El conjunto verdiblanco realizó, sobre todo durante la primera mitad, un fútbol brillante, con un Marcos Assuncao sobresaliente y un Joaquín espléndido que bailaron a la zaga coruñesa continuamente, y que infligieron un serio correctivo a los de Irureta.

El Betis salió al terreno de juego muy centrado, con la idea de pelear cada balón y, sobretodo, con una línea medular totalmente activa que movía mucho el esférico en profundidad a través de las bandas. Así, en el minuto 4, Assuncao, cedió una asistencia a Joaquín que, libre de marca, a punto estuvo de dar el primer susto a la meta de Molina.

Al otro lado de la cancha, los coruñeses fueron soltándose poco a poco. El equipo herculino comenzó el encuentro desconcentrado y dando una imagen muy lejana a la que ofreció en la Supercopa. No obstante también tuvo una clara ocasión para adelantarse en el marcador, pero Prats, en el minuto 14, evitó las ofensivas de Makaay, primero, y de Víctor, al rechace, más tarde.

Así las cosas, el conjunto andaluz dominaba el esférico, presionaba y, además, conseguía ganar una y otra vez la espalda a la defensa deportivista. Y es que Assuncao en el centro del campo, los movimientos de Alfonso en la línea de vanguardia, y la soberbia actuación de Joaquín en la banda zurda, volvían loca una y otra vez a la zaga gallega. La mente de los pupilos de Irureta parecía haberse quedado estancada en el ofrecimiento de la Supercopa a su parroquia antes del inicio del encuentro, porque lo cierto es que el letargo de los coruñeses fue muy preocupante. Y, con todo, el Betis avisó de su peligro por dos ocasiones más, antes de que el Deportivo recibiera el primer mazazo.

Molina salió triunfador en dichas oportunidades, pero no fue capaz de despejar un fortísimo disparo del brasileño Assuncao en el minuto 20. El jugador verdiblanco limpió las telarañas, acumuladas durante todo el periodo estival, de la portería deportivista, con un certero chupinazo desde unos veinte metros. Cinco minutos después, Alfonso se encargó de transformar el segundo tanto de la tarde desde los once metros, y a los béticos se les ponía el choque muy de cara.

El Dépor reaccionó, y en el minuto 32 Makaay aprovechaba una asistencia de Sergio para acortar distancias. A partir de entonces, los de Irureta se metieron en el partido; pero fue momentáneo, porque el Betis, en un nuevo abrir y cerrar de ojos, volvía a distanciarse en el marcador con un gol de cabeza de Arzu. La segunda parte fue más de lo mismo. El Deportivo buscó tímidamente la portería contraria. Sin embargo, a los ocho minutos se topó nuevamente con el acierto verdiblanco. Joaquín empujaba al fondo de la red un centro de Alfonso.

Con el 1-4 en el electrónico, Irureta decidió mover el banquillo. Introdujo a toda la artillería en el terreno de juego. A Makaay le acompañaron Diego Tristán y Albert Luque, que tuvo sus primeros minutos de blanquiazul, aunque, eso sí, caído hacia la banda izquierda.

La severa derrota, además de correctivo, sirvió para ver que el pichichi Tristán se encuentra en perfectas condiciones tras la lesión de tobillo que le amargó el Mundial. El sevillano estuvo ambicioso, atento a los huecos de la zaga bética, y además inauguró su cuenta goleadora al batir a Prats en el lanzamiento del penalti del que fue objeto. Pero ahí se quedó todo. El encuentro se enfrió y el Deportivo no pudo aproximarse más a los béticos en el marcador. Es más, Assuncao, en el tiempo de prolongación pudo dañar todavía más a los gallegos, pero mandó dos disparos al larguero.

SINTESIS DEL PARTIDO