Fue mérito del Rey Gaspart

Los Reyes Magos le han traído al Barcelona el 'crack' por el que suspiraban directiva, técnicos y afición en la figura del canterano Andrés Iniesta, en boca de todos tras su debut en el Camp Nou

BARCELONA -- Los Reyes Magos le han traído al Barcelona el 'crack' por el que suspiraban directiva, técnicos y afición en la figura del canterano Andrés Iniesta, en boca de todos tras su debut en el Camp Nou y fichaje de invierno que contenta a todos los sectores del club.

La junta está satisfecha, porque el precio de la incorporación se adecúa a la perfección a sus premisas: coste cero y capacidad de ilusionar a la grada.

El fichaje también es del agrado de Louis van Gaal, quien se podrá atribuir su descubrimiento y disfrutar a su vez de un mediopunta que se adapta mucho mejor a sus parámetros de juego que el argentino Juan Román Riquelme, capricho de dirigentes interesados en darle una alegría a los seguidores, pero nunca prioridad del técnico holandés.

Y los aficionados, el último eslabón de esta cadena, también manifestaron en su púlpito, el Camp Nou, su satisfacción con el nuevo 'crack' azulgrana, que cumple requisitos tan importantes como ser de casa y luchar en cada acción por los colores que defiende, los mismos que, aunque de otra manera, encumbraron a Carles Puyol.

Pero es que el jugador puso todo lo que estaba en su manos para contentar a unos y a otros, con un fútbol de alta escuela que respondió a todas las expectativas que habían generado los entendidos en la cantera azulgrana.

Louis van Gaal, harto de poner sus dibujos tácticos en las botas de jugadores anárquicos del fútbol argentino, se acogió a la clase europea de Andrés Iniesta cuando su continuidad en el banquillo dependía de un resultado.

Era el último partido del año y la figura de Carlos Bianchi se apuntaba como la del entrenador que iniciaría 2003 al frente del Barcelona. Un tropiezo en Mallorca era la llave para la llegada de Bianchi y Louis van Gaal decidió confiar en aquellos jugadores capaces de interpretar mejor su fútbol.

Andrés Iniesta sentó a Juan Román Riquelme, la estrella azulgrana de esta temporada, o estuvo a punto de hacerlo, porque el argentino acabó esgrimiendo unos problemas físicos que le impidieron viajar cuando todo el mundo daba por hecha su suplencia.

El Barcelona ganó por 0-4 aquel partido y Van Gaal ya no dudó en darle continuidad al canterano y en sentar a Riquelme una vez que el entrenador con el que éste triunfó en Argentina, Bianchi, había finiquitado sus coqueteos con la entidad azulgrana y había firmado por Boca Juniors.

Andrés Iniesta respondió de nuevo a la confianza del holandés y el equipo puso los cimientos de su recuperación con un segundo triunfo consecutivo (3-0), esta vez ante el Recreativo de Huelva.

Iniesta, el regalo azulgrana de los Reyes Magos, le ha dado a los suyos dos victorias, siete goles a favor por ninguno en contra en dos partidos y pases espectaculares de los que el Camp Nou echaba en falta desde hacía mucho tiempo. Para Riquelme sólo ha quedado el carbón.

-EFE


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lunes, 06 de enero
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