La clasificación de los Reales de Kansas City al Clásico de Otoño el año pasado fue una historia fantástica, disfrutada al máximo por una sufrida afición que esperó 29 años para ver a su equipo finalmente jugando béisbol en octubre.

Ningún equipo tuvo una mejor postemporada sin ganar un anillo de campeonato que los Reales, y es por eso que su pase a esta Serie Mundial 2015 tiene un gran sabor a cuenta pendiente.

Desde un ingenioso torpedero que ha hecho su trabajo sin fanfarria, un cátcher golpeado de pies a cabeza, un veterano jardinero que jamás había visto un octubre y un inédito conjunto de talentosas figuras, correcaminos, toleteros y enigmáticos lanzadores, no cabe duda que lo logrado por este elenco de personajes fue sinigual.

Los Reales dejaron al mundo del béisbol con las ganas al caer ante los Gigantes de San Francisco en el séptimo partido de la Serie Mundial el año pasado, pero en conjunto se trazaron de nuevo la meta de regresar al escenario donde terminó todo, el Kauffman Stadium.

Sigilosamente, los Reales arrollaron la División Central para finalizar el año con 95 victorias, la mayor cantidad en la Liga Americana, siendo el primer equipo del circuito joven en ponchar su boleto a la postemporada 2015.

Lo lograron después de un pésimo mes de septiembre, donde registraron marca de 11 victorias y 17 derrotas, el primer equipo desde 2010 en terminar con una marca de menos de .500 en septiembre y clasificar a la Serie Mundial.

Así rompieron también con la norma no escrita de que jugar bien en el último mes de la temporada regular te lleva a tener un mejor desempeño en los playoffs, siguiendo a la perfección la especialidad de Kansas City, ir en contra de lo convencional.

Como dijo el MVP Alcides Escobar desde el principio de los playoffs: ir en contra de todos los pronósticos es su especialidad.

En ruta a su segunda participación en la Serie Mundial, los Reales dejaron atrás al equipo más caliente en Grandes Ligas, los Astros de Houston y a los favoritos de muchos para coronarse campeones por su indomable ofensiva, los Azulejos de Toronto.

Y Kansas City obtuvo la carrera de la victoria de la manera más adecuada, anotando desde primera base en la octava entrada después de una base por bola precedida por un retraso de 45 minutos por lluvia. Una jugada que define el estilo de béisbol que juegan los Reales: implacable y poco convencional.

Es así como esta Serie Mundial será la primera vez en la historia que verá frente a frente a dos franquicias establecidas después de la era de expansión de las Grandes Ligas (de 1961 en adelante), con los Mets de Nueva York siendo fundados en 1962 y los Reales en 1969.

También tendrá el atractivo adicional de que pondrá fin a una extensa sequía de campeonato de casi tres décadas ya sea en Kansas City o en Queens, con los Reales habiendo ganado su primer y único anillo en 1985, y los Mets un año más tarde, en 1986.

Los equipos se han enfrentado nueve veces desde la instauración de los partidos interliga en 1997, con los Reales teniendo una ligera ventaja de 5-4 en la serie. Los Mets no han visitado Kauffman Stadium desde 2004.

Los Mets están edificados en torno a su pitcheo abridor y los Reales definidos por ser el mejor equipo de contacto con la pelota, además de contar con un espectacular relevo. La búsqueda de un nuevo campeón arrancará el 27 de octubre, coincidentemente el aniversario de los anillos de ambos equipos.

La Serie Mundial promete ser el duelo perfecto, donde la fortaleza de un equipo pondrá a prueba la debilidad de otro, y no cabe duda que no hay nadie como estos Reales para poner a prueba de qué están hechos los Mets.

Los Mets de Nueva York casi podían saborear el pase a su primera serie de campeonato desde 2006 la noche del martes.

Tras haberse robado una victoria en Los Ángeles ante nada menos que el tres veces Cy Young, Clayton Kershaw, un impresionante despertar ofensivo, jamás visto en la historia de los playoffs metropolitanos, puso a soñar con más béisbol en octubre a los fans en Queens después de tomar una ventaja dos partidos a uno sobre los Dodgers.

Pero fue precisamente Kershaw, el proverbial miembro de la letal dupla con Zack Greinke que los hace el uno y dos más temido en Grandes Ligas, quien se encargó de acallar las gradas en Queens pitcheo por pitcheo a través de siete entradas para enviar la serie a un quinto y decisivo partido.

Después de su soberbia presentación en la lomita, donde el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional no mostró ni vestigios de estar lanzando con un día menos de descanso, los fans neoyorquinos se tuvieron que despedir de sus queridos Mets sin saber si los volverán a ver el próximo sábado contra los Cachorros de Chicago en la serie de campeonato, o la primera semana de abril de 2016.

Y la realidad es que fue una gran oportunidad desperdiciada por los Mets.

Propinarle al mejor lanzador en Grandes Ligas lo que había sido entonces su quinta derrota consecutiva en la postemporada les había dado la oportunidad de recuperar la ventaja como dueños de casa que desperdiciaron tras perder cinco de sus últimos seis partidos para concluir la temporada regular.

