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El Thomas & Mack vuelve a ser protagonista en el boxeo

Pocos recuerdan ya el 15 de septiembre del 2012, cuando Julio César Chávez Jr. fue derrotado por Sergio "Maravilla" Martínez en Las Vegas. Se suponía que era la pelea que pondría a Chávez Jr. en las grandes ligas y fuera del cobijo del apellido paterno del gran campeón mundial mexicano, en medio de una gran expectativa mediática.

Nunca fue así.

Chávez Jr. mostró que estaba lejos aún del nivel élite del boxeo. Sin embargo, es probable que a la fecha la pelea sea recordada porque representó la última gran función de boxeo en la arena de la Universidad de Nevada en Las Vegas.

Desde entonces, el Thomas & Mack Center ha carecido de una cartelera de boxeo que acapare reflectores a escala mundial. Sin embargo, la renovada arena puede atraer de nuevo todas las miradas del pugilismo este 5 de noviembre, cuando el ocho veces campeón en diferentes categorías, Manny Pacquiao, enfrente ahí mismo a Jessie Vargas por el cetro Welter de la Organización Mundial de Boxeo.

"Tanto como el (hotel) Wynn quiere hacer peleas, nosotros estamos en el juego", dijo el director ejecutivo del Thomas & Mack Center, Mike Newcomb, a Las Vegas Review Journal el mes pasado. "Ellos tienen buena relación con Bob (Arum) y Top Rank. Igual que nosotros".

La competencia en el pugilismo mundial para el Thomas & Mack Center ha sido más dura que para Chávez Jr. en el cuadrilátero. El MGM Grand Garden Arena ha llevado los reflectores en la gran mayoría de los eventos boxísticos de las últimas dos décadas.

Ahora la competencia es aún más fuerte con la apertura de la T-Mobile Arena, que en términos de boxeo fue inaugurada por el combate que Saúl "Canelo" Álvarez ganó a Amir Khan en mayo pasado.

Pero el Thomas & Mack Center está ante una buena oportunidad de levantar de nuevo la mano en el mapa del pugilismo si Pacquiao y Vargas ofrecen un buen combate. Más importante, si los aficionados gustan de las renovadas facilidades y comodidades que la arena puede ofrecer.

"Será una gran pelea, anticipó Arum, presidente de Top Rank, la empresa organizadora de la función. "Jessie es un muchacho con todo el valor del mundo y es la clase de pelea que quiere. Si Manny va con la intención de noquear a Jessie y sale demasiado agresivo, eso da a Jessie su mejor oportunidad de ganar la pelea. Es un gran golpeador, tiene mucho valor y si ves su carrera, va muy bien contra los zurdos, mejor que contra los boxeadores ortodoxos".

El Thomas & Mack Center abrió sus puertas en el verano de 1983, aunque de manera oficial su gala de apertura fue en diciembre de ese mismo año con un concierto de Frank Sinatra, Dean Martin y Diana Ross. Desde entonces ha recibido cualquier cantidad de espectáculos culturales, musicales, empresariales, políticos y deportivos, incluidas grandes carteleras de boxeo y artes marciales mixtas.

La capacidad oficial para funciones de boxeo es de 18,500 y por sus filas se vieron pasaron ya legendarias peleas como la que Julio César Chávez ganó contra Héctor "Macho" Camacho el 12 de septiembre de 1992. Pacquiao ya ha estado en el Thomas & Mack Center. Ahí derrotó en dos ocasiones a Érik "Terrible" Morales en el 2006.

La última vez que esa arena recibió un evento de boxeo fue en noviembre del 2015, encabezado por la pelea entre Tim Bradley y Brandon Ríos; también promovida por Top Rank.

El año pasado, el Thomas & Mack Center recibió una renovación en casi todos los aspectos, gracias a una inversión de 72.5 millones de dólares, que incluyó asientos, consesiones, tecnología, pantallas, piso, techo y una plataforma desde donde se observa el “Strip” de Las Vegas, apenas inaugurado en septiembre pasado

La arena alberga 150 eventos al año, de acuerdo a la Cámara de Comercio del Estado de Nevada, incluido el último debate de los candidatos presidenciales estadounidenses.

La renovación puede ayudar que el recinto se coloque de nuevo en el mapa del boxeo élite a escala mundial.

"Hemos hecho probablemente entre 30, 35 peleas con ellos y están cómodos con lo que podemos hacer", agregó. "Esto (la renovación) sólo sumará más".

La arena fue bautizada en honor a dos reconocidos empresarios banqueros, E. Parry Thomas y Jerome D. Mack, quienes donaron los fondos originales para los estudios de factibilidad y terreno.