Ya pasó la noche de Las Vegas. Y ya en el día después, llega el momento del balance para Agustín El Avión Gauto, y Gustavo “Eléctrico” Lemos. Ambos derrotados, aunque por diferentes caminos y con distintos panoramas.
Las peleas fueron transmitidas por ESPN KNOCK OUT, con la conducción de Sergio “Maravilla” Martínez y un panel de lujo que contó con Omar “Huracán” Narváez, Chris Namús, los relatos de Alejo Rivera y los comentarios de este periodista. Gauto cayó por nocaut técnico ante el invicto británico Galal Yafai, tras una demostración de coraje y resistencia.
Empezó mal, se lo notó sentido pero, sin embargo, no solamente logró reponerse, sino que el Avión, a su vez, logró meter algunas manos de potencia. Pero chocó contra un hombre que, como Yafai -gran pasado como boxeador AIBA, medalla dorada en los Juegos de Tokio, invicto ahora en 7 peleas- lo superó en físico, velocidad y poderío.
¿Tenía caso seguir? Creemos que no, porque había recibido mucho castigo, aunque seguía en pie. Y terminó de pie, cuando el referí Raúl Caiz Jr. decidió detener la pelea que ya era desigual.
Con una marca de 21-2, 15 KO, Gauto, a los 26, no pudo lograr el Internacional mosca WBC. Pero cayó con todos los honores y seguramente, tras algún replanteo general de sus condiciones y expectativas y de un buen descanso, podrá demostrar que aún tiene para demostrar.
El caso de Gustavo Lemos fue diferente. Primero, porque construyó una victoria sobre el ring que le negaron los jueces.
Segundo, porque además hizo una pelea de altísimo contenido emocional, llevándose por delante a Richards Hitchins, que ahora suma 18 victorias con 7 nocauts. El norteamericano, agotado, terminó abrazándose con desesperación a “Tito” quien perdió su invicto en 30 peleas con 29 victorias, 19 nocauts.
Tercero, porque remontó una larga inactividad. Es cierto, había peleado en diciembre pasado en el Luna Park y vencido a Javier Clavero en el primer round. Pero su ultimo triunfo había sido en marzo de 2022, cuando también en el Luna, venció a Lee Selby. Muy poca continuidad para una pelea como la del sábado, eliminatoria para buscar un campeonato mundial. Sin embargo, Lemos demostró un tremendo ritmo, un gran entrenamiento y más allá de algún lógico ahogo, terminó tirando golpes ante un rival que solamente intentaba el abrazo.
Si Caiz estuvo bien en detener la pelea de Gauto, en esta fue demasiado tolerante con los amarres permanentes del norteamericano, amplio favorito antes de la pelea, hombre de Eddie Hearn.
Mientras Lemos empezaba a encontrarse con su gente en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, seguramente la gente de O.R. Promotions empezó a moverse ante el ente rector de la pelea, la Federación Internacional de Boxeo.
Recordar que los jurados fueron designados por la Comisión Atlética de Nevada, no por la IBF, algo que ya es prácticamente normal en Las Vegas. Solamente los oficiales locales pueden trabajar, salvo que ellos decidan otra cosa. Para el futuro de “Tito” podrá ser un pedido de revancha directa, o una posición en el ranking que no lo desfavorezca y lo mantenga. O tal vez el camino por otra entidad. Es un tema específico para su empresa promotora.
Lo que sí es seguro es que tras semejante actuación, Lemos ha quedado muy bien ubicado en la consideración del público que vio la pelea. De ahora en más, cuando vuelva a pelear en los Estados Unidos (la del sábado fue su primera vez) tendrá una carta de presentación que despertará otras y más fuertes expectativas. No hace falta decir que su estilo es altamente comercial, de esos peleadores que van a buscar la pelea sea como sea.
Como suele decirse, se perdió una batalla, pero no la guerra. Aunque en este caso debe agregarse que la batalla se perdió por responsabilidad de tres jurados, porque en el ring había ganado Lemos.