Un calcio empobrecido

La presencia del brasileño Rivaldo, la escapada de Ronaldo y la crisis económica de los clubes marcan el inicio del campeonato italiano

ROMA -- La presencia del brasileño Rivaldo, que ha pasado del Barcelona al Milán, lo que en parte contrarresta la "huida" de su compatriota Ronaldo, del Inter de Milán al Real Madrid, marcan un campeonato liguero italiano 2002-03 cuyo inicio ha estado presidido, sobre todo, por la crisis económica.

Sin duda, en este campeonato sobresale la falta de liquidez económica de los clubes, que en los últimos años han acumulado cientos de millones de euros de déficit y que sólo se han paliado en parte por las "chequeras" personales de sus presidentes-propietarios.

Estos problemas económicos se han notado tanto a la hora de realizar fichajes, como en la desaparición de clubes históricos -caso de un Fiorentina ahora en la Tercera división con el nombre de Florentia- como en el inicio liguero, retrasado quince días por ausencia de apetitosos contratos de transmisión televisivos.

En el terreno del "calcio-mercato", otrora impactante, se puede decir que la campaña 2002-03 ha resultado "discreta". Y eso que se animó a última hora, con el pase de varias estrellas de un club a otro.

Sin duda, lo más llamativo ha sido la llegada al Milán del brasileño Rivaldo, que tras resolver su contrato con el Barcelona terminó firmando por el club que preside el actual primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

Un Milán que, asimismo, se hizo con el centrocampistas holandés Clarence Seedorf (intercambiado con Francesco Coco con el Inter) y que sorprendió en el último instante del "calcio-mercato" (luego ampliado quince días) con el fichaje del deseado defensa Alessandro Nesta, que dejó un Lazio que capitaneaba y donde había desarrollado toda su carrera.

Las operación Nesta salvó económicamente a un Lazio inmerso en claros problemas financieros. También es este ámbito se enmarcó el traspaso del delantero argentino Hernán Crespo al Inter de Milán.

Hernán Crespo fue el elegido por el club que preside Massimo Moratti y que entrena por segunda campaña consecutiva el argentino Héctor Cúper para tapar la huida de Ronaldo al Real Madrid, tras un mes de "tira y afloja".

Ronaldo, el "Fenomeno", dejó el Inter y también dejó aún más huérfano a un "calcio" cada vez menos preferido por las grandes estrellas. El Inter también se hizo con el defensa y capitán de la selección italiana, Paolo Cannavaro (Parma), con el también defensor central paraguayo Carlos Gamarra (Aek Atenas) y el centrocampista argentino Matias Almeyda (Parma).

El actual campeón liguero, el Juventus Turín, no hizo fichajes impactantes y se limitó a completar su plantilla. Así, los más notable fueron las llegadas del centrocampista uruguayo Mauro Germán Camoranesi (Hellas Verona) y de los delanteros uruguayo Rubén Olivera (Danubio) e italiano Marco Di Vaio (Parma).

El Roma del técnico Fabio Capello tampoco ha impactado, pues también "rellenó" con la llegada del español Pep Guardiola (Brescia), del defensa griego Traianos Dellas (Perugia) -ambos con la carta de libertad en el bolsillo-, y el también defensor Luigi Sartor (Parma).

Parma y Lazio han sido, prácticamente, los "polos opuestos": han perdido gran parte de sus estrellas acuciados por los problemas económicos y apenas se han reforzado con nombres impactantes. Así, lo más notable es la llegada a las filas parmesanas del delantero brasileño Adriano (Inter de Milán) y a las laciales de Enrico Chiesa (Fiorentina).

Y es que el "factor economía", junto con las aparentes ventas realizadas por el Lazio y Parma, ha traído consigo la desaparición del histórico Fiorentina, que la pasada campaña descendió a Segunda por lo realizado sobre el césped, y que este verano se hundió en Tercera por las deudas. Ahí, ha sido recuperado con el nombre del modesto Florentia.

Pero la crisis económica no sólo ha afectado a los clubes en cuanto a fichajes, sino también el inicio de una campaña que debía empezar el 1 de septiembre, pero que no empezará hasta el 14 de este mes.

El motivo no ha sido otro que la falta de acuerdo para la transmisión televisiva "en abierto". La cadena estatal RAI -la única en optar- hizo una oferta que rebajaba notablemente su anterior contrato y los clubes no aceptaron. Luego se llegó al terminó intermedio entre lo ofertado y lo pretendido, pero la competición ya se había aplazado.

Con posterioridad, las aguas volvieron a enturbiarse con el anuncio de los ocho clubes de la máxima categoría (Atalanta, Brescia, Como, Empoli, Perugia, Chievo Verona, Módena, Piacenza), sin contrato para la transmisión codificada de pago, de no saltar a los terrenos de juego ni el 14 ni el 15 de septiembre si no tienen contrato televisivo.

Con ellos se solidarizó el presidente-propietario del Roma, Franco Sensi, en lo que más era el mantener su abierta lucha con los otros "grandes" y, sobre todo, del nuevo presidente de la Liga Profesional, el milanista Adriano Galliani.

Al final, con la mediación del Gobierno Italiano y la oferta de los "grandes" de completar lo ofertado por las plataformas digitales, el pasado martes se dio la "vía libre" al campeonato. Eso sí, el campeonato 2002-03 nace también con anécdota: por vez primera una mujer, Cristiana Cini, de 33 años, será juez de línea de Primera división.

- EFE

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