BUENOS AIRES - La sexta fecha del Calcio, en nuestro caso, coincidió con la posibilidad de relatar por primera vez en la temporada al actual puntero, la Roma de Rudy García que protagoniza el mejor comienzo en la historia del club, con seis triunfos consecutivos.

Roma
EFELa dinámica de Gervinho ayuda al rendimiento colectivo
Sin duda Roma tuvo un fixture inicial muy favorable, pero los seis triunfos quedan y, sobre todo, quedan el único gol sufrido en contra, los 17 a favor (casi tres por partido) y aún más la manera simple, autoritaria, sólida y por momentos muy atractiva que tiene para jugar fútbol.

Hay un eje central de veteranos de mil batallas. El arquero Morgan De Sanctis, sobrio, seguro y que, sin otros compromisos ni de club ni de selección, puede cuidarse y mantenerse en condiciones brillantes; Daniele De Rossi, quien parece regenerado totalmente por la "cura" García; y Francesco Totti, quien da la impresión de haber vuelto a su antigua función de enganche y goza de excelente condición física.

Alrededor de ellos hay un plantel joven y con hambre de gloria, como dice el "banner" en inglés puesto por la propiedad americana sobre el techo del banco de suplentes. Pjanic y Strootman, junto a De Rossi, forman un mediocampo de enorme dinámica pero también con notable calidad técnica, a la que se suma Totti, quien tiene con quien dialogar y aprovecha esa comodidad.

Los dos delanteros, Florenzi y Gervinho, colaboran en fase defensiva pero también saben dar profundidad atacando los espacios, lo cual favorece la extraordinaria pegada del capitán a nivel de asistencias, pero también su capacidad carismática de "llamar" hacia sí mismo los rivales y abrirles espacios a sus compañeros.

En suma, Roma ganó y goleó pero sobre todo gustó, y mucho. El partido de la próxima fecha en casa de Inter se vuelve un examen exigente y decisivo, porque en caso de superarlo exitosamente, Roma tendrá el derecho de ser considerada gran candidato al título, rol que a su vez deberá asumir sin esconderse detrás de lugares comunes tipo "aún nos falta trabajo".

Detrás de Roma, Nápoli retomó el rumbo correcto ganando en casa de Genoa y provocando el despido de Liverani (volvió Gasperini, cosas de locos, o mejor dicho cosas de Preziosi). Lo hizo transpirando apenas en los primeros 25 minutos, con gran jerarquía y dándoles descanso a Hamsik e Higuaín en clave Arsenal. Pandev anotó un doblete y debutó, con una hora de juego muy productiva, el colombiano Duván Zapata. En general, el equipo lució sumamente superior y muy confiado en su fuerza y potencial.

También a dos puntos está Juventus, pero a la hora de evaluar su real momento hay que considerar que la Vecchia Signora tendría cuatro puntos menos sin dos yerros arbitrales consecutivos y graves. La suerte es ciega y, al final del torneo, podrían contabilizarse también errores en contra de Conte y sus muchachos.

Pero a la hora de analizar el funcionamiento, está claro que Juventus está aún lenta, bastante trabada y previsible sin la genialidad de Pirlo. Vidal, Tevez y los jueces de línea la mantienen ahí cerca, pero estamos convencidos de que estamos muy lejos aún de ver a la mejor Juventus, esperando que eso comience a ocurrir en el fundamental partido del miércoles ante Galatasaray con su novelo DT Roberto Mancini.

Inter empató en Trieste ante Cagliari, así que sin ser realmente visitante. Pero no fue mal resultado, porque Cagliari es un rival que ya supo frenar a Fiorentina como visitante y porque Inter, más allá del marcador final, había hecho méritos como para ganar.

Por otra parte, el partido demostró que las "segundas líneas" del plantel no son tan fuertes como los titulares y que Mazzarri, como le ocurría con el Nápoli, necesitará insistir sobre el mismo once para mantener un ritmo competitivo en la tabla.

Pero, al tratarse del comienzo de un proyecto y puesto que el equipo se mantiene invicto y ya jugó ante Juventus, está claro que por ahora el nerazzurro se mantiene en la "línea de flotación" y no puede ser descartado en clave Scudetto.

Tenemos así a cuatro candidatos posibles. Fiorentina se bajó sola con la derrota en el Meazza de la quinta fecha, donde mostró absoluta falta de personalidad, como ya le había ocurrido ante Cagliari y como le volvió a pasar, nuevamente de local, ante Parma, en un partido que pudo hasta haber ganado pero que también pudo haber perdido y que le igualaron en la última jugada del encuentro.

El triunfo de Milan ante Sampdoria por la mínima diferencia, así como el rocambolesco empate de la jornada anterior ante Bologna, confirmaron dos sensaciones: que Milan tiene plantel para jugar mucho mejor de lo que hace, con la enorme complicidad de las lesiones, y que cuando se pondrá finalmente a hacerlo ya estará muy lejos para pensar en el título y sólo podrá luchar por el podio, como en la temporada anterior.

Por lo pronto, necesita un buen resultado en los dos próximos partidos, en Amsterdam ante Ajax y en Turín ante Juventus: ¿casi nada, no? Pero si lo lograra, aún que fuese con dos empates, ratificaría lo que acabamos de decir. Luego de la pausa por el turno FIFA volverían la mayoría de sus lesionados y el panorama podría cambiar mucho.

Cerramos con la lucha para salvarse del descenso, que se anuncia apasionante y "concurrida" como y más que la pelea por el Scudetto. La tabla actual, con Sassuolo que comenzó a sumar, Bologna y Samp demasiado feos para ser ciertos y otros, como Verona y Livorno, por el contrario demasiado lindos como para ser creíbles, no parece muy indicativa.

Todos ellos, antes o después, estarán en la pelea, junto a Chievo, Atalanta, Catania, y Genoa. Los únicos que parecen poder salvarse sin sufrir son Parma, Cagliari, Udinese y quizás Torino. Por el resto, habrá que transpirar ante rivales de nivel realmente muy similar. El equilibrio, como ustedes saben, es lo que hace del Calcio "el torneo más difícil del mundo".

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BUENOS AIRES -- La cuarta fecha del Calcio no cambió casi nada en el panorama trazado por las jornadas anteriores: ganaron los cinco que habían dejado mejor impresión hasta ahora, en orden de clasificación Nápoli, Roma, Inter, Fiorentina y Juventus, y por lo tanto obviamente no hubo cambios en la tabla.

Diego Milito
Getty ImagesMilito anotó dos tantos en su regreso, en Inter
Pero la fecha tuvo algunas caracterísiticas que merecen ser subrayadas. En primer lugar, los cañoneros fueron protagonistas. Los ganadores, con la única excepción de Roma, tuvieron el partido definido por sus goleadores: Higuaín, Tevez, Llorente y Pepito Rossi. En Inter Milito, siete meses casi exactos después de una gravísima lesión, volvió y anotó por partida doble, en el marco de una goleada historica ante un Sassuolo que llegó por primera vez a la Serie A pero no parece tener argumentos para quedarse.

