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Otra vez Tyson Fury amenaza con romper el equilibrio

Tyson Fury interesa pelear en el verano ante Anthony Joshua Nick Potts/PA Images via Getty Images

El británico Tyson Fury, ex campeón mundial de la división superior le lanzó un desafío formal al monarca AMB-FIB Antonhy Joshua y va camino a convertirse en el mayor agitador del boxeo profesional. Un provocador que con su personalidad estrafalaria podría romper el aparente equilibrio de la división superior. Y no es un invento, ya lo hizo en el 2015 cuando, contra todo pronóstico, derrotó a Wladimir Klintschko y le arrebató todos sus cinturones.

Al siguiente amanecer de ese 28 de noviembre era la noticia del día y el rival a vencer por todos los pugilistas con aspiraciones de reinar entre los pesos pesados. Mucho se habló de Fury en las siguientes semanas. Su vida fue un raid alucinante por una locura que pareció no tener fin. Una locura que comenzó en el mismísimo ring, luego de vencer al menor de los Klintschko. Esa noche, Fury tomó el micrófono y le dedico un trecho de la canción "I Don't Want to Miss a Thing" de Aerosmith a su esposa Paris Fury ante los ojos asombrados de quienes asistieron al evento.

Fue solo el aviso de que el boxeo tenía un nuevo campeón "fuera de control" dispuesto a atrapar todas las luces del show. Lo que vino después hubiera sido digno guion para una película de Stanley Kubrick. Fury declaró que le gustaba comer erizos domesticados por su hermano y se metió en un lio de mil demonios con la PETA, asociación que en Gran Bretaña aboga por los derechos y el trato ético de los animales.

Ese enredo se sumaba a otros antecedentes en la misma onda que "desde siempre lo han mantenido bajo vigilancia". En 2013 Fury se había ganado la ira de otros grupos y una multa de tres mil libras esterlinas por sus declaraciones homofóbicas. A ello se agrega una investigación que le siguió la policía de Manchester por crímenes de odio, aunque nunca fue acusado formalmente.

Pero eso no era nada, comparado con la tormenta que se avecinaba sobre su vida, cuando dejó vacantes todos sus títulos, tras admitir "que consumió mucha cocaína y alcohol", asegurando que dejó vacante el cinturón para "concentrarse en su tratamiento" de recuperación, informó ESPN en esa oportunidad.

Por si fuera poco, Tyson Fury, declaró por esos días que no entrenaba más y hasta mencionó la posibilidad de quitarse la vida. "No me entreno más. Estoy deprimido, estoy harto de la vida" afirmó durante la entrevista donde explicaba la razón para el aplazamiento de su revancha contra el ucraniano.

"La cocaína, es algo pequeño en comparación con el hecho de no querer vivir", afirmó el boxeador a la revista Rolling Stone. "Honestamente, no sé si voy a terminar el año. Espero solo que alguien me mate, ante de que yo mismo me mate". "He hecho muchas cosas en mi vida. He tomado mucha cocaína. Realmente ha sido mucha", admitió.

Pero Fury, al parecer, superó esos problemas, logró dominar la depresión, recargó las baterías y volvió con todo a la ruta por recuperar sus cinturones. Se colocó - aparentemente - bajó las órdenes del ex campeón mundial Ricky Hatton y en otra excéntrica decisión, muy propia de su personalidad, le pidió vía twitter al presidente Donald Trump que le asista en su esquina, en un eventual combate contra el campeón (FIB-AMB) Antonhy Joshua. "¿Usted podría acompañarme, formar parte del combate más grande de todos los tiempos?", escribió.

La vida loca y su personalidad estrafalaria, a Fury lo han mantenido bajo los focos de la prensa británica y eso no es poca cosa. Su existencia se transformó en un verdadero Reality Show que ha tenido de todo. El último capítulo ha sido esa declaración de las últimas horas donde dijo que está dispuesto a renunciar a una pelea de preparación y desafiar a Anthony Joshua por los títulos súper de la AMB y FIB inmediatamente.

"Soy el mejor peso pesado del planeta. Ven y demuéstrales que no. La pelota está en tu cancha. No decepciones a tus fanáticos, campeón. Te dejaremos boquiabierto", le mandó decir a Joshua. "Soy tan bueno que no necesito calentamientos. Puedo levantarme del sofá

¿LOCURA IMPENSADA O JUGADA INTELIGENTE?

Tyson Fury literalmente fue quien retiró a Klintschko. No solo lo venció, también se divirtió. Luego lo mantuvo esperando al ucraniano por una revancha que no se dio y ello lo mantuvo fuera del ring por dos años. Solo regresó para perder contra Joshua y luego colgó los guantes.

Fury con su victoria sobre Klintschko y la locura mediática de su existencia, se transformó en un seguro éxito de ventas contra quien sea que se enfrente a su regreso al ring. Joshua y Joseph Parker (monarca OMB y próximo rival de Joshua) lo saben muy bien. Ambos han celebrado su regreso, han expresado mucho respeto por su boxeo y no escondieron su deseo de enfrentarlo.

No es una utopía entender el rumbo de esas declaraciones. Si Joshua ganó quince millones de dólares en su pelea contra Klintschko, contra Fury podría superar esa cifra. Los fanáticos británicos aman este tipo de morbo y apenas la curiosidad por saber a cuál Fury (el boxeador o el comediante) se enfrentaría Joshua ya bastan para colmar todas las expectativas.

No hay hoy ninguna duda en que tanto Joshua como Parker, lo tienen agendado en caso de vencer su combate unificatorio del 31 de marzo en Cardiff. Tyson Fury lo tiene muy claro y esa declaración forma parte del montaje. No habrá pelea preparatoria y seguramente ya tienen decidido esperar ese combate para retar al vencedor en el mismísimo ring de la pelea.

Realizar una pelea previa para Fury, en caso de una derrota, podría dar por tierra con toda la estrategia comercial. Y una derrota es posible. Fury hace un buen rato que no ve acción y a sus problemas de adicción y depresión, se suma el exceso de tonelaje.

Ese parece ser el guion que tendrá la división de los pesados en el 2018, siendo, quizás, el campeón mundial CMB, Deontay Wilder, la víctima mayor de todo el embrollo, gracias al protagonismo alucinado de un Tyson Fury que, como lo dice el título, parece dispuesto otra vez a romper el equilibrio de la división. Como sea, nos vamos a divertir.