Pero el mismo Kershaw se encargó de arruinarles la fiesta.

Muchos podrán argumentar que los Mets ni siquiera deberían estar en esta posición por lo sucedido con la controversial barrida ilegal de Chase Utley, pero el equipo neoyorquino tuvo que pasar la página, y su enfoque tiene que estar por completo en algún tipo de despertar ofensivo contra el lanzador que permitió el menor número de carreras en todo Grandes Ligas.

Greinke es el candidato principal para ganar el Cy Young 2015 en la Liga Nacional después de haber registrado una efectividad de 1.66, la más baja registrada en Grandes Ligas desde el 1.63 del inmortal Greg Maddux en 1995.

Pero si los Dodgers están confiados con Greinke en la lomita para el quinto juego, los Mets no tienen nada que envidiarles entregándole la pelota a Jacob deGrom, lo cual nos promete lo que podría ser un clásico duelo de pitcheo postemporada.

Ambos ganaron sus respectivas aperturas, deGrom siendo el más dominante de los dos, pero Greinke subirá a la lomita del Dodger Stadium con una de las mejores marcas en casa en todo Grandes Ligas (10-1) y habiendo acumulado una ínfima efectividad de 1.46 en los confines del Dodger Stadium.

Mientras los Mets estarán dependiendo por completo del brazo de deGrom, y quizás de los bates de Wilmer Flores (.375) y Daniel Murphy (.313), los únicos bateadores metropolitanos con buenos números en su limitada experiencia con Greinke, los Dodgers confían en el despertar ofensivo del primera base Adrian Gonzalez.

El "Titán", quien ha tenido una excelente postemporada con cuatro partidos consecutivos con al menos una carrera impulsada, cuenta con tres hits, dos de ellos cuadrangulares, en ocho turnos contra el as de los Mets.

Además, podríamos ver la reaparición de Utley. El veterano segunda base, quien no ha jugado en los dos partidos desde que su deslizamiento en segunda base terminó en una fractura de pierna para Rubén Tejada, cuenta con tres hits en 10 turnos al bate contra deGrom.

Un solo error podría ser la diferencia en este anticipado duelo de pitcheo Greinke-deGrom, un solo swing podría decidir quién recibirá a los Cachorros en la serie de campeonato. Y si hablamos de cuadrangulares, Greinke permitió dos en su primer partido, y cuatro en sus últimas cinco aperturas de la temporada regular. El último vuelacercas permitido por deGrom fue hace más de un mes, el 9 de septiembre.

Al fin y al cabo, suceda lo que suceda, los Cachorros serán los más beneficiados, ya que no verían ni a Kershaw, ni a Greinke, ni a deGrom para arrancar la serie de campeonato el sábado. Aunque secretamente Chicago, que les ganó todos y cada uno de sus siete partidos en contra esta temporada, estará izando un banderín de "Let's go Mets!".

SAN FRANCISCO - Es apropiado que los Dodgers de Los Angeles le den la pelota a Clayton Kershaw esta noche para tratar de cortar su mala racha de final de temporada lo suficiente como para poder celebrar su tercer título seguido de la División Oeste de la Liga Nacional. Kershaw siemopre parece estar en el montículo para esos momentos definitorios.

El hecho de que dos de esos momentos hayan terminado en Kershaw saliendo del Busch Stadium como el lanzador perdedor en postemporadas consecutivas no ha minado la confianza de los Dodgers en su as zurdo en juegos grandes como estos. Ni Kershaw se ha apartado de la percepción de que suele tener problemas bajo los reflectores del escenario de octubre.

En sus primeros comentarios de la primavera, Kershaw habló sobre dicha reputación, al decir que no iba a tener oportunidad de cambiarla hasta que llegara octubre. Cuando aceptó su premio de JMV de la Liga Nacional, le agradeció a los Cardenales de San Luis por recordarle que, "Nunca eres tan bueno como crees que eres".

Aceptar esos resultados de postemporada son el parámetro de cómo el juicio de los resultados de la temporada de un jugador le puede poner presión a algunos jugadores. Kershaw ha respondido teniendo otra temporada de calibre Cy Young, aunque en esta ocasión la competencia es mucho mayor. Él lidera las grandes ligas en ponches (281) y está tercero detrás de su compañero Zack Greinke y el as de los Cachorros de Chicago Jake Arrieta en efectividad con 2.25.

"Él sabía que no puedes apresurar la temporada; él tenía que pasar por el proceso", dijo el receptor A.J. Ellis. "No tuvo el inicio de temporada que todo el mundo esperaba, pero pudo enderezar el barco, y en mi opinion, se convirtió en el lanzador más dominante en el béisbol en los últimos tres o cuatro meses de la temporada. Ahora nos estamos acercando a los playoffs, y esperamos que tenga algunas oportunidades de salir allá afuera a lanzar con confianza algunos buenos partidos".

