Ryan Giggs deseaba que su cumpleaños pasara desapercibido. Amenazó, incluso, con quedarse en la cama para evitar la sorpresa que seguramente le tendrían preparada sus compañeros de equipo cuando el viernes el mediocampista se apareciera en el campamento del Manchester United.

"Espero que pase rápido", se había resignado Giggs en la víspera del 29 de noviembre de 2013, fecha que marcaba sus 40 años de vida. Como era de esperarse, los compañeros le tenían guardada una sorpresa, y aunque el festejo fue discreto intentando respetar sus deseos, simplemente fue inevitable. Lo recibieron utilizando máscaras con su cara -a saber de dónde sacaron la idea- y, en tono de broma, le obsequiaron un reloj haciendo alusión a su longevidad. Hubo un pastel enorme cortesía de los cocineros del club, mientras el vestidor, según reportes en la prensa inglesa, había sido decorado con numerosas fotos del jugador.

Wilfried Zaha, que no había nacido cuando Giggs debutó, en marzo de 1991, subió una foto en su cuenta de Instagram utilizando la máscara de Giggs. "Feliz Cumpleaos Giggsy", decía.

Dos días antes, el centrocampista galés había sido crucial en la victoria por 5-0 del Manchester United sobre el Bayern Leverkusen en la Champions League. La victoria de visitante más abultada del cuadro inglés en Europa en los últimos 56 años. Al minuto 88 de juego, Giggs enmarcó su partido número 953 con el Manchester United al servir a Nani para el quinto gol. Los reportes aseguran que, anonadados, los rivales preguntaron a Wayne Rooney cómo era posible que Giggs siguiera jugando a ese nivel.

El ahora jugador-entrenador del Manchester United pertenece al mundo antiguo, del que quedan ya pocos vestigios y que en poco tiempo se recordará con algo de nostalgia. La época de las leyendas, de los jugadores de un solo club.

23 años y dos hijos después de su debut, Giggs ha logrado dos récords que no le serán arrebatados jamás: es el único jugador que, a la fecha, ha disputado todas las temporadas de la Premier League y que hasta 2012-2013 ha anotado en cada una de ellas (este año no se ha estrenado, pero seguramente alcanzará su temporada número 23 marcando gol).

La Premier League, establecida en 1992, no existía cuando Giggs disputó su primer partido oficial, ante el Everton. Los jóvenes de 18 años, como él, no venían con teléfono móvil integrado. No había Internet al alcance del público general. Era impensable que un jugador de futbol costara 30 millones de euros, ya no digamos los 100 de Gareth Bale -un niño de dos años de edad en ese entonces.

"Un día la gente dirá que yo fui otro Ryan Giggs", llegó a comentar George Best, antes de morir en 2005. Niños prodigios de los 'Red Devils', sus vidas no podrían ser más diferentes, pues mientras el destello de Best fue fugaz, por significativo que este fuera, la leyenda de Giggs viene envuelta por la durabilidad.

Pocos días antes del cumpleaños del mediocampista, su excompañero Gary Neville le hizo una entrevista especial para el canal Sky Sports.

Miembros, junto con David Beckham, Paul Scholes y Nicky Butt de la 'clase del 92', hablaron de todo un poco, aunque sin profundizar demasiado, hasta llegar a la transición paulatina de Giggs de jugador a entrenador. Hablaron también, del significativo número 40.

Beckham y Giggs
Getty ImagesGiggs, junto a Beckham, con la Champions de 1999
"Has vivido siete años en Cardiff y 33 en Manchester, ¿a qué llamas hogar?", preguntó Neville, probablemente conociendo la respuesta de antemano. "Yo me catalogo como un Salfordiense galés", respondió Giggs, a lo que siguió la plática medio en broma, medio en serio, sobre la categoría que se acababa de sacar de la chistera.

Inevitablemente, Neville le preguntó sobre sus planes a futuro. Giggs, como ha hecho en numerosas ocasiones, aseguró que no se plantea el retiro a corto plazo.

"No porque haya cumplido 40 quiere decir que no doy más; si me siento bien y todavía lo disfruto, seguiré. Mientras más viejo te haces -y probablemente lo sepas- cuando tienes un mal juego te empiezas a plantear ciertas preguntas, eres más crítico, pero puedes tener un mal juego a los 19, 23, 28...", relató Giggs. Neville, que sabía de lo que hablaba intervino: recuerdo uno que otro...

La conversación pudo seguir por horas y seguramente fue una versión ligera de las muchísimas que deben tener frecuentemente, pues su relación de más de 20 años es mucho más profunda. Tanto, que están por inaugurar un restaurante juntos.

De ahí que no extrañen las palabras de Neville, retirado hace dos años, a su compañero en su reciente autografía 'Red': "Ha habido otros jugadores de larga carrera, pero hacerlo en su posición, con la valentía de tomar el balón y continuar desbaratando oponentes, es algo especial. Ha sido muy inteligente al ajustar su juego (a las circunstancias)", escribió Neville.

Hoy, Giggs comparte vestidor con gente que nació después de su debut y la mayoría de sus actuales compañeros, entre 23 y 27 años de edad, eran demasiado pequeños para recordarlo. Lo que recuerdan, vívidamente, es haber crecido viéndolo jugar y soñando con, algún día, ser como el.

"No recuerdo cuántos años tenía exactamente, pero sí recuerdo hacer de Ryan Giggs en el jardín trasero", dijo recientemente el mediocampista Tom Cleverley, nacido en 1989.

"Es una leyenda; es un comentario demasiado recurrente, pero no hay otra descripción", terció Michael Carrick, veterano a los 32 años, quien de igual manera soñó con Giggs en la adolescencia.

Giggs, quien según su actual entrenador-jefe de staff David Moyes no se pierde una sesión de entrenamiento, es el primero en llegar a Carrington y se mantiene en forma gracias a su sesión de yoga, no tiene reparos en reconocer que el éxito de su carrera, el pasado y el presente, se debe a la calidad del resto del plantel del Manchester United. "Ayuda tener 'piernas' a tu alrededor", dijo tras la victoria sobre el Leverkusen, poniendo especial énfasis en el trabajo de Phil Jones, quien contaba con tan sólo siete meses de edad cuando Giggs anotó su primer gol en la Premier League en septiembre de 1992, en un empate 1-1 con el Tottenham.

Con 34 títulos bajo el brazo, es el jugador más condecorado de la historia del futbol inglés, 13 de ellos en la Premier League. Es también el jugador más veterano en haber anotado un gol en la Champions League cuando en septiembre de 2011 marcó a los 37 años ante el Benfica. En 23 años, el galés jamás ha sido expulsado vistiendo la camiseta de su club.

La próxima vez que salga al terreno de juego será el cuarto jugador de campo en tener acción después de haber cumplido los 40 años de edad, tras Teddy Sheringham, Kevin Pilips y Gordon Strachan. Según los augurios de Alex Ferguson, se apuntará una marca más al hacerlo a los 41. "Es un fenómeno excepcional. Jugará otros dos años, créanme", dijo el entrenador galés al finalizar la temporada 2012-2013, justo antes de su retiro.

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