BARCELONA -- Conte dio descanso a sus estrellas el viernes y Valverde exigió a las suyas el sábado. Es cierto que el Chelsea se enfrentó, en casa, a un rival de 2ª División, amenazado por descender y cuya mirada estaba más en la salvación que en la Copa mientras el Barça jugó lejos del Camp Nou, ante un rival animoso que apenas había perdido uno de los últimos 10 partidos y que era, es, una de las revelaciones de la Liga.
Pero las decisiones de los dos entrenadores mostraron el grado de trascendencia que le ofrecen a este duelo que se inicia el martes en Stamford Bridge. Casi definitivo para el italiano y bastante menos para el español.
El Chelsea enfrentó al Hull sin Courtois, Azpilicueta, Christensen, Kanté, Moses, Hazard o Morata. Además de los lesionados Marcos y Bakayoko o del fichado Barkley. Y Cesc jugó sola primera hora de partido, algo menos que Giroud, a quien suplió Morata, y que Pedro, quien entró tras el descanso.
Hazard, quien suma 35 partidos con el Chelsea desde que comenzó la temporada, ha jugado 10 encuentros en este 2018, el último el 12 de febrero ante el West Bromwich Albion, totalizando 764 minutos en los que ha marcado 7 de los 15 goles anotados por su equipo.
Messi, que ha jugado 40 partidos con el Barça desde principio de curso, ha tomado parte en 12 de los 13 disputados en este 2018, completando 10 para sumar 991 minutos y marcando 8 de los 27 tantos que ha logrado el conjunto de Ernesto Valverde. Curiosamente el crack argentino acumula cinco partidos oficiales sin marcar y lo hace por segunda vez esta campaña, algo que en la última década solo ocurrió una vez en la temporada 2015-16 y otra en la 2009-10.
Más allá de las estrellas indiscutibles, Antonio Conte ha rebajado la carga de partidos de sus indiscutibles tanto como le ha sido posible. Así, mientras observaba con mimo como los servicios médicos recuperaban a Marcos Alonso, cuya presencia se adivina en este encuentro, daba descanso a Azpilicueta, su defensa más en forma, y refrescaba a Kanté. Dos jugadores que se entienden claves a la sombra de Hazard.
Y repartía protagonismo con Giroud y el recuperado Morata, quien puede señalarse como el jugador con quien el entrenador italiano ha despistado en las últimas semanas, pasando de casi descartado a disponible.
Al otro lado, en el Barça, Valverde ni pestañeó a la hora de decidir su alineación titular en Eibar, que podría ser prácticamente la misma que este martes. Al entrenador azulgrana le dio igual que Semedo, sancionado, no pudiera jugar en Londres como tampoco lo hará Coutinho por haber jugado Champions con el Liverpool.
El Barcelona salió con todo en el estadio de Ipurúa como, se entiende, lo hará en Stamford Bridge. Con apenas cambios en el que se considera once de gala esta temporada, donde se ha hecho hueco el 4-4-2 con Paulinho, o André Gomes en algunas ocasiones, tomando protagonismo por la lesión de Dembélé.
Valverde solventó contar con todos en el campo del Eibar porque, advirtió, era un partido trascendente en su carrera por la Liga y más después de dos empates (Espanyol y Getafe) que abrieron para algunos las dudas que no deberían existir alrededor del Camp Nou.