gran jardinero defensivo, Lagares no había hecho mucho para asombrar a los Padres. El quisqueyano bateaba .185 (27-5) sin extrabases en 13 juegos de la Liga del Cactus. De hacer el equipo, ganaría $1,4 millones garantizados en un contrato que incluye más de un millón en incentivos.

Ubaldo Jiménez, Colorado Rockies:

El intento de regresar a MLB, tras una ausencia de dos años, no iba muy bien para Jiménez cuando se suspendieron las acciones de exhibición.

El derecho había permitido nueve hits y cinco carreras en 5.1 innings (8.44) en tres apariciones con los Rockies.

Jiménez, quien tuvo efectividad de 5.22 en cuatro años con los Baltimore Orioles (2014-2017) en su último contrato de Grandes Ligas, llegó a los entrenamientos para pelear el quinto puesto en la rotación con Peter Lambert, Chi Chi González y Jeff Hoffman. No se descarta que el jugador pudiera aceptar una asignación a las ligas menores para no salir por completo del panorama.

Welington Castillo, Washington Nationals

El receptor dominicano firmó un contrato de ligas menores con un equipo que tiene una muy buena dupla en el brasileño Yan Gomes y Kurt Suzuki. Para colmo de males, Castillo bateaba de 17-2 (.118) en los primeros juegos de exhibición.

Castillo ha sido un cátcher regular en Grandes Ligas desde el 2013, pero viene de batear .209 en 251 apariciones al plato con los Chicago White Sox en el 2019.

Pablo Sandoval, San Francisco Giants

El venezolano firmó un contrato de ligas menores con altas garantías de hacer el equipo si mostraba estar recuperado de una operación "Tommy John" a su codo derecho en septiembre.

"Kung Fu Panda" se recuperó rápido para ser un jugador de 33 años y bateó .278 (18-5) antes de que se detuviera la pretemporada.

Sandoval, de 33 años, luce tener un puesto seguro como principal sustituto en las esquinas del infield de San Francisco.
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Para el hemisferio norte, la primavera arrancará oficialmente el jueves 19 de marzo, lo más temprano en 124 años. Por primera vez en un cuarto de siglo, el inicio de la renovación de la tierra encontrará a Estados Unidos sin béisbol de Grandes Ligas.

Como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que hasta el lunes había contagiado a 175 mil y matado a más de 6,700 personas en 155 países, el deporte mundial se encuentra semiparalizado. Con raras excepciones, las principales ligas deportivas del mundo decidieron parar como forma de ayudar a controlar la expansión del virus.

Para el béisbol, era algo que no ocurría en esta parte del año desde 1995, cuando la huelga de peloteros más prolongada de la historia canceló el final de la temporada de 1994 y retrasó en casi un mes el inicio de la siguiente.

El jueves de la semana pasada, la oficina del comisionado de Grandes Ligas (MLB) anunció la decisión de suspender el resto del calendario de exhibición y retrasar el día inaugural de la serie regular del 2020 --que estaba programado para el 26 de marzo-- por dos semanas debido al coronavirus.

El viernes 13, MLB y la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA) acordaron suspender por completo los entrenanmientos primaverales, aunque dando tres opciones a los jugadores en rosters de 40 (quedarse en el área donde entrena su club, trasladarse a la ciudad sede del conjunto o regresar a casa) y mandando a sus hogares a los fuera del roster que no necesiten asistencia médica urgente.

Pero el domingo, MLB y MLBPA anunciaron que quedaban canceladas las prácticas de grupos en los cuarteles de entrenamientos. Salvo un partido de pelota callejera que organizó el lanzador de los Cincinnati Reds, Trevor Bauer, en Phoenix el sábado, la actividad ha sido casi nula en los campamentos ubicados en Arizona y Florida.

Mientras el paro original sugirió que la temporada del 2020 podría jugarse de manera normal a partir de la segunda semana de abril-- empujando a noviembre la Serie Mundial--, la realidad es que ahora mismo hay una total incertidumbre acerca del tiempo que podría tomarse para que el béisbol, y nuestras vidas, regresen a la normalidad.

Otra triste primavera

Este era, guardando la distancia entre el significado de una huelga de peloteros y una enfermedad contagiosa que pone en peligro la vida de las personas, el panorama cuando arrancó formalmente la la primavera el 20 de marzo de 1995.

Las ligas mayores habían detenido sus operaciones el 12 de agosto del año anterior debido al octavo paro laboral de la historia (cuarto en medio de la temporada) que impidió la celebración de la Serie Mundial por primera vez desde 1904.

Los jugadores caribeños, que estaban en casa sin saber cuando regresarían al terreno, se reportaron a las ligas invernales de sus países (lo que posibilitó que Puerto Rico armara el famoso "Dream Team" y República Dominicana tuviera un muy buen conjunto, para la Serie del Caribe de febrero de 1995) y luego formaran equipos de softbol para mantenerse en actividad.