No es un detalle menor, sino que marca una inversión de tendencia clara luego de un comienzo en el que los protagonistas habían sido más bien los volantes como Vidal, Hamsik y hasta Nagatomo. Es pronto para saber si esa tendencia se impondrá, pero veremos por ejemplo en el caso de Juventus cómo se decidió cambiar táctica de manera radical.

Veamos: Nápoli le ganó a Milan, toda una hazaña si se piensa que no lo lograba desde 1987, la época de un tal Diego Armando. Lo hizo aprovechando el minuto de silencio que a Milan le duró siete, el ordenado por el referí más los seis que Nápoli necesitó para anotar el primero, luego de tener tres ocasiones claras.

Después de eso, el partido se hizo sumamente equilibrado y Milan jugó su mejor partido de la temporada. Faltó precisión, pero se crearon muchas ocasiones sin casi conceder contras.

Un blackout inicial puede ocurrir, pero no se puede repetir también en el segundo tiempo. Milan lo hizo y apareció el goleador: desde un simple saque lateral, Higuaín con enorme categoría aprovechó los espacios indefensos para acercarse al área y rematar con una potencia y precisión asombrosas (y cierta complicidad de Abbiati).

En el final el local creó mucho, erró un penal, sacudió el travesaño pero el golazo de Balotelli llegó demasiado tarde, en tiempo de descuento: no se puede tener todos los partidos la suerte de arreglar todo en el final.

Nápoli ganó bien y confirmó todo lo bueno hecho hasta aquí, pero Milan demostró que tiene nivel parecido, a pesar de las ausencias. Nápoli sera seguramente protagonista hasta el final en la pelea por el título, pero tampoco se puede descartarlo a Milan: este torneo será largo y muy disputado.

Roma es una caso que llama poderosamente la atención. Por tercer año consecutivo, luego de Luis Enrique y Zeman, la dirigencia se lanzó en un proyecto que suponía un salto al vacío, con el desconocido (para el Calcio) Rudi García. Pero esta vez parece haber acertado, porque el equipo tiene buen juego, personalidad y nivel técnico muy elevado.

Roma no juega buenos primeros tiempos, pero mejora mucho y anota siempre (todos sus tantos) en la segunda etapa, síntoma de que su entrenador aún necesita conocer a los rivales pero que aprende rápidamente y tiene excelente lectura de los partidos. El equipo lo sigue encolumnado detrás de Totti, quien parece estar muy conforme con el nuevo entrenador.

Todo esto se puede comprar con tarjeta o efectivo. Pero defender la punta, mantenerse con puntaje ideal y redimensionar seriamente a Lazio luego de la final de Coppa Italia, perdida en el clásico de mayo, eso no tiene precio y le agrega confianza y euforia al plantel.

Antonio Conte puso a Llorente junto a Tevez desde el primer minuto. Para eso, cambió totalmente el juego del equipo, como mostraremos el martes en Hablemos de Fútbol, porque la presencia de Llorente en el área le quita espacio a los volantes, que ya no atacan el área con decisión.

En cambio, Juventus metió 24 centros (contra los 10 de promedio de los primeros partidos oficiales) y de hecho terminó ganando con un centro de Vidal cabeceado por el mismo Llorente. En suma, Conte buscó una alternativa ante equipos que se encierran en su área, como le pasó a Copenaghen. Es probable que ese partido haya provocado este ensayo, ante un Vérona que por características se volvió "sparring" ideal. Funcionó a la grande.

Conte no jugará todos los partidos así, más bien en su gran mayoría la pareja de Tevez será Vucinic, pero ahora sabe que tiene una alternativa, máxime considerando que con Llorente que capta la atención de los centrales, Tevez se acerca mucho al gol y se vuelve tremendamente peligroso por su capacidad en los espacios reducidos.

Inter se despachó con una goleada histórica ante un rival que absolutamente no fue medida, pero igual 7 goles hay que hacerlos. Lo más importante que se hicieron con jugadas que ya se parecen esquemas: el gol de Alvarez, tap-in luego del remate de Palacio atajado, es casi una copia exacta del gol de Icardi a Juventus, con Alvarez metiendo el cuchillazo vertical.

En suma, Inter defiende bien, con esa actitud sumamente aguerrida que es típica de su entrenador Mazzarri, se muestra sólido y dinámico y tiene gran potencial ofensivo, máxime ahora que volvió el Príncipe Diego Milito. Considerando el hambre que tienen todos, comenzando por el proprio DT, y el hecho de entrenarse sin otros compromisos a lo largo de la semana, Inter es serio candidato.

El partido del jueves ante Fiorentina será clave, para ambos. Porque Fiorentina también está exhibiendo argumentos de peso, como ganar (y gustar) aún sin Gomez, Cuadrado y Pizarro. Además, ganar en Bérgamo ante una buena Atalanta no es tarea de segundo plano.

Gran protagonista fue Pepito Rossi, un cañonero plenamente recuperado, también buena noticia en clave azzurra, máxime considerando la falta de madurez cada vez más evidente de Balotelli, quien "se hizo" expulsar después del final de partido por protestas y recibió tres fechas de castigo por insultar y amenzar al referí luego de la roja.

Quizás que, como pasó con las tres fechas de Ibrahimovic en el la temporada del título, eso no termine siendo un hecho favorable para Allegri y su Milan.

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BUENOS AIRES -- La tercera fecha del campeonato italiano de fútbol, el Calcio, demostró una vez más aquello de que es el "torneo más difícil del mundo".

Es que la jornada dejó muchas enseñanzas y entregó valiosos elementos de análisis para tratar de entender el camino que va tomando el torneo.

La fecha tiene a dos claros ganadores, Nápoli y Roma. Entre Inter y Juventus, en una hermosa edición del derbi de Italia, salieron levemente mejor parados los locales. El empate fue justo, que quede claro, pero Inter, antes que el resultado, tenía que demostrar a sí misma y a todos nosotros que ya está para pelearle a cualquiera, aún al bicampeón.

Lo logró, sin dudas, si bien sólo el tiempo permitirá disipar las dudas respecto a la "tenida" mental de un grupo que, en el pasado reciente, se ha mostrado repetitivamente falto de continuidad. Walter Mazzarri es toda una garantía en eso, pero a la cancha van los jugadores.

Con respecto a Juventus, juzgo necesario hacer un discurso diferente. Antonio Conte es uno que aprende rápido y que sacó enorme provecho de la experiencia de Champions, más que aceptable en los resultados, de la temporada anterior.

