Crespo, uno de los escasos "grandes golpes" de la primera fase del "mercado futbolístico italiano", al pasar del Lazio al Inter de Milán por unos 36 millones de euros, de los que diez se pagaron con el pase de un jugador, llegó al club interista sólo pocas horas antes del traspaso de Ronaldo al Real Madrid.

El argentino, de demostradas dotes goleadoras con el Lazio (máximo goleador liga 2000-01, con 26 tantos) y su selección, fue el elegido por su compatriota Héctor Cúper, técnico interista, para tapar la huida del "Fenómeno".

Su llegada, además, venía a poner ciertas interrogantes sobre su hipotética convivencia y acoplamiento dentro del campo con Christian Vieri. Ambos son los clásicos delanteros "de peso", grandes y fuertes.

Buena parte de las dudas sobre si se podían estorbar ambos ya empezaron a quedarse disipadas en el estreno liguero del pasado sábado, con un Inter de Milán que ganó en casa al Torino (1-0). Un resultado corto, pero engañoso, por las ocasiones tenidas pero falladas.

Y Crespo las ha disipado ayer, en la localidad de Trondheim, anotando los dos goles del Inter de Milán, el primero que rompía el inicial 0-0 y el segundo con su equipo en diez y que daba el empate final.

Los dos primeros goles oficiales del argentino con la camiseta interista. Y ya hay quien lanza las campanas al vuelo sobre que Hernán Crespo ya hace olvidar a Ronaldo.

"No es este mi objetivo. Yo soy Crespo y quiero que se me valore como Crespo, no que se diga que estoy aquí para hacer olvidar a Ronaldo. Hago mi trabajo y no deseo anular a nadie, no lo permitiría nunca", es su respuesta al respecto.

El argentino, además, no duda en señalar: "Aquí todos me hacen sentir bien. Ya lo dije durante mi presentación como nuevo jugador interista; para mí no es importantísimo anotar muchos goles".