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Clubes endeudados con la CDMX y en contra de la Ley Antiviolencia

MÉXICO -- Eduardo Santillán, quien presentó la iniciativa de ley contra la violencia en los estadios, aprobada por unanimidad en 2014 por la Cámara de Diputados, “está vetada” por el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera. Aunque, por otro lado, considera que quizá la Federación Mexicana de Futbol (FMF) ya no hizo nada, porque no le convenía.

“Nunca dio una explicación. Si no estaba de acuerdo con la ley o si tenía una observación para que entrara en vigor”, afirmó acerca de Mancera, y agregó que a la federación no le convendría que se ponga en marcha, debido a que se habla sobre la eliminación de la venta de cerveza, además de que “no quieren pagar la seguridad de afuera de los estadios, que es lo que les corresponde”.

HAY UN LITIGIO Y UNA DEUDA DE ESTADIOS

Santillán aseguró que los estadios Azul (Cruz Azul), Azteca (América) y Olímpico Universitario (Pumas) tienen una deuda cercana a los 200 mil pesos por cuestión de seguridad que no han pagado y desconoce la razón por la cual las autoridades capitalinas no les cobran un dinero que a su juicio, podría ser ocupado para mejorar precisamente la seguridad en el futbol mexicano.

“Los equipos de estos estadios se ampararon, pero solo para que se investigara cuándo se gastaba exactamente en cada patrulla, en cada policía. Es un hecho que esos clubes están violando la ley”.

Aseguró que actualmente hay un litigo entre la Ciudad de México y la Federación y clubes de futbol, que no se ha resuelto por razones que no sabe.

Con motivo de los hechos violentos sucedidos en el Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente el sábado pasado, luego del partido entre Veracruz-Tigres de la fecha siete del Clausura 2017, Santillán señaló que cuando sucede una desgracia se vuelve a hablar de la seguridad en los estadios como si se tratara de una moda.

Dijo que Manuel Granados, quien como presidente de la Asamblea aprobó e impulsó esa ley, “ahora la tiene vetada en su escritorio como consejero jurídico, siendo que fue aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos”.

Aseguró que lo único que falta es que el jefe de gobierno la publique para que entre a la práctica en los estadios de la Ciudad de México.

LA FMF YA NO QUISO UNA INJERENCIA

Aseguró Santillán que cuando comenzó a crearse la iniciativa de ley, la FMF estaba de acuerdo, pero que con el paso del tiempo ya no le gustó tanto, debido a que se trataba de legislar aspectos que atañen a decisiones del propio ente futbolístico, como el suspender un partido, por los compromisos que tiene la liga ya establecidos.

Destacó el actual profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y afiliado al partido Morena, que en esa ley se avanzó tanto que los involucrados en su integración la consideraron como “un modelo de regulación” para aplicarse también en otras plazas del futbol mexicano, con vista a “prevenir todo este tipo de fenómenos violentos que no dejan de suceder. La prevención es el punto medular de la ley”.

Sin embargo, tiene claro que hubo una fuerte presión por parte de la FMF para que la legislación de la violencia no avanzara porque incluía una serie de responsabilidades de los clubes y los estadios, como el costo de la seguridad.

“Al final la federación estuvo de acuerdo en que se publicara la ley, pero ahorita por una decisión política del jefe de gobierno no se ha hecho”.

Santillán lamentó que a unos días del clásico entre América y Cruz Azul, en juego de la octava fecha, no exista un marco jurídico de prevención.

“Llegó un momento en que la FMF se negó a esta regulación; su argumento es que había una injerencia de la autoridad administrativa en el ámbito deportivo y que no se podía legislar lo que sucedía en una cancha y por eso el gobierno capitalino avanzó en el protocolo Estadio Seguro”.

SE TENDRÍA QUE CASTIGAR A GIGNAC

Por otro lado, señaló que el francés Gignac, delantero de Tigres, debe ser sancionado no solo por la FMF, sino por la autoridad administrativa, “porque fue a festejar un gol ante la afición local; puede ser considerada una agresión hacia la barra del equipo contrario. Un futbolista debe tener ética profesional; un festejo tiene límites”.