No sólo trató de reforzar al equipo donde más lo necesitaba, sino que evidentemente programó la curva de rendimiento físico y atlético ya con la mentalidad del equipo grande, que quiere llegar a su mejor nivel recién en marzo, cuando se decide todo y llegan los rivales más complicados.

Por eso, a la Vecchia Signora se la nota algo fuera de ritmo, y especialmente Pirlo luce lejos de su mejor nivel. Pero está claro que, a su edad, si sueña con hacer un gran Mundial, deberá diagramar aún más atentamente su preparación física y los objetivos de la misma.

Por eso, a Juventus hay que esperarla y, de cualquier manera, no se va a desprender del resto de los candidatos, va a estar siempre ahí, prendida. Luego de 17 meses de "tirar" el grupo, llegó la hora de tomarse un respiro en función de proyectos más ambiciosos. Mientras tanto, tiene a un Vidal extraordinario que le resuelve todos los problemas.

Punteros son Nápoli y Roma. El primer caso no es una novedad, el equipo de Benítez es por ahora el que mejor lució en estas primeras tres jornadas y por encima tenía un rival complicado pero accesible. El entrenador ibérico se dio el lujo de ahorrarles casi una hora de juego a sus figuras, pero luego tuvo que ponerlas para llevarse los tres puntos.

El examen del miércoles ante el Dortmund será realmente vital para el resto de la temporada del equipo, porque de la performance, muchos antes que del resultado, dependerá que el plantel pueda o no tomar confianza. Ojo, porque si eso ocurriese, Nápoli será un hueso duro de roer para muchos, en Italia y en Europa.

Roma en cambio tenía un partido más complicado, visitando al Parma de Cassano. De hecho, en el primer tiempo fue superada y quedó abajo en el marcador. Pero el equipo de Rudi García es sólido, bien parado, tiene poder de gol y actualmente es el que menos sufrió en su arco: apenas uno, el del Parma.

Así que, en la segunda etapa la Loba lo dio vuelta con asombrosa facilidad y con la elegancia técnica de un Totti que se está volviendo ejemplo de longevidad atlética y enorme profesionalidad.

¿Dónde puede llegar la Roma? El banco es algo corto y su Capitán tiene una edad importante, que no le permitirá jugar siempre, pero el equipo no tiene compromisos internacionales y cuenta con un plantel de edad promedio muy baja.

El desafío del próximo domingo, el Derby del Colosseo ante una Lazio sin muchas luces pero sólida y peligrosa, con la final de Copa Italia definida por el gol de Lulic clamando venganza desde las tribunas, será sin duda medida exacta de las reales posibilidades del equipo de García.

Pobre Fiorentina, qué mala suerte. En primer lugar, debió haber ganado, mientras que el chileno Pinilla, ingresado desde el banco y asistido de manera magistral por el colombiano Ibarbo, le birló dos puntos. Además, no podrá contar con Gómez por cerca de dos meses y también lo perdió a Cuadrado, quien lamentablemente tampoco debería poder volver antes de más o menos un mes. Si a eso le sumamos la expulsión injusta y vergonzosa de Pizarro, el cartón está realmente lleno.

Fiorentina en la próxima fecha visitará a la complicada Atalanta, que en Bérgamo suele ser peligrosa y mucho. Veremos como reaccionarán el plantel y su joven entrenador ante tanta adversidad.

Por último, otra vez, Milan. La operación "nostalgia", con el regreso de Kaká y el cambio de esquema, fue un fracaso rotundo, por lo menos en primera instancia. Kaká obviamente necesita jugar y tomar ritmo, pero la lesión, que podría marginarlo hasta un mes, retrotrae todo el plan a foja cero.

Mientras tanto, con una pizca de suerte Milan sacó un punto en casa de Torino, con otro penal de Balotelli (por más que circulen muchos números diferentes, son 21 sin errores, una monstruosidad de todas maneras).

El problema es que Boateng ya no está, Montolivo se lesionó, El Shaarawy también, la defensa se cae a pedazos y cuenta sólo con dos centrales disponibles y ni siquiera un lateral de rol, con Zaccardo que jugó 90 minutos luego de una eternidad y ahora deberá jugar 180 más en 4 días.

Porque el miércoles ante Celtic no se puede fallar y el domingo, otra vez en San Siro, llega Nápoli. El fútbol es raro, en una semana todo podría cambiar, pero no siempre lo es y muchas veces es sumamente lógico. Otra vez Filippo Inzaghi, desde la tribuna, mirará esos dos partidos con ojos diferentes a todos los demás.

Cierro con el Clásico de la Linterna, coreográfico y pintoresco como siempre. Genoa festejó a la grande, mérito de su entrenador, Liverani, que salvó su puesto de trabajo, y de su máximo representante en la cancha, Francesco Lodi, quien por encima ejecuta los tiros libres como los dioses. Sampdoria llora, pero no se puede vender a Icardi y traer a Gabbiadini: mejor dicho, se puede, de hecho lo hicieron, pero luego esos errores cuestan muy caro.

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carlos tevezGetty Images

BUENOS AIRES -- Es imposible encarar el análisis de la segunda fecha del Calcio sin hablar del mercado, que cerró oficialmente este lunes 2 de setiembre, a las 23 hora local.

Por dos razones: en primer lugar, porque muchas cabezas estuvieron evidentemente puestas en el mercado de pases y esa "distracción" fue evidente en la cantidad de goles de la fecha (43). Un despropósito que no puede explicarse simplemente con una buena jornada de los delanteros, algo que de hecho también existió.

Además, si bien estas primeras dos jornadas mostraron claramente a dos grandes candidatos, uno tiene la impresión, como nunca en los últimos años, de que hay por lo menos seis equipos que podrían estar en la conversación, de los cuales dos cuentan con "la ventaja" de no tener que disputar competiciones europeas.

En ese sentido, al mirar lo que ocurrió en las varias canchas, también deberemos mantener presente lo que pasó en el cierre del mercado, para tratar de entender cuáles de esos seis pudo aprovecharlo mejor.

Juventus ganó cómodo, con una gran demostración de contundencia, si bien hay que interrogarse respecto a la defensa de Lazio, que en apenas 15 días sufrió ocho goles en dos partidos ante este mismo rival, encima con un partido como local.

En Hablemos de Fútbol mostramos los simples movimientos de Tevez y, en menor medida, de Vucinic, que terminaron abriendo praderas para las incursiones de ese maravilloso corsario que es Vidal y del propio montenegrino. Pero también mostramos la facilidad con la que esas praderas fueron abandonadas por defensores muy flojos.

Esa es la razón por la que hablamos de seis potenciales candidatos, excluyendo a Lazio, que no convence y tampoco pudo traer a ese "avatar" de Klose que tanto necesitaba.