Uno de esos equipos fue Toros de Manoguayabo, en el lado oeste de Santo Domingo, la capital de República Dominicana, que tenía a los hermanos lanzadores Ramón y Pedro Martínez, de los Los Angeles Dodgers, y otros grandesligas del área, como figuras principales.

Por recomendación de los Dodgers, los hermanos Martínez jugaban posiciones defensivas y bateaban, pero no lanzaban en esos encuentros. Lo mismo ocurría con el derecho Juan Guzmán, quien pertenecía a los Toronto Blue Jays.

Debido a la falta de un Acuerdo Laboral Colectivo (CBA) entre MLB y MLBPA, los dueños de equipos decidieron intentar montar la temporada de 1995 con peloteros reemplazos y convocaron a unos entrenamientos "travestidos" con algunos veteranos rompehuelga y ciento de trabajadores comunes y corrientes que vieron una gran oportunidad de vivir la experiencia de usar el uniforme de sus clubes favoritos.

Decenas de jugadores, incluyendo algunos que habían jugado anteriormente en las Grandes Ligas, decidieron cruzar la línea y aceptar la oferta de los equipos, que ofrecieron cinco mil dólares de bono de firma si el aspirante mostrababa condiciones mínimas en pruebas abiertas y otros cinco mil si conseguían integrar los rosters del día inaugural de la temporada, que fue programado para la primera semana de abril.

Para los peloteros "reales", MLB ofreció bonos de hasta $20 mil dólares por hacer los rosters, salarios fijos de $115 mil dólares y de hasta $275 mil para un máximo de tres jugadores por equipo. El 14 de marzo, la MLBPA anunció que no rompería la huelga si los jugadores reemplazos eran usados en partidos de la temporada regular y esos resultados eran registrados como oficiales en los libros de récords.

Entre todos los conjuntos de las Grandes Ligas, los Baltimore Orioles fueron los únicos que rechazaron el descabellado plan y dejaron establecido que no participarían en una temporada con peloteros sustitutos.

Afortunadamente para el juego, la jueza puertorriqueña (nacida en el Bronx) Sonia Sotomayor, de la corte del distrito sur de New York, emitió un mandato temporal que fue confirmado por un tribunal de apelaciones, evitando que los propietarios pudieran implementar unilateralmente un nuevo acuerdo colectivo con otros peloteros diferentes a los de la MLBPA y abriendo la puerta para un acuerdo y el restablecimiento del orden.

Sotomayor, que desde el 2009 es juez asociada de la Corte Suprema de Estados Unidos, salvó la pelota de uno de sus grandes ridiculos de la historia y terminó lo que hasta entonces había sido la peor primavera de las Grandes Ligas.

Hasta que llegó el coronavirus.
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Cuando la temporada de Major League Baseball se reinicie en 2020, es decir, si se reinicia, porque es una tontería asumir algo en las circunstancias actuales, el período previo a los primeros juegos podría ser rápido y furioso, con todos presionando para regresar al campo y abrir los estadios.

Si los juegos se reanudan en el próximo mes o dos, entonces lo que llamaremos el segundo entrenamiento de primavera probablemente no tomará tanto tiempo, tal vez dos semanas. Los Yankees y los Padres están entre los equipos que votaron para continuar entrenando, pero muchos jugadores de todo el deporte se han dispersado y han regresado a casa. Si los equipos tienen una fecha de salida del 1 de mayo, los jugadores probablemente podrían reagruparse antes del 15 de abril y estar listos para jugar.

Los pitchers abridores han estado lanzando durante semanas, con múltiples apariciones en exhibición, y ya han aumentado sus conteos de lanzamientos en el rango de 60. Los relevistas todavía están aumentando la velocidad, pero no necesitarían mucho tiempo. Los jugadores de posición están básicamente listos, como ya acostumbran a estar a mediados de marzo de cada año; como todos saben en el deporte, las últimas semanas de entrenamiento de primavera son realmente para los lanzadores principiantes y para los dueños de los sitios en Florida y Arizona para obtener ingresos.

Si la fecha de inicio es a fines de mayo, digamos el fin de semana del Memorial Day, entonces el segundo entrenamiento de primavera podría requerir un poco más de tiempo. Si no hay béisbol durante todo el mes de abril, dicen algunos funcionarios de los equipos, entonces los lanzadores abridores necesitarán tiempo para reconstruir sus conteos de lanzamiento, tal como lo hacen cuando regresan de las lesiones. Pueden jugar por su cuenta, encontrar un receptor y tener sesiones de bullpen, pero no pueden replicar la intensidad de la acción del juego y necesitarán algo de eso antes de que comience la temporada regular.

