Su salida del Real Madrid sorprendió a propios y extraños. Después de haber sido apartado del equipo por el entonces técnico blanco Fabio Capello, David Beckham acabó jugando un rol fundamental en la consecución de la trigésima Liga en la historia del club blanco.
El centrocampista se había comprometido meses antes con Los Angeles Galaxy, dando un giro radical a una carrera que aún contaba con numerosas ofertas en la primera línea del fútbol europeo en una decisión incomprendida por muchos aficionados. Cinco años después, el balance económico de 'Becks' en la Major Soccer League justifica con creces el cambio, puesto que el inglés cerrará esta madrugada su ciclo en el Galaxy con una bolsa total de 190 millones de euros, entre ingresos potenciales dentro y fuera del campo.
Beckham tiene previsto jugar su último partido con el Galaxy este sábado, cuando su equipo se enfrenta al Dynamo de Houston en la final de la Copa MLS en el Home Depot Center de Los Angeles. Y a pesar de estar a punto de cumplir los 37, sigue siendo el gran icono publicitario del fútbol. Según el ránking de atletas mejor pagados de Forbes, Beckham ocupa el octavo puesto en ganancias anuales, con unos 35 millones de euros en cada una de sus cinco temporadas, a los que habría que unir su porcentaje en la franquicia angelina, que podría elevar sus ganancias hasta cerca de los 40 millones anuales.
Un fichaje más que rentable
El ex futbolista de Manchester United, Real Madrid y Milan aterrizó en Estados Unidos con la esperanza de reforzar la MLS y de expandir su marca. Y a pesar de las críticas iniciales de quienes le acusaban de anteponer su condición de icono mediático a sus dotes futbolísticas, Beckham ha cumplido con creces sus objetivos. La MLS se ha ampliado en siete franquicias desde 2007 y la mayoría de los equipos juegan ahora en los estadios destinados en exclusiva a la práctica del fútbol. Además, su paso a la liga estadounidense abrió el camino a otras estrellas europeas como Thierry Henry, provocando que los partidos de la MLS se difundan a nivel nacional en la cadena NBC y su filial NBC Sports Network, así como ESPN.
Mientras tanto, Beckham, que ya contaba con acuerdos con adidas, Gillette, Motorola, Pepsi y Walt Disney, a los que ha añadido a Giorgio Armani, Sharpie, Yahoo, Electronic Arts, Samsung Electronics, Burger King, Sainsbury o Breitling desde su llegada a Beverly Hills. Antes de hacer las maletas, el inglés firmó un último contrato con H&M para promocionar su nueva línea de ropa interior, camisetas y pijamas, con los que la firma sueca espera recaudar unos 75 millones anuales en ventas.
¿Qué es lo siguiente para Beckham? Los rumores de un intento de jugar en Australia, China, Francia o Sudáfrica se acumulan. Mientras, su relación con la MLS no terminará con su contrato con el Galaxy, puesto que éste le da el derecho a comprar un equipo de la MLS y Beckham planea ejercer esa opción cuando sus días como jugador han terminado. Antes eso sí, intentará cerrar su etapa en Los Angeles con un nuevo título: "He tenido un momento muy especial jugar en Los Ángeles, sin embargo, yo quería experimentar este último desafío antes del final de mi carrera como jugador", reconoció.