CARSON -- Las recientes declaraciones de Landon Donovan tomaron por sorpresa a todos en el mundo del futbol estadounidense, y es que la posibilidad del retiro prematuro del niño dorado dejaría al deporte sin su mayor estandarte.
El martes el atacante confesó que analiza jubilarse tras acabar el contrato que lo liga a la Major League Soccer a finales de la temporada 2013. El californiano se negó a dar pista sobre sus planes a futuro y ni siquiera se mostró ilusionado con ser parte de su cuarta Copa del Mundo dentro de dos años en Brasil.
La realidad marca que Donovan quizás esté atravesando un momento de insuficiencia existencial. Hace ya un tiempo largo que el balompié estadounidense le quedó chico y ni la importación de figuras (decadentes en algunos casos) ya le genera ese fuego sagrado tan necesario para seguir compitiendo.
En la MLS, el punta ya fue campeón cuatro veces y ha sido galardonado como el mejor jugador en incontables ocasiones. A nivel internacional, el jugador se coronó en la Copa de Oro de la CONCACAF en tres oportunidades y ya cuenta con los records de goleo y asistencias con la camiseta de las barras y las estrellas.
Al no quedarle marcas por superar, es posible que el "Capitán América" se esté aburriendo y necesite un cambio de aire. Sus pasos por el Bayer Leverkusen y Bayern Munich alemanes, sumados al periodo disputado con el Everton de Inglaterra le dieron la oportunidad de sacarse la espina de jugar en Europa. Sin embargo, siempre lo hizo atado a un jugoso (aunque restrictivo) contrato con la liga norteamericana, y esto limitó su futuro en el viejo continente.
Cuando dicho convenio termine, Donovan será libre por primera vez en mucho tiempo. En ese momento es difícil creer que el jugador abandone la actividad, ya que aún estará en plenitud física y futbolística para conseguir el reconocimiento que seguramente busca del otro lado del charco.
Para esa época, el delantero no le deberá nada a nadie. Ha sido la cara visible de la competencia, ha devuelto la gloria a una franquicia histórica como Los Ángeles Galaxy y ha inscrito su nombre en virtualmente cada renglón del libro de records. Podrá escoger su rumbo sin mirar atrás, y seguramente será despedido como un héroe.
Es más que probable que el Everton le abra las puertas (después de todo Donovan se declaró fanático de ese club de por vida) y de no ser así, habrá otros conjuntos de nivel respetable que buscarán contar con él por su talento y no por su magnetismo con patrocinadores. Puede que no sea una estrella mundial, pero el diminutivo creador tampoco es un invento de la prensa ni del marketing 'yankee'.
Ahí podrá darle rienda suelta a la ilusión y demostrarse a sí mismo que pertenece en la élite del deporte que ama.
Solo un acuerdo a largo plazo y con la mente puesta al 100 por ciento en el terreno (y alejado de los flashes y las publicidades) le permitirá dar lo mejor que sí. El dinero y la fama ya no serán obstáculos, porque nadie se los podrá quitar.
Además sería utópico que Donovan deje al fútbol cuando todavía le quedan balas en la cartuchera.
A finales del 2013 se encontrará solamente a meses del mundial y su ADN le pedirá seguir. Su futuro en el seleccionado que hoy dirige Jurgen Klinsmann se pondrá en duda acabada la cita, pero cuesta creer que entregue la camiseta número 10 antes de esa fecha.
De seguir un tiempo más, el jugador podría quedar en la historia de la Copa del Mundo. Para esto, necesitará disputar su quinto torneo en el 2018 en Qatar. Donovan llegaría a ese compromiso con 36 abriles recién cumplidos y alcanzaría al mexicano Antonio Carbajal y el alemán Lothar Matthaus como los únicos en conseguir la 'manita'.
Dado su estilo de juego, capacidad mental y cualidades de liderazgo no sería descabellado que forme parte de dicho equipo, pese a que para esa altura sea un jugador de reparto.
Por estas razones se deberían tomar con pinzas los testimonios del oriundo de Ontario. Su juventud y el camino que le queda por recorrer son razones suficientes para que sigamos disfrutando de él en el verde césped. Hay Donovan para rato.