Durante el paro laboral de 1994 y 1995, los jugadores de las grandes ligas no participaron en los entrenamientos de primavera junto con los jugadores de ligas menores y los jugadores de reemplazo. Después de una decisión judicial importante a favor de los jugadores a fines de marzo, las dos partes volvieron a la mesa de negociaciones y llegaron a un acuerdo el 2 de abril de 1995. Después de un entrenamiento de primavera truncado, la temporada regular de 144 juegos comenzó el 26 de abril. y el consenso general en ese momento era que el juego era irregular y los jugadores --no tan dedicados ni en sintonía con el entrenamiento físico durante todo el año como la generación actual--, no estaban listos.

En 1995, Mike Mussina estaba en el quinto año de lo que resultaría ser una carrera del Salón de la Fama, y comenzó el primer partido del 26 de abril para los Orioles en Kansas City, lanzando 49 lanzamientos en cinco entradas sin anotaciones. Kevin Appier comenzó para los Royals ese día, y hubo una sorpresa en el clubhouse de Baltimore que él lanzara tanto como lo hizo: 98 lanzamientos en 6 2/3 entradas sin hits.

Mussina lanzó cuatro entradas en su segunda salida, y con un día adicional de descanso entre su segunda y tercera salida, aumentó su recuento de lanzamientos a 89, luego a 100, en una era en la que los equipos no supervisaban los lanzamientos tan de cerca como lo hacen ahora.

Si MLB no se reanuda hasta mediados del verano, algunos miembros del personal creen que se requerirá algo cercano al mes de un segundo entrenamiento de primavera para poner a los lanzadores al día.

"Todos tratarán de regresar al campo y estarán motivados para jugar partidos [de temporada regular]", dijo un evaluador, "pero no sería justo para los lanzadores si los empujasen cuando no están físicamente listos para jugar".

Algunos jugadores y equipos tendrán más en juego que otros, con mucho en juego en 2020. Mookie Betts podría estar en línea para el contrato de agente libre más lucrativo en la historia del deporte profesional. Del mismo modo, George Springer de Astros, J.T. Realmuto de Phillies y Marcus Stroman de Mets están en línea para llegar al mercado en el otoño. Los Mets, un equipo actualmente a la venta, están diseñados para ganar este año, y cuanto más exitoso sea el club, más influencia habrá para la familia Wilpon cuando encuentre un comprador. Cuando y si hay una fecha para la reanudación del juego, los jugadores y Major League Baseball querrán comenzar la temporada 2020.

Pero cuanto más dure el retraso, más tiempo les tomará a los lanzadores ponerse a tono, y a medida que Major League Baseball y la asociación de jugadores consideren el calendario, deberán sopesar los riesgos de empujar a los jugadores nuevamente a la acción demasiado rápido contra las posibles recompensas que vendrán con la reanudación de la acción.

Y, por supuesto, siempre debe haber una seria preocupación por el impacto del coronavirus, por lo que algunos equipos no emitieron formalmente instrucciones de béisbol a los jugadores en los días venideros. "En este momento", dijo un miembro del personal, "se trata de hacer todo lo posible para mantenerse a salvo".

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ORLANDO, Florida -- Las Grandes Ligas (MLB) y las ligas menores (MILB) de béisbol de Estados Unidos suspendieron sus entrenamientos primaverales e informaron el retraso del inicio de sus calendarios de temporada regular para el 2020 por causa del coronavirus.

Desde el viernes, los campamentos de entrenamientos están cerrados para la prensa y los aficionados y no se jugarán encuentros públicos de exhibición. La temporada de MLB estaba programada para arrancar el 26 de marzo, mientras que las ligas menores de calendarios largos (Triple A, AA y Clase A) comenzarían el 9 de abril. Los circuitos de programas cortos no comienzan a jugar hasta la segunda semana de julio.

¿Cómo afecta el paro a los peloteros? Esa ha sido la pregunta más frecuente desde el jueves en la tarde de parte de los jugadores a sus agentes, de los agentes a la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA), de los periodistas a los jugadores, agentes, MLBPA y MLB, y de los aficionados a todo el que respire.

La respuesta: Hasta el viernes al mediodía nadie sabía con exactitud.

"Y ahí está... primeras preguntas de los jugadores: ¿Nos vamos a casa ahora? Quédate y entrena? ¿Cómo / cuándo empezamos de nuevo? ¿Tienes otras 2 semanas de primavera y luego comienza donde comienza el horario? ¿Todavía nos pagan? ... esto es salvaje", escribió en la red social Twitter el intermedista Jason Kipnis, invitado fuera de roster de los Chicago Cubs.

En una transmisión en vivo en la red social Instagram el torpedero dominicano Fernando Tatis Jr. , de los San Diego Padres, dijo el jueves en la tarde que quería marcharse de Arizona a República Dominicana mientras dure el paro en los entrenamientos, pero que su organización no le da el permiso correspondiente.

