LOS ÁNGELES -- Un héroe: Tiago Volpi. Un villano: Alan Pulido. Un catedrático: Víctor Manuel Vucetich. Un escolapio: Matías Almeyda.

Un Campeón de la Copa Mx: Gallos Blancos de Querétaro. Y un Subcampeón múltiple derrotado: Chivas que, además, pierde al 'Chapito' Sánchez y a Ángel Zaldívar.

Y claro, de nuevo, un arbitraje deplorable, incompetente, que perdona la roja al 'Avión' Calderón y por no marcar la falta sobre #LaEternaPromesa Rentería, provocó la canallesca reacción del colombiano con un cabezazo que le mereció la roja.

Otra cuenta pendiente para Chivas: El 'Pelado' Almeyda sigue sin saber resolver encuentros que le quedan a modo para ganar, con un hombre más en la cancha. Se ha puesto más nervioso, tomado decisiones incorrectas y, como ante Pachuca, estuvo a punto de recibir gol en los minutos finales.

Y Vucetich, sumando títulos. Su tercera Copa y rompiendo con ese maleficio histórico de Querétaro y La Corregidora.

Cierto, Gallos Blancos no cautiva, no seduce, no atrae, pero ha salido campeón. Vucetich tiró la emboscada: un equipo compacto, de lucha y despliegue, con jugadores con oficio para buscar una sorpresa.

Incluso, fue evidente, Vucetich supo manejar mejor el encuentro tras la torpe expulsión de Rentería de lo que fue capaz de responder Matías Almeyda, quien, ya de manera inexplicable mantuvo en la cancha a 'Gullit' Peña, quien tuvo otra más de esas noches en las que es un pobre fantasma decadente de lo que alguna vez insinuó.

Y cuando decide Almeyda sacrificar al 'Conejito' Brizuela por seguir respetando posición a Peña, terminó por romper una de las lanzas peligrosas con las que cuenta el Guadalajara.

Pero, la figura fue Volpi. Un arquero extraordinario. Renovado el contrato, empezó a pagar réditos a Gallos Blancos.

Atajó dos penales, y encima se dio el lujo de cobrar uno, como para intimidar obviamente a sus adversarios, de que era capaz de hacer y detener. Gigante el brasileño.

Él mismo, pone en evidencia de qué están hechos sus rivales. Un ejemplo. A Orbelín Pineda lo amagaba, lo desafiaba, lo invitaba a cobrar por el centro del arco. Al final, Volpi se vence y Pineda, ladina y magistralmente, mete el balón por el centro de la portería. Personalidad del jugador de Chivas.

Y después llegaría Alan Pulido, la contratación más cara en la historia del futbol mexicano. Y de nuevo yerra su disparo, precisamente porque la mímica invasiva, intimidante de Volpi lo inquietó, lo asustó. Volpi lo asesinó mental y espiritualmente.

Y ahí, Almeyda recibió una lección. Orbelín Pineda está hecho de otra sangre, de otro temperamento muy diferente al de Pulid y, claro, al de otros jugadores como el 'Gullit'.

Mientras, Querétaro, muestra la mano de Vucetich. Cardozo, en uno de sus mejores partidos, luego de torneos vegetando en Monterrey. Noriega despierta, mientras Candelo encuentra su mejor ritmo. Claro, Sanvezzo es un jugador con cualidades diferentes.

Para Chivas, la bancarrota final tiene otros déficits. Zaldívar puede perderse el juego del fin de semana ante el León, y lo mismo puede ocurrir con el Chapito Sánchez. Hoy se sabrá qué ocurre con ambos.

Y el que sigue en terapia intensiva en el nosocomio de la inutilidad, sigue siendo el 'Gullit' Peña, asolado y azotado por las calamidades de la crisis familiar y las exigencias extramaritales que lo subyugan, y que a veces, tiene que resbalarlas por la garganta con el mejor de los licores.

Chivas pierde la Copa Mx, y obviamente le sabe a menos haber eliminado en Semifinales al América.

Y al final, estos mellizos del odio, terminan dándose cucharadas de hiel ajena: el Guadalajara se consuela con haber eliminado a las Águilas, y en El Nido hay fiesta de consolación porque el establo perdió en el desenlace.