Juventus, luego de vender a Matri, decidió quedarse con Quagliarella y se desprendió sólo de Marrone. Conte -inclusive- protestó, pero esta decisión parece indicar que a Llorente habrá que esperarlo bastante.

Nápoli en el primer tiempo tuvo dos caras: sublime en ataque y casi ridículo en defensa, especialmente en la figura del "antidivo", el nuevo arquero Pepe Reina (los pobres hinchas celestes extrañarán a De Sanctis; mejor dicho, ya lo hacen). Luego Nápoli se afirmó bastante en el complemento, sin perder potencial ofensivo y terminó con un triunfo brillante y merecido, en una cancha donde el Nápoli de Mazzari había perdido siempre sin anotar goles.

Por su parte, Nápoli se limitó a retener a Zúñiga -que vale más que una adquisición- y encontró una alternativa en ataque a Higuaín, al descubrir al colombiano Zapata. Sin olvidar que en pretemporada ha jugado Pandev de primera punta y lo hizo muy bien. Nosotros, a un central defensivo de cierto nivel, lo hubiéramos buscado, pero tampoco hay que olvidar que está Fede Fernández en el plantel, un titular en la Selección argentina.

Así que, Juve y Nápoli ratificaron su envergadura. De alguna manera también lo hizo Fiorentina: goleando como visitante, con dos de Pepito Rossi, que puede ser su verdadera gran adquisición, dos de Gómez, que seguirá haciendo muchos más, y otra vez con excelente funcionamiento, a pesar de darse el lujo de mantener a su mejor hombre del partido anterior, Cuadrado, en el banco.

Entonces la verdadera noticia son Inter y Roma. Hasta se pueden analizar en conjunto, porque comparten muchas cosas. En primer lugar, 5 goles anotados y ninguno recibido. Ambos ganaron 2-0 en la primera fecha y 3-0 en la segunda.

Además, comparten el haber hecho bastante poco en el mercado: Inter dejó salir a algunos, como Cassano o Silvestre, compró un par de jóvenes muy interesantes como Icardi y Belfodil y sumó la experiencia en los esquemas defensivos de Mazzarri, que pueden mejorar con Campagnaro.

Roma vendió a tres piezas importantes: Marquinhos en defensa, Lamela en el medio y Osvaldo en ataque. A cambio llegaron Benatía y Maicón -en defensa-, el interesantísimo Strootman -en el medio- y Gervinho y Ljajic -adelante-.

En general, en ambos casos se quiso eliminar a eventuales focos de conflicto en el plantel y traer a jóvenes interesantes (más allá del delito de vender a Marquinhos, con 19 años), para entregar a ambos entrenadores equipos (pero sobre todo vestuarios) mucho más normales y equilibrados.

Esa es otra característica que Inter y Roma tuvieron en común en estas primeras dos jornadas: ganaron de manera "normal", lógica, imponiendo con enorme simpleza su mayor jerarquía individual. En este sentido, el partido del sábado 14 de setiembre en el Giuseppe Meazza entre Inter y Juventus será un verdadero y exigente examen para ambos. Estamos muy curiosos de ver que pasará.

Otra vez, dejamos por último a Milan. Las categóricas afirmaciones ante PSV y Cagliari, por sí mismas, tenían el poder de devolver a Milan a la condición de candidato, más allá del primer tropezón ante Verona.

Pero en este caso el discurso mercado se vuelve absolutamente prioritario. El artífice del primer triunfo fue Boateng, que imprevistamente y por muy poco dinero, se fue a Alemania. Una decisión que podía explicarse con lo que pasó después, la llegada de Kaká, que seguramente estaba abrochada desde muchos antes.

También la llegada de Matri es importante para entender los planes rossoneri. Milan está corriendo un riesgo tremendo, porque otra vez cambia casi todo con el torneo iniciado. Ojo, si Kaká está bien, en el 4-3-1-2 con Balotelli y Matri pueden formar un ataque de novela, considerando a Robinho y El Shaarawy como dos comodines que permitan, en las circunstancias adecuadas, volver o pasar al 4-3-3.

Pero si Kaká resultara una sopa recalentada, si el jugar con enganche terminara sacando a El Shaarawy del protagonismo, si la defensa bailara (el único refuerzo ahí fue Silvestre), si Balotelli siguiera sumando amarillas a cada partido, entonces la temporada podría resultar una tragedia.

Para los rossoneri, la esperanza es que la cercanía del Mundial empuje Kaká a disputar un gran torneo. Estaría bueno para ellos, estaría bueno para el Calcio en general y tendría a Felipe Scolari como máximo beneficiado.

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BUENOS AIRES -- Luego de una espera que se hizo casi interminable, 95 larguísimos días, finalmente volvió el Calcio. Lo hizo con una fecha que tuvo el poder de plantear claramente desde un mismo comienzo las claves de un torneo que se anuncia, más que nunca, apasionante y atractivo.

Lo primero que hay que decir es que en el mercado del Calcio, luego de un paréntesis de déficit neto de calidad, con los mejores jugadores que ya no llegaban al Calcio y, por el contrario, se iban, como Eto'o, Snejder, Ibra, Thiago Silva y muchos otros, mostró un cambio de tendencia, leve pero claramente advertible. Si bien se fue Cavani, las llegadas de Tevez, Higuaín, Gomez (quien anotó 99 goles en lo últimos 5 años en Bundesliga, siendo el máximo anotador en ese lustro) y la recuperación al mercado italiano de Balotelli y Giuseppe Rossi, un delantero de nivel internacional antes de la lesión, constituyen un claro señal de inversión de tendencia.

Para ir al punto que nos convoca, la primera fecha planteó el duelo por el título entre Juventus y Nápoli, mucho más abierto de lo que se podría pensar, pero también nos habló de Fiorentina, Inter, Roma y Lazio que se pueden meter en la conversación y, en todo caso, influir pesadamente en la pelea por el Scudetto.

Juventus ganó, sin jugar bien pero con su táctica infalible, como esa anaconda que rodea su víctima con las espiras y la va ahogando lenta pero inexorablemente. Fue todo un símbolo que el gol decisivo haya sido de Tevez, el único jugador en la cancha que no integraba el plantel del bicampeonato.

Tevez no tuvo un gran partido, luchó y perdió más de lo que ganó, pero estuvo implacable a la hora de definir. Juventus necesitaba esa "maldad" agonística ahí adelante y nadie mejor que Tevez para eso. Eso sí, Vucinic y Carletto deben encontrar mucho más diálogo y automatismos.