Kershaw tiene marca de 1-5 con efectividad de 5.12 en la postemporada, pero por supuesto los tamaños de las muestras siempre importan en este tipo de evaluaciones, en particular por el hecho de que Kershaw solo ha hecho ocho salidas en playoffs, y dos de ellas antes de su cumpleaños 22.

Kershaw ha tenido algunas actuaciones excelentes en postemporada, incluyendo una joya con tres días de descanso ante los Bravos de Atlanta hace dos años. Incluso en su más reciente apertura en postemporada, también con tres días de descanso, lució dominante hasta la séptima entrada, e incluso luego de permitir el cuadrangular decisivo a Matt Adams, su salida siguió siendo de calidad.

Restándole dos salidas antes de los playoffs, incluyendo el cuarto choque de la temporada con el héroe de la postemporada 2014 Madison Bumgarner, y con el número mágico de los Dodgers estancado en dos, Kershaw no quiso ir demasiado lejos a hablar de lo que le espera en esta postemporada. La presión parece haberse esparcido un poco más pareja entre Kershaw y Greinke esta vez, ya que Greinke es quien luce como candidato sólido al Cy Young en este momento.

"Hablaremos de eso cuando lleguemos ahí", dijo Kershaw. "Zack y yo somos parecidos en esto [cinco días] en cuanto a mirar hacia el futuro. Tendremos bastante tiempo - esperemos que unos cuatro días - una vez completemos la primera meta para comenzar a preocuparnos por eso".

La narrative de la temporada 2015 de los Dodgers ha sido la gran consistencia exhibida por Kershaw y Greinke, ya que han impulsado a los Dodgers al borde de clasificar nuevamente a la postemporada. Ambos lanzadores se han combinado para un WAR (según Fangraphs) de 13.6, colocándolos entre las 20 mejores duplas de lanzadores de la historia. Como Randy Johnson y Curt Schilling, quienes según el fWAR tuvieron las dos mejores temporadas combinadas en la historia del béisbol en 2001 y 2002, Kershaw y Greinke son una combinación de zurdo-derecho, que puede ser útil porque los contrarios tienen que alterar sus alineaciones de juego a juego.

"Pienso que se puede decir con seguridad que Zack y yo somos completamente contrarios en como afrontamos a los rivales, y como trabajamos", dijo Kershaw.

Kershaw es un esclavo de su rutina en cada uno de los cuatro días entre sus salidas, mientras Greinke suele guiarse más por el instinto, saltándose algunas veces la sesión de bullpen si le duele el cuerpo. Kershaw suele llevar sus emociones a flor de piel cuando lanza, mientras las emociones de Greinke son virtualmente inexistentes a simple vista: una sonrisa agradable o una mueca de ligera molestia. Las cámaras captaron a Kershaw increpando al manager Don Mattingly en el dugout luego de ser sacado de juego por un bateador emergente luego de cinco entradas ante los Diamondbacks de Arizona en su más reciente salida. Mattingly estaba tan molesto, que al día siguente dijo, "Clayton es impresionante".

Aun así, Kershaw estaba un poco avergonzado de que su pequeña diatriba se hiciera tan pública.

"Pienso que no tener emoción en el montículo sería lo mejor que podría hacer, pero es difícil para mí contener esas emociones en ocasiones", dijo Kershaw. "Zack hace un buen trabajo con eso también, el no verse afectado por nada en realidad, bueno o malo, lo que definitivamente es una cualidad que admiro mucho en él".

Es precisamente esa pasión de Kershaw la que perversamente podría ser su mayor obstáculo en la postemporada. Cuando las cosas le han salido mal, las mismas suelen ocurrirle con rapidez, lo que sugiere que el juego tiende a acelerarse cuando él está en crisis. Uno de los mentores de Kershaw, Sandy Koufax, aludió a ese detalle en la primavera, mientras predecía que Kershaw lograría hacer desaparecer la noción de que no puede lucir bien en octubre simplemente al tener más oportunidades. Hasta ahora, las actuaciones en postemporada son uno de los separadores entre dos de los mejores lanzadores de los Dodgers de todos los tiempos.

Koufax tuvo efectividad de 0.95 en ocho juegos de Serie Mundial. En su era, no habían otros juegos de postemporada.

"Yo no sé si tiene algún fuego adicional que prender porque pienso que él siempre tiene ese fuego encendido", dijo Koufax. "Pienso que es un gran competidor. ¿Tendrá algún fuego adicional? Espero que no porque algo extra te podría destruir. Solo puedes llegar hasta cierto punto. Un esfuerzo físico del 100 por ciento te puede matar porque no tienes espacio para pensar. Puede llegar hasta 99. Pero tienes que dejar algo de espacio para el cerebro".

La temporada de Kershaw ha dejado la impresión de que él está construyendo un camino hacia un octubre dominante, aunque por supuesto, las impresiones siempre pueden ser engañosas.