Justo después de que MLB y MILB anunciaran el paro de sus operaciones, el sindicato de peloteros envió un correo electrónico de dos párrafos a todos sus miembros que reza así:

"¿Dónde deben ubicarse los peloteros en las próximas dos semanas?".

"La orientación relacionada con las operaciones y entrenamientos diarios se transmitirá a los clubes en los próximos días. Los clubes transmitirán esos horarios tentativos a los peloteros".

Punto y bolita. Nada de mencionar salarios, dietas, alojamiento o cualquiera de las principales preocupaciones que asaltan a los jugadores actualmente.

Una fuente de ESPN Digital dijo que la MLBPA está recabando información y conversando con la MLB antes de tratar de dar respuesta a sus miembros, que básicamente son los jugadores que están en el roster protegido de 40 de cada una de las 30 organizaciones. El resto de los jugadores profesionales, lamentablemente, no está representado por un sindicato.

¿Cómo cobran los peloteros de Grandes Ligas?

El Contrato Uniforme del béisbol organizado establece que los jugadores cobran una vez comienza la temporada. El Acuerdo Laboral (CBA), el documento que regula las relaciones entre los equipos y los jugadores, establece que la temporada está constituida por 162 juegos y 187 días.

El CBA en su artículo V, párrafo A, habla sobre la duración de la temporada: "Durante la vigencia de este convenio, cada equipo será programado para jugar 162 juegos durante cada temporada de campeonato. Comenzando en 2018, las temporadas de campeonato no se programarán por períodos de menos de 182 días o de más de 187 días".

El artículo VI, acápite C, del pacto laboral, describe como se calcula el salario de los jugadores durante la temporada: "Para el propósito de calcular la tarifa diaria de salario de un jugador, se considerará que una temporada de campeonato comenzará en la fecha del primer juego de temporada de campeonato regularmente programado y concluirá en la fecha del último juego regularmente programado de la temporada de campeonato".

En lenguaje llano, los peloteros cobran cuando comienza la temporada y cobran el porcentaje de sus salarios dependiendo los días que se juegue en la temporada. Por ejemplo: Un pelotero con salario mínimo ($563,500 dólares) gana $3,013 dólares por día de la temporada ($563,500 dividido por 187).

Si por alguna razón la temporada es reducida (algo que no ha ocurrido) entonces el salario se reducirá proporcionalmennte. El ejercicio aplica con los salarios del 2020 de Mike Trout ($37,6 millones), Gerrit Cole ($36 millones) o Max Scherzer ($35,9 millones) y todos los otros peloteros de las ligas mayores.

Por otra parte, salvo raras excepciones, los peloteros de Grandes Ligas cobran quincenalmente entre el 15 de abril y el 30 de septiembre, reciben una dieta (no salario) durante los entrenamientos primaverales y una parte de las recaudaciones por venta de boletos (no salario) durante los playoffs.

Los jugadores de ligas menores igualmente reciben los centavos que pagan sus clubes en cheques quincenales.

Más allá de la interpretación del CBA es muy probable que el sindicato y los dueños de equipos acuerden algo al respecto si fuera necesario recortar días y partidos a la próxima temporada.

En resumen, ahora mismo, los jugadores de béisbol tienen muchisimas preguntas y razones para estar preocupados por sus pagos del 2020 y lo peor del caso es que ahora mismo nadie tiene las respuestas definitivas sobre el particular.
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Peoria, Arizona - La lluvia continúa en el área de Phoenix y en la mañana de hoy se esperaba de nuevo que los partidos pautados en la Liga del Cactus fueran suspendidos. Sin embargo, los 15 equipos que hacen vida en el valle del sol esperaban a puerta cerrada en sus respectivos clubhouses sobre las decisiones de Major League Baseball sobre la pandemia del coronavirus.

Mientras esperábamos para accesar al complejo de los Royals en Surprise, Arizona, llegó el comunicado de Major League Baseball alrededor de las 12:30 pm hora central de Arizona que confirmaba la cancelación de los Entrenamientos de Primavera y la retraso de la jornada inauguaral de la temporada 2020 pautada para el 26 de marzo por al menos dos semanas.

Minutos más tarde Minor League Baseball también anunció su suspensión inicial de la temporada, esperando dar detalles en los próximos días de la reformulación del calendario y el World Baseball Classic, que tenía pautado arrancar una ronda del torneo Clasificatorio el viernes en Kino Sports Complex en Tucson, también confirmó la suspensión del torneo que incluye a las selecciones de Nicaragua, Panamá y Brasil buscando un cupo para el Clásico 2021.

Intentamos acceder al complejo de los Padres y los Marineros en Peoria y fue imposible el acceso a los jugadores para los medios. Oficialmente el béisbol y todas sus operaciones han sido canceladas en Arizona, mientras se esperaba que los partidos en la Liga de la Toronja que comenzaron temprano en Florida se dieran por culminados. En total fueron seis los encuentros que se jugaron esta mañana en Florida.

