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El apoyo invisible a Luis Enrique

BARCELONA -- “Estamos al mil por mil con Luis Enrique y ojalá tenga el deseo de continuar aquí”, afirmó Andrés Iniesta este lunes, preguntado por el futuro del entrenador.

El capitán azulgrana trasladó una imagen de unidad absoluta entre los futbolistas alrededor del técnico asturiano que, de hecho, no es ninguna novedad. Precisamente el 25 de febrero de 2014, tres días después de perder en Anoeta y dejarse el liderato, Iniesta dijo poco más o menos lo mismo refiriéndose a Gerardo Martino.

“Todos estamos a muerte con Martino”, expresó hace ahora tres años el enganche azulgrana, en un discurso que repetiría un mes más tarde, cuando alrededor del Camp Nou ya se especulaba con la marcha del entrenador argentino al acabar el curso y sin cumplir la segunda temporada de contrato que tenía firmada.

Un día después fue Xavi quien expresó el apoyo de la plantilla azulgrana al técnico y nadie, absolutamente nadie, del club trasladó nunca un discurso ni remotamente dudoso, asegurando el propio presidente Josep María Bartomeu que la continuidad del Tata “está fuera de toda duda”.

El 17 de mayo de aquel 2014 se cerró la Liga en el Camp Nou con un empate frente al Atlético que le supuso el título al equipo colchonero y apenas un día después Martino ya había hecho las maletas para regresar a Argentina.

La despedida, muda y fría al hoy entrenador del Atlanta United, demostró que las relaciones en el vestuario quizá no eran tan buenas como en los meses precedentes se quiso dar a entender. O que, en cualquier caso, los futbolistas, como suele suceder, se apartaron del plano cuando así lo consideraron.

Ocurrió, ocurre, en el Barcelona como en los demás vestuarios. La plantilla del Espanyol defendió a Galca hasta el último día y no le dedicó ni una triste despedida cuando abandonó el club al acabar la última temporada, de la misma manera que ocurrió con Benítez en el Real Madrid.

En el Barça ahora se cierra filas alrededor de Luis Enrique, a quien cualquier jugador que hable, que no es muy común, le traslada su apoyo. “Estábamos en la mierda cuando llegó”, verbalizó contundente Gerard Piqué hace pocos días expresando dando a entender, como Iniesta, que la plantilla apoya la continuidad del asturiano…

Y es, también, la postura oficial del club, que de acuerdo a lo dicho por activa y por pasiva por el presidente no se plantea otro entrenador para la próxima campaña que no sea el asturiano, aunque ni haya empezado a discutir la renovación de un contrato que finaliza el 30 de junio.

En el Barcelona existe lógica urgencia por el asunto y se van sumando nombres de candidatos a ocupar el puesto si Luis Enrique decidiera no continuar… O si en realidad el club, dependiendo de los resultados y las sensaciones, considerase no ofrecerle la renovación.

Hoy por hoy el discurso es único a todos los niveles. Pero recordando el pasado es fácil adivinar cuánto pueden cambiar las cosas…