El 21 de mayo, luego de una derrota 4-0 ante Bumgarner y los Gigantes, Kershaw tenía marca de 2-3 y efectividad de 4.32. Luego de las primeras nueve salidas, la línea de pensamiento era esencialmente la misma. ¿Qué le pasa al mejor lanzador del planeta? Kershaw no tuvo mucho que decir sobre ello en ese momento, pero sí ha tenido mucho que decir desde ese entonces. Ha compilado marca de 13-4 con efectividad de 1.50, 208 ponches y 25 boletos desde ese entonces. Las personas que se adhieren de forma más estrictas a las estadísticas avanzadas tienden a argumentar que Kershaw debería ser el ganador del Cy Young por encima de Greinke o Arrieta por sus altos totales de ponches y su mejor FIP (Fildeo Independiente del Bateo.

Kershaw dijo que no se ha detenido a considerar si en esta temporada ha tenido que hacer más esfuerzo que en sus anteriores temporadas de Cy Young debido a su lento inicio.

"Creo que realmente no sé si estaba teniendo tantos problemas realmente. Tengo que echar una mirada, algo que probablemente no voy a hacer, para ver cuán mal estaba", dijo Kershaw. "Imagino que en el medio del asunto, uno nunca siente que estás haciendo las cosas tan bien como las estás haciendo, y nunca sientes que estás haciendo las cosas tan mal como las estás haciendo. Para mí, ha sido prácticamente lo mismo todo el año".

Pero por supuesto, pronto no va a seguir siendo lo mismo. Los ojos del mundo estarán encima de Kershaw, para ver como luce bajo el microscopio de la postemporada. Los Dodgers se correrán ese riesgo con él cada vez.

HOUSTON -- Yasiel Puig ha sido una figura polarizante en el deporte por tanto tiempo, que ya no le preocupa, según dice, si le cae bien a la gente o no.

Por momentos, utiliza un tono desafiante cuando discute lo que ha sido hasta el momento una decepcionante tercera temporada en las Grandes Ligas.

"Uno siempre tiene que pasar estas dificultades, pero la gente que está a mi lado cree en mí y me apoya", dijo Puig a los reporteros en español.

Por supuesto, las críticas hacia Puig siguen de forma constante, aunque el tema ha cambiado un poco en el 2015. Por dos temporadas, la gente se quejaba de la actitud extravagante de Puig en el terreno, la forma en que suelta el bate en el plato, las veces que pierde al hombre del corte, sus errores ocasionales en el corrido de bases y su conducta fuera del terreno. Pero ahora, las quejas apuntan hacia su falta de producción en la caja de bateo y se preguntan si él está haciendo todo lo posible para mantenerse en el terreno cuando está lejos de él.

En cierto modo, esta última crítica hiere de forma profunda a Puig, porque la misma cuestiona su valor para su equipo.

"Probablemente el éxito que tuve en los pasados dos años ocurrió porque nadie me conocía... quién sabe", dijo. "Pero siempre voy a tener éxito en este deporte, porque eso es lo que siempre he hecho desde que tenía 11 años".

Los números sugieren mediocridad aun cuando las hazañas lucen en ocasiones espectaculares. El OPS de Puig de .754 lo ubica en el puesto 59 en la Liga Nacional entre jugadores con al menos 250 apariciones en el plato, detrás de jugadores tales como Chris Coghlan, Gregor Blanco y Nori Aoki. Su defensiva en el jardín derecho ha tenido algo de impacto en ocasiones, pero todo ello ha sido arrastrado por su inhabilidad de mantenerse en juego. Puig se ha perdido 38 partidos esta temporada por una lastimadura en la corva izquierda - y los Dodgers se las han arreglado para jugar para 20-18 sin él - y ahora su otra pierna le ha estado molestando.

Puig tuvo que salir de juego el martes en la noche por rigidez en la corva derecha, lo que un posterior MRI confirmó que era algo leve. Los Dodgers esperan que Puig pueda volver a juego en los próximos días, pero su recurrencia a lesionarse en la otra pierna tiene a algunas personas preguntándose si estas lesiones son una señal de una carrera que estará llena de lesiones.

El peso de Puig ha fluctuado entre 220 y 245 libras en su corta carrera en MLB. Su físico se mantiene casi como esculpido, el tipo de cuerpo que suele verse más en camerinos de la NFL que en los de la MLB, pero algunos se preguntan si al físico de Puig se le hace difícil jugar un deporte como el béisbol, el cual se disputa en condiciones climáticas variables. La temperatura estaba en los 60 cuando Puig se lastimó la corva el martes en la noche en Oakland.

"Uno ve tipos bien grandes, con muchos músculos, y algunas veces cuando llegan las lesiones, parece que no pueden librarse de ellas", dijo el manager de los Dodgers Don Mattingly. "Va a ser algo que probablemente va a tener que prestarle atención en el resto de su carrera, asegurándose de estar siempre suelto y asegurándose de hacer su trabajo de forma adecuada".