El hecho es que Juventus confirma su solidez casi impenetrable defensiva, su zona media plagada de jugadores de la calidad de Pirlo, Vidal (monumental en el pase decisivo) pero también del joven Pogbá, generoso e inteligente a la hora de la asistencia a Tevez, y de los inexauribles Lichtsteiner y Asamoah y ahora a todo eso le sumó un ataque de nivel europeo. Se sacó de encima Sampdoria, el único equipo que le había ganado ambos partidos en el torneo anterior. Veremos quien podrá sacar puntos en Marassi ante los muchachos de Delio Rossi.

Nápoli fue una grata sorpresa. Uno dudaba de la reacción de un grupo adiestrado a la férrea y casi militar disciplina de Mazzarri ante el "aplomo" británico de Benítez. Además, en lo táctico el paso de la defensa a tres a la más tradicional línea de cuatro implicaba riesgos potenciales nada despreciables.

En cambio Nápoli jugó un partidazo, con Higuaín que sufrió al igual que su colega bianconero pero con un novedoso 4-2-3-1 que exaltó las calidades de Hamsik y también de Zúñiga (partidazo del colombiano), Pandev y Callejón, otra grata sorpresa. En suma, cuando el mejor Higuaín se acople a este esqueleto, Nápoli podría ser una maquinita muy linda de ver y muy difícil de enfrentar.

Fiorentina es un proyecto hermoso, con un técnico joven y ambicioso y un plantel que tiene una zona media de calidad increíble (Matías Fernández es suplente, toda una definición), un Cuadrado estratosférico, un Pizarro que en la madurez está entregando lo mejor y un ataque potencialmente tremendo, con Rossi recuperado y el "panzer" Gomez.

Inter, con la solidez del sargento Mazzarri, mostró que tiene plantel más que suficiente para un campeonato ambicioso, máxime considerando que no tendrá compromisos entresemana. El triunfo ante Genoa no fue brillante, pero fue asombrosamente normal, casi lógico. Inter tiene mucho más plantel y, si juega con atención en defensa e intensidad adelante, le puede hacer partido a cualquiera. Muy bien Alvárez, excelente Guarín, siempre mortal Palacio, más que una promesa Icardi. Y pronto volverá Milito.

Discurso similar para Roma, que también tiene un buen plantel, más allá de algunos comportamientos de mercado de los dirigentes francamente incomprensibles. También su triunfo fue normal, por decantación simple de mayor calidad técnica, y también Roma no jugará en Europa. El podio es un objetivo, difícil pero no imposible.

Lazio, si Klose aguanta más de una media temporada, con ese Hernanes y los externos que tiene, Candreva y Lulic, también es temible. No parece tener plantel para una carrera larga, pero en las copas puede sacarse, nuevamente, algún gusto grande. Le ganó bien a las ruinas de un Udinese que, evidentemente, erró totalmente la pretemporada, en cuanto a diagramación atlética y, quizás más, en cuanto a mercado.

Dejamos por último a Milan, claramente la desilusión de esta primera fecha. Que es un misterio casi indescifrable. Por 15 minutos pareció un equipazo, padrón del juego y del campo, con un gol muy bonito. Pero alcanzó con que Vérona superara el miedo escénico del recién ascendido y se pusiera a jugar para que Milan se derritiera como un helado en el horno. Toni, con un partido conmovedor, casi perfecto, anotó un doblete, ridiculizó a los defensores rivales y le explicó con los hechos a Mario Balotelli cuanto le falta para poder considerarse un gran jugador.

El problema de Milan es la falta absoluta de carácter, que ya se había notado claramente, por ejemplo en las copas europeas, y que probablemente refleja la personalidad de su conductor. Es un problema que puede ser muy sencillo de resolver, máxime considerando que este Milan tiene en el plantel a muchos "niños", de edad y de comportamiento, pero que también puede transformarse en un lastre que comprometa irreversiblemente la temporada rossonera.

El partido del miércoles ante PSV, con un marcador favorable en el primer encuentro, es ya una "última playa": si este Milan queda afuera de la Europa que cuenta, la adversidad podría provocar un derrumbe psicológico tremendo. En todo caso, casi seguramente no será Allegri quien deberá resolverlo: en los boxes, Filippo Inzaghi calienta motores.

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Deporte es amar

FECHA
26/06
2013
por Federico Manfredo
Vestidor ItaliaGetty ImagesLa soledad del vestuario, los preparativos para un gran partido. Nostalgia por la Azzurra.

ROMA -- Siguiendo la Copa Confederaciones, estoy sufriendo de una extraña forma de tristeza y nostalgia. Me fue difícil entender qué es lo que me pasaba, hasta que me di cuenta de que el problema es que extraño a la Azzurra.

Seguirla desde cerca el verano pasado en la EURO2012, hablando con los jugadores y con Prandelli y estando en medio de las hinchadas en una competición tan importante y emocionante fue algo que me llenó el corazón; ahora tener que ver a Italia por TV me deja con un poco de amargura.

Es como cuando la persona que amas está lejos y puedes verla gracias a Internet y escucharla todos los días, pero las sigues extrañando porque no puedes estar ahí con ella. Es realmente la misma cosa, porque en definitiva el deporte es amor.

Es verdad. Es así. ¿Cómo se explicaría sino la emoción, la alegría y el entusiasmo que prueban los aficionados por jugadores y deportistas que nunca conocieron y nunca conocerán? ¿Cómo se explicaría la pasión por una remera, por el triunfo de un equipo del que nosotros, personalmente, no obtendremos nada? Ni dinero, ni copas, ni fama ni gloria. ¿Cómo se explica todo eso sino con el amor?

El sentimiento, después, es aún más fuerte cuando alguien al que queremos personalmente está involucrado o, aún más, cuando somos nosotros mismos a practicarlo.

A cualquier nivel se lo haga, todo deporte exige un gran esfuerzo y una serie de sacrificios notables (claramente, cuanto más se sube de categoría, casi siempre mayor es el sacrificio), especialmente por parte del atleta pero también de muchos seres queridos, en particular padres y madres quienes deben organizar, pagar, acompañar y ponerse a disposición para que alguien más pueda hacer lo que desea. Todas fatigas que sin amor sería imposible cumplir.

Levantarse temprano a la mañana no para irse al mar o para ir a comer algo rico en algún lugar maravilloso, sino para ir a sufrir, sudar, torcer las articulaciones y traumatizar los músculos. Si lo piensan bien los atletas son un poco locos, característica que desde la antigüedad los poetas asociaron al Amor, ese con la "A" mayúscula.

En estos días de nostalgia, entre un partido y otro de Italia que me recuerda ese amor vivido en primera persona, dejándome un sabor a la vez dulce y amargo entre los labios, estoy cumpliendo un viaje que me está enseñando aún más de lo que ya sabía del deporte: es realmente una gran verdad que nunca se deja de aprender.

Les cuento que estoy con Fabiola, mi hermosa primita de apenas 17 años de edad, en Pesaro, una ciudad del este italiano que se asoma tranquila al mar Adriático.

