Fernando Redondo vuelve a sonreir

Confesó que "tuve momentos anímicos durísimos" pero también enfatizó que "en la vida, lo que nunca se debe hacer es rendirse"

BUENOS AIRES -- Fernando Redondo, quien volvió al fútbol pocos días atrás luego de casi treinta y un meses de dos años de ausencia, confesó que "tuve momentos anímicos durísimos" pero también enfatizó que "en la vida, lo que nunca se debe hacer es rendirse".

Redondo, luego de tres operaciones de rodilla regresó a las competencias el pasado 3 de diciembre en el partido que su equipo, Milan, jugó con Ancona por la Copa Italia, negó haber pensado en retirarse porque "el fútbol es mi gran pasión y, desde muchísimos años, también mi profesión".

"Además tenía adelante un reto personal que no podía dejar inconcluso -afirmó-. Poner lo mejor de mí, por eso nunca pensé en rendirme. Gracias a Dios pude sobreponerme a todo y ahora me siento bien conmigo mismo ya que hoy los esfuerzos tienen mucho más valor".

Aceptó el fino mediocampista, en declaraciones formuladas en Italia al diario deportivo Olé, que "tuve momentos anímicos durísimos. Pero la verdad, hoy en día no me hace nada mal recordarlos porque están totalmente superados".

"Desde ese primer día en que me lesioné, a las tres operaciones, sólo pensé en volver algún día, en ponerme la camiseta rossonera del Milan -agregó-. Claro, hacer un gran esfuerzo para una rehabilitación y ver que había que empezar nuevamente de cero y así una y otra vez".

Señaló Redondo que "fue terrible. Para mí la rodilla llegó a ser una obsesión, una angustia que tenía adentro. No puede ser que no logre curarme y volver a jugar: cuántas veces pensé eso... Gracias a Dios, esos esfuerzos dieron sus frutos".

En cuanto al momento en que sintió que el cuadro podía revertirse, apuntó el jugador que "creo que el cambio definitivamente se produjo en la última etapa en Bélgica, después de una primera parte un poco sin saber si era una más de tantas terapias que había hecho".

"Después del primer mes estaba muy seguro -añadió-, muy bien a nivel mental y anímico. Me convencí de que el intento era el definitivo y que iba a conseguir el objetivo.

Explicó Redondo sobre esa etapa en Bélgica que "fueron tres meses muy duros, más todavía lejos de mi familia, que estaba en Madrid. Se puede dividir este período en tres partes: quirófano y gimnasio en la primera, arena y las gélidas aguas del Mar del Norte en la segunda, el campo en la tercera".

"Al principio, en la primera semana me hicieron una terapia como para sacarle la memoria del dolor a la rodilla: entraba en la sala operatoria y, bajo anestesia total, me hacían como un torniquete en la pierna, la dejaban sin sangre por treinta minutos y hacían pasar medicamentos", detalló.

Siguió relatando el volante central que "fue algo repetido cuatro-cinco veces. Después, fue todo funcional: trabajo isométrico, de postura, con elásticos, trampolín, una gran almohada pendiente con la cual se buscaba ganar fuerza y elasticidad en el tendón sin que sufriera la articulación".

"Después del gimnasio pasamos al trabajo en la arena. En la playa de Knokke, a unos minutos de Brujas: todo era correr, con obstáculos, sin obstáculos, en subida, ejercicios concéntricos y excéntricos. Y después del trabajo en la arena corría en el agua helada del mar, como contraresistencia. Un trabajo muy duro pero ya veía que la rodilla respondía bien", dijo.

Precisó Redondo que "después vino la tercera parte, el trabajo en el campo de entrenamiento. Siempre solo, pero con la presencia de mi mejor amiga: la pelota".

Acerca de la reaparición, expresó el futbolista que "antes de jugar lo único que deseaba era que la rodilla no me diese ningún problema. Pero después de haber jugado esos 45 minutos, ya estaba pensando en las cosas que tenía que mejorar, en que no me había sentido muy fresco".

"Algo absolutamente normal después de estar tanto tiempo parado -siguió-, pero por otro lado me parece que sea bueno eso también, quiere decir que mi ambición por mejorar y recuperar la condición en el menor tiempo posible sigue intacta".

Reveló Redondo que "de hecho ya estoy entrenando desde hace unas semanas con el equipo pero además con el profe del club, Daniele Tognaccini, estoy haciendo un trabajo específico para cada una de las cosas que me faltan. Y ya estoy viendo los resultados".

Lo calificó el ex jugador de Argentinos Juniors como "un trabajo específico en gimnasio, como de mantenimiento, por la parte de fuerza; después es todo en campo: trabajo de agilidad, para recobrar elasticidad, velocidad".

Respecto del pasado Mundial, comentó Redondo que "estaba en la Argentina, vi los partidos con mi familia en mi departamento en Buenos Aires. Fue la primera vez desde el 90 que volvía a vivir un Mundial desde la Argentina".

"Fue bonito vivirlo -continuó-, por la gente, por la expectativa que despertaba la Selección. Me sentí un hincha más que lamentablemente se llevó la tristeza enorme de la eliminación de Argentina".

Interrogado sobre al seleccionado le faltó un Redondo, sostuvo el mediocampista que "cuando las cosas han ocurrido parecería mucho más fácil hablar y a mí no me gusta. Por el grupo de jugadores que tenía, hacer una elección u otra, el resultado igual daba un equipo para mucho más. Argentina estaba para llegar a la final".

Por último, al preguntársele si se acabó definitivamente el romance de Redondo con la camiseta de la selección, consideró el entrevistado que "a los 33 años no me parece realista postularse por un proyecto a mediano-largo plazo que apunta al Mundial del 2006".

-DYN


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