Las relaciones de Puig con sus compañeros y con Mattingly se han convertido en un tema constante alrededor de los Dodgers, al punto de que algunas personas han comenzado a cuestionar abiertamente si la oficina central liderada por Andrew Friedman buscará en algún punto cambiarlo. Esa noción fue puesta a descansar temporeramente cuando Jayson Stark de ESPN reportó este mes que los Dodgers habían puesto a Puig en waivers, y luego lo sacaron del proceso cuando un equipo no identificado lo reclamó. Eso significa que Puig se mantendrá como un Dodger hasta por lo menos la temporada baja.

Y nada de esto pasó desapercibido por Puig, quien con cada día que pasa se nota más cómodo leyendo y hablando en inglés.

"Cuando yo hice lo que hice, los fanáticos de esta ciudad me dieron una calurosa bienvenida, y gracias a ellos me sentí muy contento en esta ciudad", dijo Puig. "Si yo termino mi carrera con este equipo, sería un gran placer para mí, ya que fue mi primer equipo en las mayores. Pero si no es así, puedo jugar en cualquier equipo. Yo vine aquí a jugar béisbol. Eso queda en manos de ellos [los Dodgers]. Si me ponen en waivers o me cambian, yo voy a jugar donde sea".

Mantener a Puig saludable y sacarle el máximo a sus prolíficas habilidades será un reto para los Dodgers en los meses venideros mientras siguen en su lucha para aguantar el empuje de los Gigantes de San Francisco y agenciarse el banderín del Oeste de la LN. Como siempre, ellos continúan en su búsqueda de voces que puedan llegarle a él. En un punto en una conversación reciente, Puig dijo en broma que quizás debería comenzar a llegar tarde de nuevo al estadio, ya que cuando hacía eso anteriormente solía batear mejor. Puig llegó tarde al juego inaugural de los Dodgers en casa la pasada temporada, y Mattingly lo sentó cuando llegó más tarde de lo permitido por las reglas del equipo a un partido en Miami la temporada anterior.

Lo que nos lleva a la pregunta de seguimiento: ¿Cómo se sentiría tu manager si vuelves a comenzar a llegar tarde?

Puig respondió diciendo que no está demasiado preocupado por la reacción de su manager. "Él hace sus cosas en el juego y yo hago mi trabajo", dijo Puig. "Yo solo trato de enfocarme en mí con la ayuda de Adrián González, Mark McGwire y todas las personas que quieren ayudarme. A mí no me preocupa lo que haga el manager. Esos son problemas de él".

Cuando recientemente los Dodgers trajeron al ex manager de los Cerveceros de Milwaukee Ron Roenicke para ser su coach de tercera base, uno tenía que preguntarse si había algo más en ese momento que simplemente mejorar el corrido de bases del equipo. Después de todo, Roenicke fue quien manejó a Carlos Gómez, un jugador que floreció bajo Roenicke y que pasó de ser un decepcionante jugador con cinco herramientas a un dos veces Todos EStrellas. Roenicke dijo que está de acuerdo en que se pueden hacer comparaciones entre Gómez y Puig.

"Estamos hablando de dos de los peloteros con mayores herramientas en el béisbol. Yo ví a Carlos temprano en su carrera cuando cometía errores todo el tiempo. Lo vi evolucionar hasta llegar a ser un dos veces Todos Estrellas. ¿Sigue cometiendo errores? Sí, pero crea tantas opciones en el lado positivo que uno puede ganar muchos partidos con él", dijo Roenicke.

Los Dodgers podrían decir lo mismo de Puig, pero su producción ciertamente no ha estado al nivel que ellos quisieran. Desde su llegada en junio de 2013 hasta el receso del Juego de Estrellas en 2014, Puig tuvo un OPS de .920. Desde ese entonces, ha sido de .766. Más aún, hay algunas personas de be;isbol que sugieren que Puig no va a poder recuperarse de esta tendencia a la baja en su producción.

"Él es fácil de lanzarle si puedes lanzar", dijo un escucha rival de la Liga Nacional que ha evaluado extensamente a Puig. "Tiene habilidad y lo que él es en el camerino se presta para que otros hablen, pero te puedo decir que si lo trabajas bien, se va a ir con los lanzamientos rompientes hacia afuera.

"Mi pensamiento es que él se está ganando todo este dinero, tiene el mundo agarrado por ustedes saben dónde. ¿Acaso él está dispuesto a invertir el tiempo para mejorar? Pienso que sus posibilidades son buenas, pero no grandiosas".

Pero existe un argumento para refutar cada crítica que se emita contra Puig. Por un lado, su tasa de ponches ha bajado desde el receso del Juego de Estrellas 2014, de 21.2 a 20.2 por ciento. Pero por el otro, su tasa de boletos se ha mantenido exactamente igual en 9.4 por ciento. Y está fallando menos pitcheos, de 31.9 a 27.8 por ciento.

Cuando se tiene un talento tan profundo, la esperanza también es profunda.

"Yo estoy seguro de que podré salir de esta mala racha en la parte final y en la postemporada, donde será incluso más importante", dijo Puig.

Los Dodgers de Los Angeles deben vérselas sin los servicios de su segunda base titular, Howie Kendrick, quien fue colocado en la lista de lesionados por 15 días, luego de lastimarse el muslo de la pantorrilla izquierda, este domingo, durante el juego frente a los Piratas.