Estamos aquí por el concurso nacional de gimnasia artística de nivel amateur. Acá veo chiquitas de 8 años nomás colgarse en la paralelas y cumplir esfuerzos increíbles para voltear y lanzarse desde metro y medio de altura. Las veo volar más que saltar y caminar sobre sus pequeños brazos y pienso a todos los esfuerzos que sus entrenamientos imponen día tras día.

Veo a las chicas más grandes y pienso a todas las fiestas que se perdieron, todas las veces que tuvieron que hacer tarea de noche para preparar un examen de la escuela porque durante la tarde no tenían tiempo para estudiar, porque no quisieron renunciar a una única práctica.

Recuerdo cuando también las horas y los días de mi vida se veían marcados por los trabajos en la cancha, los partidos y las concentraciones. La mayor parte de las veces esos sacrificios no me pesaron, pero verlos en una persona que amo y descubrirme a sufrir por ella me enseña el valor de cada segundo, más de lo que aprendí viviéndolos yo mismo esos momentos.

Les aseguro que estar acá y ver la tensión, la desilusión y la alegría de las atletas más chiquitas me llena de emoción y me confirma que el deporte es superarse por algo más grande, es sacrificarse para poder mejorar. Es amar.

Lo más profundo es que casi todas estas chicas no están aquí con la esperanza de llegar a algún lado. No creen poder un día participar a un Juego Olímpico o algo por el estilo. Aquí no se gana nada, más allá de la satisfacción personal por haber alcanzado un objetivo por el que se trabajó uno, dos o quizás hasta diez años.

Las chicas que están acá, como la mayoría de los deportistas en todo el mundo, "torturan" su cuerpo y sus nervios porque aman lo que hacen. Porque viven por su deporte. Porque quieren a sus entrenadores. Porque adoran como se sienten cuando vuelan y saltan y se lanzan.

Y así me cuentan, ejercicio tras ejercicio, lo que significa el deporte para la humanidad y llevan mi consciencia a una profundidad que nunca había alcanzado antes de estos días.

Y así me cuentan que están acá porque saben amar y saben sacrificares por las cosas que quieren; y eso no tiene precio. Eso es lo que día a día logra hacer de este mundo un lugar mejor de lo que era el día anterior.

ROMA - Italia igualó por 0 a 0 de visita a República Checa, en uno de los partidos del Grupo B de la zona UEFA de las eliminatorias para el Mundial 2014.

Un resultado que en suma le cabe bien a la Azzurra, que así aumentó su ventaja en la primera posición de su zona, que conduce con 14 unidades, cuatro arriba del escolta Bulgaria y cinco más respecto al seleccionado recién enfrentado.

Cesare Prandelli
EFEItalia jugó el peor partido de la era Prandelli

Sin embargo, sobre todo en vista de la Confederation Cup, que comenzará en poco más de una semana, la performance del conjunto italiano fue bastante preocupante, puesto que fue el peor partido de la Nazionale desde que llegó Prandelli, final de la EURO2012 a parte.

Esa fue mi sintética análisis de lo ocurrido en Praga, la capital checa, si bien enseguida mi querido amigo Dennis me dijo que no podía contar como un mal partido esa "maldita final" porque, cito textualmente, "hubo demasiadas cosas raras esa noche como para hablar de una mala performances de los héroes azzurri".

Cierto o no, queda el hecho de que Italia no fue sí misma ante República Checa, puesto que no mostró prácticamente nada de todo lo bueno que viene luciendo desde que Prandelli tomó el mando del seleccionado, a parte la atención defensiva y los buenos aportes de Barzagli y Buffón.

Gran parte del problema estuvo en el factor físico, porque los jugadores italianos se vieron realmente cansados, lentos, sin reactividad en las piernas y con poca lucidez mental. Algo que nos deja con dudas, porque será difícil cambiar mucho de acá a cuando comience la Confederation en Brazil.

Por no contar que el tema físico fue el punto débil de la Nazionale en la pasada Eurocopa y ya es alarmante que nuestros jugadores lleguen tan "fundidos" en junio, mes en el que se juegan todas las más importantes competiciones para selecciones. De todas maneras, puede que, en realidad, de acá al debut en la Copa cambien muchas cosas, puesto que no conocemos exactamente la preparación del conjunto.

Pero no hubo sólo eso: en efecto, Italia falló bastante sobre el plano táctico y muchísimo sobre el mental. Eso, en mi opinión, fue lo más grave, porque es la primera vez que esta Azzurra me desilusiona tanto desde ese punto de vista.

Tácticamente hablando, falló rotundamente el experimento de jugar con cuatro volantes centrales:. el resultado fue que ninguno de los cuatro logró encontrar bien la posición y lucieron incómodos y confundidos por todo el encuentro. Las cosas no cambiaron en el complemento, cuando promediando la etapa Aquilani tomó el puesto de un cansado Pirlo.

Además, El Shaarawy mostró la que fue la peor interpretación de un ataque a dos desde que yo miro fútbol: el delantero jugó casi como si hiciera parte de un tridente, parado siempre por izquierda, sin cruzarse nunca con su compañero Balotelli (quien así se vio "atrapado" en la zona centro-derecha del ataque) y sin hacer ni siquiera ese juego fundamental en vertical, parándose una vez más atrás y otra más adelante respecto al su compañero.

Sin embargo, a pesar de todos los defectos sobre ese plano, lo más molesto, como les decía, fue la actitud del conjunto. Emblemático en ese sentido lo de Balotelli, quien nunca logró enchufarse en el juego y fueron más las veces que se paró para pedir una falta, regalándole el esférico a sus adversarios, que las que logró jugar un balón inteligentemente. No me gustó tampoco toda esa "urgencia" en quererlo defender a Balo a toda costa. Realmente los jugadores hoy en día son demasiado mimados.

La falta de garra y de corazón y la ausencia de la voluntad de quererlo ganar a todas costas fueron evidentes en casi todo el equipo, que por momentos hasta se conformó con manejar el balón sólo para no concederle chances a su rival. Fueron claras también en Prandelli (pero sólo sobre el final), quien después de la injusta expulsión de SuperMario "firmó" el empate, quedando en ataque sólo con Giovinco cuando hubiera podido ponerlo a Gilardino por un volante, para intentar ganarlo.

A esa altura era muy importante no perder y, jugando con hombre menos, el director técnico no quiso arriesgar nada. Lógico. Sin embargo, nos esperábamos algo más por parte suya, no sólo para vencer el partido sino también para dar un mensaje: el mensaje que Italia debe siempre jugar para ganar.