Esta decisión sin precedentes afecta notablemente a la economía del juego, los trabajadores de los parques, los empleos directos e indirectos de la industria alrededor de los 30 equipos y hasta los jugadores, muchos de los cuáles permanecen en condiciones de evaluación diaria como los invitados fuera de róster, los que esperan asignación y los ligas menores. Hay incertidumbre ¿Qué hacer mientras tanto? ¿Entrenar? ¿Esperar? ¿Quién corre con los gastos? ¿Cobran sus salarios o no?

Conversamos con el receptor Salvador Pérez para conocer su opinión al respecto y nos invitó a juntarnos en su hogar en el área de Peoria. Salvador nos recibió con el respeto de siempre y con la preocupación latente por la situación.

"Nos dijeron que hay una posibilidad que nos envíen a todos de regreso a casa, en mi caso y de mi familia hacia Kansas City donde estaríamos más seguros durante la espera. Nos han suspendido toda actividad, lo cual es difícil para todos porque esto afecta nuestra rutina y nuestro ritmo para comenzar una temporada. Pero en este momento, todos los jugadores estamos de acuerdo de que había que tomar esta decisión por el bienestar de la salud de todos en el béisbol, incluyendo los fanáticos y nosotros ponemos siempre primero a nuestras familias, nuestros hijos", dice el campeón mundial del 2015.

Las Grandes Ligas tuvieron que seguir las recomendaciones nacionales y mundiales sobre evitar las grandes concentraciones de personas que pudieran ser un foco de propagación del virus. Aún no se sabe si la temporada pueda ser recortada, como en 1995 después de la huelga de peloteros, o que se intente cumplir el calendario de 162 juegos extendiendo la temporada al mes de noviembre. Lo cierto es que en este punto todas las ligas profesionales de los Estados Unidos permanecen alertas a la situación y con las operaciones suspendidas.

Mientras intenta ponerse a tono 100% para el inicio de la campaña después de someterse a la operación de Tommy John en su brazo derecho, Pérez entiende que la situación en la División Central de la Liga Americana será quizás la lucha más cerrada en todas las Grandes Ligas. "Minnesota está muy bien y ya todos vimos lo que hicieron el año pasado, pero Cleveland también sigue siendo un equipo fuerte. Ahora todo se complica con los White Sox que se han reforzado tanto en el pitcheo como en la ofensiva y eso nos coloca a nosotros con mayores inconvenientes para pelear por la división, entendiendo que Detroit quizás es el equipo más débiol de este grupo", analiza el 6 veces All-Star y 5 veces ganador del Guante de Oro.

Pero a pesar de que tanto Pérez como todos sus colegas en el béisbol intentan permanecer calmados y en normalidad, el estado de pandemia mundial es el tema que hoy domina sus pensamientos y los mantiene en estado de alerta por el bienestar de sus familias. Los jugadores y técnicos se mantienen al pendiente de las noticias locales, siguen al pie de la letra las recomendaciones sanitaras y buscan opciones sobre lugares y situaciones donde tanto ellos como sus familias se sientan en un estado de comodidad para evitar cualquier síntoma.

Hasta hoy en la tarde en el estado de Arizona hay 9 casos confirmados de COVID-19, incluyendo 3 en el condado de Maricopa y 1 en el Condado de Pima, las áreas donde se encuentran los complejos de entrenamientos de los equipos de Grandes Ligas. A pesar de que luzca como una cifra baja el gobernador de Arizona Doug Ducey declaró emergencia sanitaria en el estado.

Mientras tanto las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros evalúan cuáles serán las próximas medidas, si el calendario se reducirá a 90, 100 o 120 juegos, si permitirán como en el pasado rósters de más de 26 peloteros para contrarrestar la falta de un estado óptimo para los lanzadores o incluso si podrían experimentar un nuevo formato de playoffs como las propuestas que se han venido discutiendo en las mesas de trabajo.

Un posible escenario es que la temporada arranque con un calendario limitado a Florida y Arizona y los equipos jueguen, incluso a puerta cerrada en sus complejos de práctica, básicamente una extensión de las ligas de la Toronja y Cactus.

Lo cierto es que desde la huelga en las Grandes Ligas en 1994, desde hoy por primera vez el béisbol toma una pausa y aún no se sabe cuándo y de que forma se procederá.

Mientras tanto nuestro equipo de Béisbol Esta Noche On The Road se mantiene alerta a las noticias y acontecimientos en Arizona y probablemente regresemos a nuestra base en ESPN por la vía terrestre para evitar montarnos en un avión. En el camino estaremos pendientes de todo lo que suceda con el desarrollo de las decisiones alrededor del béisbol.
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Ahora que la pandemia del coronavirus amenaza con liquidar, postergar o transformar todos los eventos deportivos del planeta Tierra, es bueno recordar que, salvo por la cancelación de la parte final de la temporada de 1994 -- incluyendo los playoffs -- en su historia de más de 140 años, el béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos (MLB) siempre ha tenido luz verde para operar.