"La de Howie Kendrick es una pérdida muy dura. El estará fuera, al menos, durante dos semanas, porque aún no tenemos los detalles de la resonancia magnética a la que fue sometido, para saber con detalle sobre la gravedad de su lesión," explicó el dirigente, Don Mattingly, este lunes, durante su acostumbrada sesión con la prensa, previa a cada juego, en este caso, en el inicio de una serie de tres desafíos ante los Nacionales de Washington, en Chávez Ravine.

"Por suerte, en un par de días, podremos recuperar a Justin Turner," agregó Mattingly, en referencia a su tercera base, quien ha estado fuera de acción recuperándose de una infección en su nmuslo izquierdo.

Porque en el caso de la segunda base, el dirigente de los Dodgers llamó desde la sucursal de Trile-A en Oklahoma al infielder venezolano José Peraza, para cubrir la ausencia de Kendrick, quien batea para .296, ha intervenido en 105 juegos en la temporada, en los que ha disparado 9 cuadrangulares y ha impulsado 49 carreras.

Peraza, quien cuenta con apenas 21 años de edad, es considerado como uno de los 4 mejores prospectos de ligas menores y fue adquirido por los Dodgers, de los Bravos de Atlanta, al pasado 30 de julio, durante un intercambio de ocho peloteros que también involucró a los Marlins de Miami.

El nativo de Barinas, Venezuela, hace su debut en la gran carpa esta misma noche, luego de que en los 10 juegos en los que participó con el equipo filial de Oklahoma City, bateó para .385.

"Vamos a ver cómo luce esta noche contra un lanzador zurdo," adelantó Mattingly, quien también confió en que piensa utilizar al boricua Kike Hernández para jugar en la intermedia.

"El viene haciéndolo muy bien con el bate,", aseguró el manager de los Dodgers, al mencionar a Hernández, quien lo mismo puede jugar en el jardín central, que como infielder.

Otra ausencia notable en el juego de este lunes frente a la novena capitalina que conduce Matt Williams, era la de Adrián González, pero, en su caso, Mattingly aseguró que sólo se trata de que el 'Titán' tenga un día ibre.

"Adrián tiene alguna ligera molestia en un tobillo y preferimos darle un breve descanso para que no se vaya a agravar, y que se mantenga saludable en lo que resta de la temporada regular," explicó el timonel.

Los Dodgers de Los Ángeles dejaron en libertad al lanzador relevista, el diestro Brandon League, anunció la institución este viernes.

En tres temporadas con los Dodgers, League tuvo marca de 10-8, con efectividad de 3.55, durante su participación en 149 juegos, todos en calidad de relevista, para acumular 144.2 entradas de trabajo, en los que caminó a 56 bateadores y ponchó a 93.

Llegó a ser el taponero del equipo y logró un total de 20 juegos salvados.

La entidad asentada en las Lomas de Chávez Ravine había dejado al lanzador en calidad de sujeto a una reasignación, el pasado 2 de julio.

League intervino en 10 juegos con los equipos filiales de Rancho Cucamonga, en Doble A, lo mismo que en la sucursal de clase Triple A en Oklahoma City, como parte de la rehabilitación tras una operación en su hombro derecho, que lo marginó del equipo desde el mes de marzo.

A los Dodgers les corresponde seguir pagando un remanente de aproximadamente 3.5 millones de dólares, por lo que resta del contrato con el jugador, de 7.5 millones de dólares.

Al mismo tiempo, los Dodgers reclamaron al lanzador relevista de 27 años de edad, el derecho Preston Guilmet, procedente de los Rays de Tampa Bay, para asignarlo a uno de sus equipos de ligas menores, en tanto que el lanzador zurdo Chris Reed quedaba a la espera de una nueva asignación.

Guilmet, un egresado de la Universidad de Arizona, debutó en la gran carpa durante la temporada de 2013, con los Indios de Cleveland. Ha acumulado marca de 0-1, con efectividad de 6.43, en 17 intervenciones en juegos de grandes ligas, con Cleveland (2013), Orioles de Baltimore (2014) y Tampa Bay (2015).

El parador en corto de los Dodgers de Los Ángeles, Jimmy Rollins, fue el objeto de la atención de todos los reporteros que siguen el día a día de los Filis de Filadelfia, este lunes, cuando ambas novenas iniciaron una serie de tres desafíos en Chávez Ravine.

Era la primera vez que Rollis se enfrentaba al que fue su equipo durante 15 años y con el que disputó 2,090 juegos.

"Gané todo lo que hubiese querido ganar con los Filis, incluyendo una Serie Mundial", recordó Rollins, evocando los buenos momentos vividos junto al que fuera su primer y único equipo, hasta que durante el pasado invierno fue transferido a los Dodgers.

El infielder de 36 años de edad, incluso fue una pieza determinante durante la disputa de la Serie de Campeonato del 2009, entre Filis y Dodgers.