De todas maneras, si bien no me gustó lo que vi, tener que jugar en junio un match importante y a diez días desde el inicio de un torneo no es seguramente fácil. Por eso no quiero preocuparme más de lo debido, consciente de que, en fin de cuentas, fue la primera vez que vimos una Italia "chica".

Además, no hay que olvidarse de la mentalidad italiana: a muchos de mis amigos tuve que recordarle yo que Italia jugaba y fueron realmente muchos los que no le dieron importancia al desafío contra República Checa.

Mediáticamente la cosa fue idéntica: parecía que la Azzurra debía jugar un amistoso, siempre en vista del torneo brasilero, más que un importante encuentro para conquistarse el derecho de jugar el Mundial.

Por eso quiero tomarlo más como un tropezón, que como una señal negativa. Por eso mis expectativas para la Confederation Cup siguen siendo altas. Por eso creo aún que las cosas irán bien, en Brazil.

Lo espero vivamente, porque ser protagonistas significaría sumar autoestima y consciencia de sí mismos en vista del Mundial. Un papelón, en cambio, nos dejaría muy mal parados, tal y como pasó en Sudáfrica.

Veremos que pasará. En mientras, seguiré contándoles como se prepara el equipo y como se vive este viaje en el país. Lamentablemente no podré estar cerca de la Nazionale, como en la Eurocopa, pero como muchísimos otros italianos estaré en Brazil con el corazón, haciendo fuerza para ver una "Italia Grande".

Copa Italia: La FinalGetty ImagesAl ganar la Copa Italia, la Lazio se aseguró también un lugar en la próxima Europa League
ROMA -- En Argentina la famosa hinchada de Boca Juniors, el equipo que llevo en el corazón, se llama "La 12": la idea es que los hinchas participan activamente al juego, con sus cantos y su aliento constante, tanto de ser el doceavo jugador del equipo. Algo absolutamente cierto, que dio resultados a lo largo de toda la historia xeneize.

El domingo 26, en el estadio Olímpico de esta capital, Lazio superó a Roma por 1 a 0 en la final de la Coppa Italia, empujado sobre todo por sus "tifosi", quienes supieron marcar diferencia como raramente ocurre en Italia.

Todo comenzó con la impresionante coreografía de la tribuna albiceleste, decididamente más apasionante y de mayor impacto respecto al bello pero ya visto juego de bengalas de los hinchas romanistas. Les aseguro que verlo en la cancha fue realmente hermoso, con toda la "barra brava" vestida para colorear la curva de celeste y blanco y una bandera inmensa, que representaba la alegórica entrega del estandarte de la antigua Roma (con el Águila romana) a los jugadores de Lazio.

La cuestión siguió a lo largo del partido, porque el lado lazial de la cancha vivió el partido con mayor pasión e intensidad, cantando y alentando, mientras los giallorossi se veían bastante inquietos y trabados por los nervios y una cierta dosis de miedo. Yo tenía a mis costados un cámara de Lazio y un asistente de Roma y viví desde muy cerca las dos actitudes muy diferentes, que se reflejaron perfectamente sobre el campo de juego.

En efecto, los albicelstes fueron mucho más emprendedores y activos respecto a los giallorossi, que por su parte estuvieron demasiado pasivos. Los dos tuvieron algo de miedo y se veía claramente que estaban más concentrados en no conceder, más que en crear; pero la diferencia fue evidente y estuvo en el hecho de que el equipo de Petkovic tenía una idea clara de juego, apuntándole a los laterales y a buscarlo a Klose por arriba, mientras que la Loba dependía de las iniciativas personales de Totti, a menudo obligado a buscar el balón sobre el círculo central.

De no ser por el partidazo de Bradley, el mejor de los giallorossi, Roma hubiera caído ya a lo largo del primer tiempo, pero gracias al excelente aporte del americano, en particular en fase defensiva, el primer tiempo se cerró sin goles y sin muchas emociones.

En el complemento los cuadros intentaron abrirse un poco y la intensidad subió, de manera que el encuentro se puso más emocionante y espectacular. La hinchada de Roma pareció despertar, pero nuevamente regresó a vivir el enfrentamiento con inquietud.

Al noveno todo podía mejorar para los giallorossi, por la lesión de Ledesma, entre los mejores del cuadro rival, pero Petkovic hizo una movida inteligente y acertada, poniéndolo a Mauri y pasando a un 4-2-3-1, mientras que Andreazzoli "durmió" y no supo sacarle provecho a la situación: en ese momento, con toda probabilidad poner un volante por un delantero (el candidato era Destro, quien tocó dos balones en una hora) hubiera sido la movida justa, para adueñarse de la media cancha e imponer su juego.

Así las dinámicas del encuentro no cambiaron y Lazio pudo salir a buscar el triunfo, que obtuvo también con algo de suerte, factor determinante en la mayoría de las finales, cuando Marchetti logró desviar con un reflejo milagroso al travesaño un centro pasado de Totti, en jugada de pelota parada.

Cuando el referí silbó el final del partido, fue impresionante la velocidad con la que se vaciaron los sectores giallorossi mientras que, claramente, los albicelestes se quedaron por casi una hora para festejar junto al equipo el triunfo del clásico más importante en la historia de la ciudad eterna, contentos por haberle negado la estrella de plata a Roma para levantar ellos mismos un trofeo que vale un acceso a la Europa League, mientras los tifosi de la Loba estarán obligados otra vez más a ver las competiciones continentales por TV.

Recordarán que en el blog de la previa les conté que la frase que más se usó por toda la semana anterior al clásico fue "Ganen o escapen". Bueno, los jugadores de Roma se tomaron muy en serio la frase, porque protagonizaron una verdadera y auténtica fuga, sin pararse a hablar ni a nuestros micrófonos ni a los de todos los otros medios de información. Alguien debería explicarle que hay que saber aceptar las derrotas, para poder aprender de ellas. Poner la cara era deber y un gesto necesario para todos los hinchas desilusionados.

Aficionados que, de manera vergonzosa, mostrando la peor cara del deporte y de la pasión, fueron en más de 300 a Trigoria para esperar y atacar el bus con los jugadores de su equipo, para expresar como animales su contrariedad por la derrota.

Lazio, claramente, no tuvo ese tipo de problemas, pero con toda sinceridad lograron sorprenderme igualmente, porque sus declaraciones fueron encomiables. Ledesma declaró que le "dedica el triunfo a todos los chicos hinchas de Lazio, quienes mañana (lunes) podrán ir al colegio y decir que su equipo ganó el derby".

Hernánes también le dedicó el triunfo a la hinchada y con una nota de verdadera emoción en sus palabras nos contó que fue "el día más feliz de su carrera, por haber retribuido y agradecido todo el cariño que él recibió con esta victoria".