El jueves Major League Baseball anunció la suspensión de los entrenamientos primaverales y el retraso de dos semanas del inicio de la temporada 2020, programado originalmente para el 26 de marzo.

El día anterior, el estado de California (donde tienen sus sedes Los Angeles Dodgers, Los Angeles Angels, San Francisco Giants, Oakland Athletics y San and San Diego Padres) y de Washington (el hogar de los Seattle Mariners) habían emitidos órdenes que prohiben, hasta nuevo aviso, la celebración de actividades con grandes aglomeraciones de personas.

Por el momento, el coronavirus le puso una luz amarilla a la MLB, que con cerca de nueve meses (incluyendo pretemporada, serie regular y playoffs) tiene el calendario más largo y agotador de las ligas profesionales de todo el mundo. Un equipo de MLB necesita jugar casi 200 partidos antes de levantar el trofeo de campeón.

Ni las dos guerras mundiales (1914-1918 y 1939-1945), ni los otros grandes conflictos en los que Estados Unidos tuvo roles principales (como la guerra con España en 1898, las guerras bananeras de las primeras cuatro décadas del siglo XX en América Latina, la Guerra de Corea de 1950-53, la Guerra de Vietnam que duró dos décadas, la Guerra del Golfo Pérsico de 1990-91, etc) ni tampoco pandemias como la gripe española que afectó al 28% de la población entre 1918-20, el virus del SIDA comenzando los años ochenta o la fiebre aviar de hace algunos años, pusieron la luz roja al juego.

De hecho, fue un conflicto interno entre jugadores y dueños de equipos que en agosto de 1994 condujo a la cancelación del resto de la temporada, derivando en la no celebración de la Serie Mundial por primera vez desde 1904.

La Liga Nacional (fundada en 1876) y la Liga Americana (desde 1901) comenzaron a disputar la Serie Mundial en 1903, pero no se pusieron de acuerdo en 1904, antes de convertirla en un evento fijo desde 1905.

Ese último paro laboral del béisbol también provocó que la temporada regular de 1995 arrancara el 25 de abril, casi un mes tarde para la tradición, y se recortara de 162 a 144 partidos por equipo.

Los ataques terroristas de septiembre del 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York y el edificio del Pentágono en Washington, que mataron a cerca de tres mil personas e hirieron a más de seis mil, y están considerados como los más siniestros que ha sufrido el país, apenas si retrasaron en una semana el final de la temporada de las ligas mayores.

En 1918, en medio de la I Guerra Mundial (a la que Estados Unidos no entró hasta abril de 1917), se jugó un calendario reducido (de 154 a 126 partidos) durante la serie regular y el clásico de otoño, que los Boston Red Sox ganaron en seis encuentros a los Chicago Cubs, se celebró en la segunda semana de septiembre, debido a una ordenanza gubernamental que requería que los hombres con ocupaciones no esenciales, como los peloteros, fueran reclutados en el ejército.

La importancia del béisbol para la sociedad estadounidense, sin embargo, tuvo su prueba de fuego, y su mayor triunfo moral, en 1942, en medio de la II Guerra Mundial.

La segunda gran guerra comenzó formalmente cuando la Alemania gobernada por Adolfo Hitler invadió Polonia en septiembre de 1939, en lo que parecía un hecho aislado y no el inicio de un plan para conquistar toda Europa.

Estados Unidos se mantuvo al margen del conflicto hasta que Japón, que junto a Alemania e Italia formaban "El Eje" (la coalición del otro bando se autonombró "Aliados"), atacó por sorpresa la base militar norteamericana de Pearl Harbor, en Hawai, el domingo 7 de diciembre de 1941. Estados Unidos inmediatamente declaró la guerra a Japón y Alemania respondió declarando la Guerra a Estados Unidos, que oficialmente entraba al sangriento campeonato como un refuerzo decisivo para los aliados.

Con el país formalmente en guerra, en el invierno de 1941 los dueños de equipos de Grandes Ligas no sabían exactamente cómo deberían proceder, ya sea para preparar o cancelar por adelantando la temporada de 1942. El 14 de enero, a semanas de que abrieran los entrenamientos primaverales, el comisionado Kenesaw M. Landis mandó una carta al presidente Franklin Roosevelt buscando orientación de lo que sería mejor hacer.