Durante el cuarto juego, con el equipo de Los Angeles ganando por pizarra de 4-3, un imparable de Rollins en el último turno, permitió que los locales le dieran la vuelta al marcador y dejaran en el terreno a los Dodgers, un triunfo que impidió que la serie regresara a Chávez Ravine, ya que al siguiente día, en el quinto duelo de la serie, los de Filadelfia apabullaron a la novena azul, por 10-4 y con ese triunfo avanzaron a su segunda Serie Mundial consecutiva.

En el 2008, los Filis también habían descontado a los Dodgers, de la misma forma, en 5 juegos, para avanzar al Clásico de Otoño, donde superaron a los Rays de Tampa Bay, también en 5 juegos.

Los recuerdos se fueron desgranando, la nostalgia envolvió el momento, pero, al final, Jimmy Rollins, con todo profesionalismo, estableció una y otra vez, que a pesar de los dulces momentos vividos con los Filis, hoy por hoy, está comprometido con los Dodgers.

¿Cómo te vas a sentir el mes próximo, cuando juegues por primera vez en Filadelfia, vestido con los colores de Dodgers?, insistió un colega filadelfiano, a lo que Rollins replicó.

"Te lo contaré el mes próximo. Ustedes me conocen, no soy una persona muy ansiosa, pero sin duda, será algo emocionante para mí. Lo único que les puedo adelantar, es que mis padres van estar ahí ese día, pues me han dicho que no se quieren perder ese juego. Va a ser muy divertido", anticipó Rollins.

CHICAGO -- Los Dodgers de Los Ángeles activaron al lanzador derecho Joel Peralta, sacándolo de la lista de inhabilitados, y convocaron al lanzador zurdo Ian Thomas del equipo Oklahoma City de Triple A.

El club además envió a los relevistas Daniel Coulombe y Matt West a Oklahoma City antes del juego del lunes por la noche en casa de los Cachorros de Chicago.

Peralta estuvo fuera de acción debido a un dolor en el hombro de lanzar. El dominicano trabajó cinco entradas y dos tercios en siete apariciones durante abril, con registro de 1-0 y tres salvamentos en tres oportunidades.

Los Dodgers adquirieron a Thomas en la negociación de mayo que envió al jugador de cuadro Juan Uribe a los Bravos de Atlanta. Thomas tiene marca de 0-1 con efectividad de 6.48 en seis juegos en Grandes Ligas este año.

Coulombe no tiene juegos ganados ni perdidos y registra una efectividad de 8.53 en cuatro encuentros con Los Ángeles. West lanzó tres episodios sin anotación en dos juegos con los líderes de la División Oeste de la Liga Nacional.

LOS ANGELES - Los Dodgers de Los Angeles lucieron como un equipo abatido el jueves en la noche.

Siete partidos en seis días, con lluvia en algunos de ellos persiguiéndote en el medio del país tienden a hacer que un equipo se vea algo empapado. Como también lo hace el aterrizar a las 3 a.m. para tener que estar en el estadio apenas 10 horas más tarde. Como también lo hace una gran dosis del joven as de los Cardenales de San Luis Michael Wacha, particularmente cuando tu lanzador te coloca en un hueco 5-0 para el momento en que te toca batear en la quinta entrada.

Los Dodgers sabían a lo que se enfrentarían - fatiga, un bullpen radicalmente agotado y un poco favorable choque de lanzadores - al entrar al jueves, lo que convirtió la derrota 7-1 ante Wacha y los Cardenales en algo más fácil de digerir, por ponerlo de alguna manera.

El estado de los Dodgers al llegar el jueves fue muy bien resumido por la alabanza hecha por el manager Don Mattingly para sus jóvenes lanzadores Carlos Frías y Daniel Coulombe, quienes permitieron las siete carreras y los 12 hits conectados por los bateadores de los Cardenales para que el resto del bullpen, que fue utilizado en demasía en Colorado, pudiese descansar sus brazos.

Mattingly catalogó a Frías y Coulombe como los "heroes del juego", una interesante selección de palabras de parte de un manager de un equipo de $270 millones luego de una derrota por seis carreras.

De acuerdo, esos dos lanzadores pudieron ayudar al bullpen a restablecerse, pero el resto del equipo está mostrando señales de que va camino a la ruina. Howie Kendrick tiene molestias en una rodilla luego de un raro deslizamiento en terreno mojado la noche del miércoles en Colorado y Mattingly dejó entrever que si Kendrick no mejora de la noche a la mañana, podría ser colocado en la lista de lesionados de 15 días.

Kendrick se uniría a Yasiel Puig, Carl Crawford y Scott Van Slyke entre los jugadores de los Dodgers marginados por lesiones. El cuerpo de lanzadores se encuentra en peor estado, con dos abridores y tres relevistas menos. Pero los Dodgers se dan cuenta que a nadie se va a preocupar por sus excusas si las cosas comienzan a ir de lado a lado debido a que su oficina central ha estado hablando acerca de la profundidad de este equipo por meses y de todos modos nadie siente lástima por la suerte de los equipos ricos.

