RÍO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Una Copa del Mundo es mucho más que un torneo de fútbol. Esta frase se dijo una y mil veces, pero no deja de ser una verdad irrefutable. Es un evento social y un encuentro de diversas culturas. Aquí, occidentales, orientales, católicos, judíos y musulmanes conviven durante un mes sin que esas diferencias tengan ningún tipo de relevancia. Eso se puede ver en cada estadio, en cada calle.

Sin embargo, durante el Mundial la vida sigue, aunque parezca que se detiene. Por primera vez desde 1986, el Ramadán coincide con la disputa del campeonato más importante de todos. Esto supone un verdadero desafío para futbolistas e hinchas, ya que ven como su pasión, su trabajo y su religión entran en conflicto.

Ramadán es el noveno y el más importante mes del calendario musulmán. Durante treinta días, los religiosos deben realizar el sawn, que es el ayuno desde el alba hasta que se pone el sol. El principal objetivo del sacrificio es buscar la paz que promueva el estado de conciencia Divina. La abstinencia es de bebida, comida, relaciones carnales y cambios de ánimo exagerados.

En Brasil todavía hay varias Selecciones con jugadores musulmanes. Argelia, que dio la sorpresa y se metió en octavos de final, es la que mayor cantidad tiene, pero también hay en Bélgica, Francia, Suiza y Alemania. Irán y Costa de Marfil ya quedaron eliminado y sus futbolistas e hinchas podrán realizar el ayuno sin ningún tipo de problemas.

Sin dudas, la Selección argelina es la más afectada por la fecha en la que este año se celebrará el Ramadán, ya que casi todo su plantel profesa esta religión, al igual que los cuatro mil hinchas que viajaron a Sudamérica. Todos ellos suplicarán por una extensión para seguir en la Copa del Mundo sin traicionar sus raíces y credos.

Además de que es una época de instrospección y trabajo espiritual y eso no debería entrar en conflicto con algo tan trascedente como la disputa de un Mundial, el Ramadán podría afectar a la salud de los futbolistas. El gran problema de este tipo de ayunos es el nivel de deshidratación que provoca, sobre todo en un clima como el de Brasil, con partidos a las 13.00 horas.

El doctor Hakim Chalabi, quien trabaja para la Federación de Argelia, afirmó: "Es un periodo en el que el riesgo de lesiones aumenta, especialmente a nivel lumbar, de las articulaciones y de los músculos. El nivel de nutrición debe cambiar. Hay que modificar también la calidad de los alimentos para adaptarlos al ejercicio. Los jugadores deben hidratarse mejor. Además, les aconsejamos que sus siestas sean más largas por la tarde, con el fin de recuperar una parte de su tiempo de sueño".

El capitán Madjid Bouguerra habla por él y sus compañeros: "Es más psicológico. A menudo, hay que mostrar a los entrenadores que no están de acuerdo (con que se cumpla el Ramadán) que estamos ahí al 200%. Lo más duro es la hidratación. Pero está bien, el clima es bueno. Algunos jugadores puede retrasar esos días. A título personal, voy a ver en función de mi estado físico, pero pienso cumplirlo".

Varias estrellas del Mundial son musulmanes, como el francés Karim Benzema, el alemán Mesut Özil, el belga Marouane Fellaini y el suizo Philippe Senderos. Cada uno deberá decidir de forma individual y consensuando con su cuerpo técnico de qué manera respeta su credo. Algunos, como Özil, confirmaron que no lo realizarán: "El Ramadán empieza el sábado, pero no voy a participar porque estoy trabajando".

El entrenador de la Selección de Francia, Didier Deschamps, afirmó ser respetuoso con respecto a este tema: "Los jugadores están acostumbrados. No es un problema que surja ahora. No tengo ninguna preocupación y cada uno se adaptará a la situación". De todos modos, su gran figura Benzema ya ha manifestado que se acogerá a la excepción que le permite el Corán a los viajeros y pospondrá su ayuno. El otro musulmán del plantel, Mohamed Sissoko ya ha sufrido problemas en otras temporadas por realizar el sawn y es probable que tampoco lo lleve a cabo.

El jefe médico de la FIFA, Jiri Dvorak, llevó tranquilidad: "Hemos hecho extensos estudios a los jugadores durante el Ramadán, y la conclusión es que si se sigue adecuadamente todos los preceptos y si se toman las precauciones necesarias, no hay disminución en el desempeño físico".

Argelia vive el mejor momento de su historia futbolística y Francia va en busca de su segundo título del mundo en medio de un mes muy especial para las vidas espirituales de sus jugadores e hinchas. La Copa del Mundo no para, pero puede convivir con las creencias de los pueblos.

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