La respuesta inmediata del presidente de Estados Unidos es un documento histórico que reposa en el Salón de la Fama de Cooperstown conocido como "The "Green Light Letter" ("La Carta de La Luz Verde"), donde Roosevelt recomendaba a Landis seguir jugando béisbol, en Grandes Ligas y ligas menores, para que los trabajadores de la nación, y el pueblo estadounidense en sentido general, tuvieran en la pelota una fuente de relajación y sosiego en tiempos tan apremiantes.

Este es el texto completo de "La Carta de La Luz Verde".

LA CASA BLANCA, WASHINGTON

15 de enero de 1942

Mi querido juez:

Gracias por la suya del catorce de enero. Como se dará cuenta, por supuesto, la decisión final sobre la temporada de béisbol debe recaer en usted y los propietarios de equipos, por lo que lo que voy a decir es únicamente un punto de vista personal y no oficial.

Sinceramente, creo que sería mejor para el país seguir jugando al béisbol. Habrá menos personas desempleadas y todos trabajarán más horas y más duro que nunca.

Y eso significa que deberían tener una oportunidad de recreación y de distraerse de su trabajo aún más que antes.

El béisbol ofrece una recreación que no dura más de dos horas o dos horas y media, y que se puede obtener por un costo muy bajo. Y, por cierto, espero que se puedan extender los juegos nocturnos porque le da la oportunidad al turno de día de ver un juego ocasionalmente.

En cuanto a los jugadores en sí, sé que está de acuerdo conmigo en que los jugadores individuales que tienen edad militar o naval activa deben ingresar, sin duda, a los servicios. Incluso si la calidad real de los equipos se reduce por el aumento del uso de jugadores mayores, esto no disminuirá la popularidad del deporte. Por supuesto, si un individuo tiene alguna aptitud particular en un oficio o profesión, debe servir al gobierno. Eso, sin embargo, es un asunto que sé que puedes manejar con total justicia.

Aquí hay otra forma de verlo: si 300 equipos usan 5,000 o 6,000 jugadores, estos jugadores son un activo recreativo definitivo para al menos 20,000,000 de los conciudadanos, y eso a mi juicio vale la pena.

Con mis mejores deseos,

Muy sinceramente suyo

Franklin D. Roosevelt

Como se puede ver, salvo raras excepciones, el béisbol siempre ha tenido luz verde. Con suerte, la crisis del coronavirus lo más que podría llegar a ser sería una luz 'amarilla' o de advertencia, pero no necesariamente una luz roja a la temporada del 2020.
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TEMPE, Arizona - Según el servicio nacional de meteorología el área de Phoenix, Arizona tiene un promedio de 299 días de sol al año y de sólo 33 días de lluvia. Hoy fue uno de esos días raros donde el desierto se llena de agua. En realidad, un aguacero. Toda la jornada de la mañana en Arizona fue suspendida incluyendo los tres partidos pautados de la Liga del Cactus.

Mientras los jugadores entrenaban en el gimnasio, utilizaban las jaulas de bateo y los lanzadores se agruparon en los bullpens, algunos tomaron un par de horas de descanso a puerta cerrada en el clubhouse donde los medios no tenemos acceso como parte de las medidas preventivas por el coronavirus instauradas por Major League Baseball. Esta coyuntura nos dio un hoy chance histórico de juntar a dos miembros del Salón de la Fama, uno con placa y otro con una en proceso de elaboración: Vladimir Guerrero y Albert Pujols.

No es fácil juntar a dos leyendas de este calibre por sus diversas ocupaciones y asignaciones. Por un lado, Albert Pujols, preparándose para su temporada número 20 a sus 40 años de edad. En 2019 conectó 23 jonrones que lo dejaron con 656 de por vida, apenas a 4 de alcanzar a Willie Mays, y convertirse así en el número 5 en la lista de cuadrangulares de todos los tiempos. Además, entra en esta temporada con promedio vitalicio de .300, más de 3200 hits y sobre 2000 remolcadas en su carrera.

No hay duda que es el bateador más completo en la historia entre los nacidos en República Dominicana. Su rutina en los entrenamientos consiste en su preparación física óptima, en tomar turnos y servir de mentor para los jugadores jóvenes y líder de un club que además cuenta con el mejor jugador en la actualidad Mike Trout, con el fenómeno de doble-rol Shohei Ohtani y con la firma ofensiva más cotizada de este receso de temporada, el antesalista Anthony Rendon.

Por el otro lado está Vladimir Guerrero Sr. La leyenda de los Angels, el bateador natural con mayor habilidad en la historia y uno de los personajes más queridos en su país por su personalidad relajada y humilde. Guerrero cumple una vez más el rol de instructor especial durante esta semana de primavera donde recibe a diario una asignación para trabajar de cerca con los jugadores del equipo en los ajustes de su bateo. Más allá de eso, Vladimir es un recurso que los Angels colocan a disposición de sus jugadores para tener la oportunidad de aprender lecciones del juego. Es una tradición del Spring Training que los jugadores tengan la oportunidad de compartir con leyendas del juego y aprender de sus vivencias. Para eso está Vladimir y su presencia en Tempe es muy notable.