Además, podría haber algo de ayuda a punto de llegar. Se espera que Puig se reintegre en algún punto de la semana que viene y Héctor Olivera, el jugador del cuadro de 30 años procedente de Cuba y a quien los Dodgers firmaron por $62.5 millones, se encuentra en Doble A y podría estar no muy lejos de unirse al equipo grande. En su debut profesional con Tulsa, Olivera se fue de 4-1 con dos boletos el jueves en la noche.

Los Dodgers han jugado para 9-13 en sus pasados 22 partidos. En sus partidos ante equipos con record ganador, juegan para 3-10. Al serle preguntado por la fatiga del equipo y las lesiones que se van acumulando, Mattingly dijo lo único que podía decir sin sonar que estaba buscando excusas.

"Al final del día", dijo, "tu ganas o pierdes".

SAN LUIS - El receptor A.J. Ellis se encuentra entre los jugadores más articulados y accesibles de los Dodgers de Los Angeles, así que cuando él quiere evitar contestar una pregunta, uno sabe que es una pregunta incómoda.

Luego que los Dodgers perdieran 3-2 ante los Bravos de Atlanta el miércoles en la noche, alguien le preguntó a Ellis cuán retante sería la venidera gira como visitantes - siete juegos en seis días en San Luis y Colorado. Ellis suspiró y dijo, "No me gustan mucho las preguntas sobre algo del futuro. Vamos a tener un día libre [jueves]. Yo solo me enfoco en relajarme. ¡Por Dios, acabo de jugar tres partidos en fila!"

Cuando Yasmani Grandal vuelva el sábado, se espera que Ellis vuelva al puesto de receptor sustituto y quizás tenga menos estrés.

O, de nuevo, quizás no. Los Dodgers entran a su periodo más exigente del calendario, comenzando con tres partidos en el Busch Stadium, hogar del mejor equipo en el béisbol en este momento, y le seguirá una serie en el Coors Field que incluye una doble cartelera y que minará aún más los recursos de pitcheo que tienen los Dodgers. El panorama es más complicado aún: Los Dodgers tendrán que jugar 34 juegos en 34 días. El 11 de junio es la única fecha abierta entre ahora y el 2 de julio. Ellos van a jugar partidos en ocho ciudades diferentes en esos 34 días.

Ellis finalmente cedió. Los Dodgers no se han enfrentado todavía al equipo que los ha sacado de la postemporada en las últimas dos campañas seguidas, venciendo en ambas ocasiones a Clayton Kershaw. Estos Cardenales podrían ser mejores que aquellos dos. Hasta ahora, han ganado 31 juegos con apenas 16 derrotas para tener el mejor porcentaje de victorias en el béisbol.

"Siempre va a ser una prueba el juga ren San Luis", dijo Ellis. "Probablemente ellos sean el mejor equipo en la Liga Nacional ahora mismo. Ellos tienen algunos jugadores increíbles en ambos lados de la pelota. Va a ser un reto para nosotros, especialmente sin tener disponibles a Zack [Greinke] o Clayton".

Dice algo sobre la época del año y el énfasis que el equipo pone en esta serie el hecho de que no hizo cambios en su rotación de pitcheo para involucrar a Kershaw. La temporada de Kershaw ha terminado en dos años consecutivos con derrotas decepcionantes en el Busch Stadium en los playoffs. Él lanzó bien ante los Cardenales en su única salida en temporada regular allí el año pasado.

Los Dodgers fácilmente pudieron usar el día libre del jueves para saltarse a Carlos Frías, quien permitió 10 carreras con 12 hits en cuatro entradas, pero ellos querían que todos sus abridores tuviesen un día adicional de descanso, así que la próxima salida de Kershaw será el lunes en Colorado. Sin embargo, sí se medirá a San Luis en el Dodger Stadium dentro de nueve días, el 6 de junio.

Los Dodgers entran a su serie más retante a la fecha con Mike Bolsinger, Frías y Brett Anderson en el montículo. San Luis contrarrestará con John Lackey, Michael Wacha y Carlos Martínez.

El manager de los Dodgers Don Mattingly espera un ambiente intense en el estadio en los siguientes tres partidos porque los equipos se han medido frecuentemente en los playoffs en las últimas temporadas. Los Dodgers eliminaron a los Cardenales en el 2009, pero desde ese entonces han caído en las últimas dos campañas. Incluso, ha habido algo de mala sangre entre ambas novenas. Kershaw golpeó a Matt Holliday con un pitcheo la temporada pasada como represalia por las varias veces que Hanley Ramírez fue golpeado en los últimos dos años.

"Ellos son un equipo muy bueno cada año y medirnos a ellos en los playoffs es un aumento de adrenalina a lo que sentimos en la temporada regular cuando juegas ante ellos", dijo Mattingly. "Así que, definitivamente es algo diferente a cuando juegas contra Milwaukee o cualquier otro. No que esté menospreciando a Milwaukee, pero no nos hemos medido a ellos en la postemporada en tres ocasiones diferentes. Eso cambia las cosas".