El orgullo de Namibia, Julius Indongo, está que no cree en nadie.
Tras destronar a Eduard Troyanovsky como campeón Superligero de la Federación Internacional de Boxeo en Rusia, Indongo se metió ahora a Escocia para quitarle a Ricky Burns el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo y volver a casa como monarca unificado.
Luego de 12 episodios en los que tuvo control absoluto de la reyerta, Indongo se llevó tarjetas de 120-108, 118-110, ambas más que aceptables, y una más de 116-112 que no reflejó lo sucedido en el ensogado, porque Burns tuvo sólo chispazos ante su afición en The SSE Hydro de Glasgow.
El de Namibia mejoró su marca profesional a 22-0 con 11 nocauts, consolidándose como uno de los peleadores a seguir en las 140 libras, mientras que Burns, quien había hecho historia al ser el primer tricampeón mundial en la historia del pugilismo escocés, se quedó con 41-6-1 y 14 nocauts.
En la pelea, Indongo mantuvo la batuta con base en un incesante jab de derecha y esperó la ocasión ideal para rematar sus combinaciones con fuertes ganchos de mano izquierda que, al menos en un par de ocasiones, hicieron tambalear las piernas del ídolo local.
Conforme avanzó la pelea, Burns se fue desesperando y no cambió la estrategia. Pensó en contragolpear a Indongo, quien de arranque se fue con todo en busca del nocaut como ante Troyanovsky. Sin embargo, los rounds avanzaron y el africano mantuvo su estrategia sin caer en el error.
Al final, Julius se llevó toda la pelea y aunque estuvo cerca de finiquitar al ahora ex campeón de la AMB en los rounds 8 y 9, no lo logró.
Se pensó en algún momento que por el agotamiento de Ricky, su esquina podría detener el pleito, pero, con mucho corazón, el escocés declinó abdicar y aguantó toda la ruta.
En otras combinaciones, Charlie Edwards ganó a Iain Butcher y se quedó con la faja Supermosca del British Boxing Board of Control, mientras que Robbie Barret se apropió el Ligero de la misma entidad ante Scott Cardle, ambos por la vía de los puntos tras 12 episodios.