"Vladdy es una persona ejemplar no sólo por lo que representa para el país sino también por la relación que sigue manteniendo con su gente, con su pueblo después de todos estos años. Eso yo lo mantengo como ejemplo para mí y trato de hacer lo mismo en mi barrio de Los Trinitarios en Santo Domingo Este donde intento con mi fundación ayudar a su gente y a los niños." expresó "La Máquina". Hoy Pujols se ve como un líder de su club, pero a la vez como un mentor más allá del terreno de juego, de lo que representa la vida para un pelotero.

"El dinero no puede cambiarte, ni cambiar tu vida" remarcó. "Puede mejorar tu calidad de vida, pero tú no puedes cambiar tu forma de ser porque al final todos somos iguales y esta es una carrera muy corta donde se debe ser previsivo con el manejo del dinero. Es lo que yo siempre le enfatizo a los muchachos, que deben pensar de que hoy pueden disfrutar de un beneficio económico considerable, pero eso no es para siempre" acotó el tres veces Jugador Más Valioso.

Vladdy escuchó con atención enfatizando con su reflexión: "Yo no puedo en esta etapa de mi vida, después de que por mucho tiempo estuve lejos de mi gente en Don Gregorio, permanecer lejos otra vez. Ahora es el momento de que yo esté con ellos, ayude a mi pueblo en lo que yo pueda y comparta con mi familia. Es una forma de agradecerles el apoyo que me dieron por tantos años" dijo quien hoy es padre de 8 hijos y abuelo de dos niñas.

Angels a la casa de los Astros

La interrogante de los Angels es el pitcheo. La llegada del colombiano Julio Teherán es la mayor carta jugada por la oficina en el receso de temporada, pero su proyección ZiPS para esta temporada es de 10-10, suponiendo que tenga al menos 25 aperturas. Teherán está llamado a ser el abridor número uno de la rotación, pero será su debut en la Liga Americana. La rotación la completaría Andrew Heaney, Dylan Bundy, Matt Andriese y Patrick Sandoval.

El reto de este grupo es estar a la altura de la ofensiva y poder aprovechar el soporte de carreras que potencialmente pudieran tener.

Otra gran adición de este club es Joe Maddon, quien reemplaza como mánager a Brad Ausmus. Maddon es un veterano de esta organización y regresa a casa con la experiencia de establecerse como uno de los mentores más exitosos en la última década incluyendo el título de la Serie Mundial 2016 con los Chicago Cubs. La personalidad de Maddon junto a las estrellas ofensivas de este club son sus cartas más fuertes.

La ventaja del 2020 en esta división es la sombra de dudas alrededor de los Astros y su fortaleza mental por las críticas dentro y fuera del terreno para poder rendir al mismo nivel de los últimos años, al mismo tiempo que se adaptan a una nueva estructura organizativa. También deben cuidarse de los Oakland Athletics quienes vienen de otra gran temporada, con un nuevo núcleo de jugadores jóvenes y potencial para ganar una división que va a tener una lucha muy reñida.

Pero después de terminar a 35 juegos de la punta divisional el año pasado, Pujols sigue enfocado en el aporte que pueda darle a su equipo.

"Para mí es muy difícil concentrarme en números. Yo sé que están ahí, pero no me puedo concentrar en eso. Al final de mi carrera tendré tiempo para reflexionar sobre el valor de mis numeritos, pero por ahora sigo pensando en ayudar al equipo". Pujols proyecta 16 HR y 72 CI según ZiPS para 2020.

Mientras la lluvia continuaba y se confirmó que el partido de hoy quedaba cancelado. Albert Pujols aprovechó que mañana jueves los Angels tienen un día de descanso y aprovechó para "escaparse" hacia Anaheim para pasar un día con su familia. "Debo apurarme a ver si me da tiempo de buscar a las niñas a la escuela y darles esa sorpresa".

El Clásico Mundial

Para ambos el tema del Clásico Mundial es fundamental. Es una meta colectiva que tienen todos los dominicanos pensando desde ya en marzo del 2021. "Yo no tuve la oportunidad de jugar ninguno de los Clásicos por diferentes razones y lesiones y quizás eso me faltó en mi carrera, pero ahora le toca a mi hijo poder representarnos en este equipo y representar a nuestro país" dijo el orgulloso padre de una de las nuevas superestrellas del juego.

"A mi que lleven así sea de coach mental del equipo, el 2021 será mi último año en Grandes Ligas y quiero cerrar mi carrera representando una vez más a Dominicana (como en 2006). Yo voy en la capacidad que sea y hago lo que quieran que yo haga" expresa con la emoción de un niño, al tiempo que entiende que su carrera está en cuenta regresiva.
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