Con mucha precisión en sus envíos y un boxeo que maravilla, el venezolano Jorge “Niño de Oro” Linares repitió la dosis al británico Anthony Crolla ante un lleno en la Manchester Arena y escapó con el cetro Ligero de la Asociación Mundial de Boxeo tras derribar en el séptimo a su retador.
Linares, quien se llevó tarjetas de 118-109 por los tres jueces, estuvo acertado, quizá un poco sobrado por momentos, pero, al final, hizo lo que necesitaba para dejar clara su superioridad como había prometido y no dejó que Crolla le compitiera de tú a tú como sucedió en el pleito de septiembre pasado, cuando le destronó como campeón.
El venezolano mejoró su marca a 42-3 con 27 nocauts, mientras que Anthony se quedó con 31-6-3 y 13 cloroformos.
Linares podría buscar ahora a Mikey García o Terry Flanagan para una posible pelea unificatoria en la división de las 135 libras.
En Manchester, Linares arrancó mejor el combate, aplicó incesante castigo de mano izquierda en forma de jab y con ganchos al cuerpo, mientras que Crolla logró meter dos poderosos ganchos al hígado que no dejaron asentarse al venezolano como quería.
Crolla se mantuvo a la expectativa en el segundo ante un Linares más activo y en espera de un error del local para hacerle pagar, principalmente con el gancho de izquierda con el que el vinotinto mantuvo el orden. Anthony trató de cerrar más fuerte, pero no encontró un espacio para castigar al campeón.
Con mucho esfuerzo, Crolla finalmente metió un buen upper en el tercero, pero ahñi fue cuado Linares se enojó y le hizo pagar con castigo a dos manos. El sudamericano no sólo tenía mejor técnica, también era quien más aprovechaba su experiencia en el ensogado y Crolla se desesperaba poco a poco.
Crolla metió más presión en el cuarto episodio. Linares conectó tremendo upper en la humanidad del británico seguido de un gancho al hígado, golpes que, lejos de amedrentarlo, lo engallaron aún más para colocar algunos buenos envíos al local, que comenzaba a despertar a sus fanáticos.
Los uppers de ambas manos de Linares marcaron la pauta en el quinto episodio, logrando que el ímpetu de Crolla se detuviera cuando menos los dos primeros minutos en los que fue castigado.
Anthony trató de cerrar fuerte, pero dio la impresión de que no le había alcanzado.
Jorge metió mucho mejor sus golpes en el sexto y con un volado de derecha logró causar un corte en la ceja izquierda del retador, quien fue sacudido en el rostro en más de una ocasión y fue entonces que Linares lució más con su boxeo, pausado, pero efectivo y dañino.
Con un upper de mano izquierda en el séptimo, Linares logró enviar a la lona a Crolla,quien estuvo a punto de ser detenido en ese mismo capítulo ante la presión efectiva del venezolano, pero Anthony logró terminar de pie el episodio y evitó una nueva caída y la detención de parte del tercero en el ring.
Crolla, con la presión y el tiempo en contra ya en el octavo, trató de acortar ventaja y buscar el golpe que cambiara el ritmo de combate, pero Linares, quien se lo dejaba llegar esperando el error, controlaba el combate acumulando castigo ante un Anthony que ahora buscaba más con valentía que con estrategia.
Linares volvió a ser más constante en el noveno y trató de que los golpes de Crolla no llegaran a su humanidad. Anthony no daba un paso en reversa y trató de evitar los uppers boxeando más a distancia, metiendo fuerte la derecha en forma de volado, sin embargo, un upper digno de fotografía volvió a sacudir el rostro del de Manchester, quien resintió ese impacto de manera brutal.
Pese al castigo, Crolla fue quien más estuvo presionando en el décimo, Linares tuvo que mantener la calma sin presionarse y buscando antes el error del peleador británico para inclinar aún más la balanza hacia su favor, aunque el castigo de Crolla no hacía siquiera la mitad del daño que Linares.
El venezolano, con la ventaja en las tarjetas, se mantuvo lejos del peligro en el undécimo. La presión de Crolla fue notable, pero no pudo asestar sus mejores golpes ante un Linares que contragolpeó por momentos con mucha fuerza y evitó que cambiara la tónica de la reyerta.
Finalmente, con más corazón que otra cosa, Crolla salió al duodécimo, pese a que en su esquina pretendían parar el combate. Crolla salió a tratar de conseguir el golpe que cambiara la historia, pero no llegó y Linares simplemente se mantuvo a la vanguardia de manera notable.