En suma, Lazio conquistó este importante partido y un trofeo que le da un aspecto sumamente positivo a una temporada de calidad, en la que el cuadro, a pesar de la merma del 2013, salió inmerecidamente de Europa League, en cuartos de final, peleó las plazas altas de la tabla por mucho tiempo y supo eliminar al mejor equipo del Calcio, Juventus, en semifinales de la Copa Nacional, que vencieron absolutamente con mérito.

Al mismo tiempo, aplastó a su "odiado" rival conciudadano, que ya entró en crisis poniendo en discusión todo el trabajo hecho desde que llegó la nueva directiva (¡horrible la "pelea" entre Osvaldo y Andreazzoli!). Dudas fundadas, considerando que el equipo mermó sobre el plano de los resultados, así como desde el punto de vista mediático, sufriendo con esta derrota el que podría ser el golpe de gracia a su imagen a nivel nacional e internacional.

Una doble satisfacción que los tifosi del Águila no olvidarán por largo tiempo. Probablemente hasta que sus gargantas tendrán aliento para gritar goles y alentar a su equipo, que sea en la cancha o afuera, tomando por el pelo los compañeros del colegio, como sugería esa gran persona que es Cristian Ledesma.

Juventus APUn año muy bueno, y con buenas previsiones a futuro, para Juventus
ROMA -- Una de las características de los hinchas, de los de fútbol en particular, es la de ver las cosas en "blanco y negro", con un extremismo tal que no hay coloraciones posibles ni escalas de grises: algo es bueno o es malo. Punto.

Por fueron muchos los juventinos que este año clasificaron la salida de Juventus ante Bayern como un papelón inaceptable, como una verdadera tragedia que no logran ni entender ni aceptar.

Sin embargo Dennis, un querido amigo mio que es como un hermano para mi, quien es ingeniero informático y ama sólo dos cosas por arriba de la Vecchia Signora, su esposa y los números (y por la primera no garantizo...), me hizo un análisis muy frío y objetiva de la temporada juventina y realmente no puedo más que estar de acuerdo con su punto de vista.

En suma, él dijo que la temporada fue extraordinaria, porque se consolidó la fuerza del equipo, se ganó el título con cierto relax, se alcanzaron las semifinales de Copa Italia y los cuartos de la Champions, saliendo ante el actual finalista y favorito para el triunfo, y todo con un equipo bastante joven y que puede seguir dando mucho en los próximos años.

En otras palabras, para Dennis este año fue totalmente negro y blanco, o más bien bianconero, porque la Juve  perdón, su Juve  fue en absoluto el mejor equipo del Calcio: el que mostró el mejor juego, el que hizo más puntos, el que llegó más lejos en Europa. Un discurso inapelable. El Calcio este año fue innegablemente bianconero. Yo intenté ir más a fondo de la cuestión, porque de todas maneras las consideraciones de mi amigo tranquilizan a un hincha, pero no dan explicaciones del porque pasaron algunas cosas y de lo que se puede (y debe) hacer para mejorar en futuro.

Como primera cosa, lo que llegué a pensar razonando con otro gran amigo juventino, Andrea, fue que sin dudas la "paliza" que le dio Bayern Münich a Barcelona le da otra dimensión a la derrota de los bianconeri contra los alemanes: en efecto, hay que saber respetar a los adversarios y la verdad es que el conjunto de Heynckes llegó en un estado ideal, jugando un fútbol exquisito y el equipo tiene esa seguridad y convicción que se obtienen cuando se alcanza por tercera vez en cuatro años la final de Champions.

Tras el 7 a 0 (entre ida y vuelta) sufrido por Barça, todo ese drama según el cual Juventus no tiene el nivel necesario para competir en Europa me pareció simplemente ridículo. Los bianconeri pueden jugársela con los mejores de Europa y terminaron por salir más porque se enfrentaron a una "máquina asesina", que por límites propios.

Claro, la inexperiencia de los bianconeri en esos dos encuentros fue evidente, pero al mismo tiempo es comprensible, porque ese es un factor que pesa mucho en los equipos grandes, aplastados por grandes presiones. Paradójicamente pesa más en los grandes que en los chicos, que hace justamente de la inexperiencia su factor sorpresa, como el Borussia Dortmund, capaz de sufrir más ante otro "chico" como Málaga que ante el poderoso Real Madrid.

Sin embargo, a pesar de las innegables "justificaciones", el equipo debe mejorar en dos puntos: la gestión y el talento. Es cierto que el cuadro de Conte jugó el mejor fútbol del campeonato y mostró cosas excelentes también en Champions, pero los esquemas, la mayor parte de las veces, substituyen la falta de individualidades (com enseña el gran Maestro del periodismo italiano, Mario Sconcerti).

Así, cuando el juego de conjunto no es suficiente para superar a otro cuadro igualmente o aún mejor organizado, las jugadas personales, la fantasía de los campeones y las gambetas son lo que marca la diferencia. En toda honestad, eso es lo que le está faltando a este cuadro, que precisa jugadores capaces de resolver solos un partido importante.

El otro punto, el de la gestión, es quizás aún más importante. El tema es que la Vecchia Signora, en un cierto sentido, quiso exagerar: el Scudetto lo tenía ganado hace rato y, en realidad, nunca estuvo en discusión, cómplice también la ausencia de un serio rival. Así, Conte debía concentrarse un poco más en la Champions y dejar que jugadores como Pirlo, Vidal y Barzagli descansaran un poco más.

En cambio, el equipo siguió empujando a toda máquina por todo el año, mermando sólo cuando las piernas no tenían más, y así el equipo terminó con nueve puntos de ventaja respecto al escolta (a pesar de haber sumado sólo un punto en las últimas dos fechas) pero le faltó energías en el momento más importante, cuando en siete días jugó dos veces contra Bayern.

De todas maneras, todos cometen errores y probablemente el técnico bianconero sabrá aprender de los suyos. Si así será, ayudado por un mercado que no precisa ser "faraónico" pero sólo inteligente (alcanzarían dos jugadores claves, cubriendo gran parte de los gastos con algunos jugadores que en este momento "sobran"), Juventus será nuevamente candidato al Scudetto pero también candidato para la Champions.

No hay que olvidarse por culpa de un doble 2 a 0 que el plantel es de enorme nivel, que cuenta con una defensa solidísima, con un gran juego de equipo, una delantera eficaz y una línea de volantes envidiable, una de las mejores en todo el mundo.

Hablando de los medio campistas, aprovecho para darle mi encomio a Arturo Vidal, máximo goleador del equipo, quien fue votado por los hinchas como mejor jugador bianconero de la temporada y que, en mi opinión y en la de casi todas las personas que conozco, fue en absoluto el mejor jugador de esta temporada en el Calcio. Con una base como esta hace falta muy poco para pasar de ser grandes a ser leyendas. Pero ese poco hay que "adivinarlo" y además pagarlo bien caro.

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