MEMPHIS, Tenn. — La percepción lastima a Dwight Howard. No considera justo ni preciso que muchos lo consideren un mal compañero de equipo y un bobo con bajo rendimiento a quien no le importa lo suficiente su oficio como para aprovechar al máximo sus inmensos atributos físicos.
Sin embargo, Howard supo que necesitaba hacer grandes cambios luego de tener tres fracasos consecutivos con un equipo. Durante el año pasado, cambió de agentes, ha hecho más pequeño y selectivo su circulo de amigos y abandonó a los Houston Rockets para unirse a los Atlanta Hawks.
Howard ha cambiado números, pasando del 12 que utilizó los primeros 12 años de carrera al simbólico número 8.
“El número significa un nuevo comienzo, una nueva vida”, dijo Howard. “Quise alejarme de mis viejos hábitos y cosas por el estilo, así que cambié mi número. Tiene un significado especial relacionado con mi madre; razones personales. Sólo quise cambiarlo”.
Con Howard en su cuarta franquicia, ESPN se encontró al ocho veces Super Estrella luego de la victoria del 6 de octubre contra los Memphis Grizzlies en el FedEx Forum.
P: Cuando dijiste “nuevo comienzo”, ¿a qué te referías?
R: Cambié todo lo que me rodea. He sido más responsable en ciertas situaciones. Trato de ser un mejor hombre, un mejor padre, un mejor compañero. Sé muchas de las cosas que se han dicho sobre mí, las cuales no puedo controlar y que han sido falsas, pero al mismo tiempo quiero demostrar a esta ciudad quién soy en realidad y demostrarle a mis compañeros de equipo el tipo de compañero que soy. Han sido buenos conmigo, y creo que para mí es muy bueno estar aquí.
P: Has estado en la mira de todos desde que te eligieron a los 18 años, captando cada vez más la atención de la gente a lo largo de tu carrera. Has hablado sobre la percepción que tienes de ti mismo. ¿Por qué te preocupa?
R: Me he molestado porque sé quién soy y qué tipo de compañero de equipo he sido. Por algunas cosas que se dijeron algunas me molestaron, pero la única manera de cerrar la boca de las personas es ganando y jugando básquetbol, sin permitir que ese tipo de cosas me afecte y me aleje del juego.
P: ¿Quién es Dwight Howard?
R: Soy una persona divertida, tranquila y que ama pasarla bien. Bromeo todo el día, pero cuando llego al gimnasio trabajo duro. Algo que me enorgullece es mi arduo trabajo cuando estoy en el cuarto de pesas, practicando, tratando de convertirme en un mejor jugador. Odio la percepción de que no trabajo duro, de que no amo el juego. Este juego me ha traído mucho disfrute, muchas cosas buenas. Sólo ese lado me ha afectado de verdad. Sé que no puedes complacer a todos, no puedes hacer que todos sean felices, pero esa percepción de que no me importa el juego y lo que trae consigo, es mentira.
P: ¿Sientes que no se te permite pasarla bien, sonreír, ni ser tú mismo?
R: Sí, en muchas ocasiones. Cuando estoy sonriendo se cree que no me tomo en serio el partido. Cuando no sonrío es como: “no le importa. Sólo está ahí parado”. Cuando estaba en Orlando y todo iba bien, estábamos ganando, incluso en L.A. cuando ganamos esos partidos y cosas así, mi sonrisa no molestó a nadie. Pero como dije antes, no puedes complacer a la gente. Sé que la atención de todos está puesta en mi actuar en la duela. Mi trabajo es ser el mejor compañero de equipo posible, llevar a mis compañeros al límite todos los días, asegurarme de ser el líder indicado.
P: Tu personalidad es adorable cuando sonríes y ganas, pero cuando sonríes y pierdes eres un payaso.
R: Correcto, pero está bien. Las cosas van a cambiar. Estoy en un gran equipo, hay gente grandiosa en los vestidores, grandes entrenadores y me mantendrán enfocado en todo. Es algo que quiero tener. Quiero que ser responsable. Quiero que mis compañeros y entrenadores me impulsen a ser mejor. Es una situación muy buena.
P: Hablaste sobre cambiar algunas cosas este verano. ¿Qué cambiarías?
R: Cosas externas a la duela, muchas de las cosas que me estaban sucediendo alrededor, cosas personales. Traté de cambiar eso y empezar de nuevo, conseguir un borrón y cuenta nueva. Sin ofender a las personas que estuvieron conmigo, pero sólo quise iniciar de nuevo. Como dije, es un nuevo comienzo, así que quiero que todo sea nuevo. No quise traer el viejo equipaje, nada de mi última organización. Creen en mí, esta ciudad cree en mí, así que quiero asegurarme de ser libre al salir a jugar, de que puedo darle a esta ciudad, a este equipo todo lo que tengo.
P: Estoy seguro de lo pensaste mucho. Llegaste a Houston cuando James Harden iniciaba su mejor momento, tú el tuyo y en los juegos parecían complementarse. ¿Por qué no funcionó?
R: Bueno, en ocasiones las cosas no funcionan como deberían. Nunca tuve problemas con James. Le deseo lo mejor. Creo que la sincronización de las cosas eran un poco diferentes. Está bien. Todo eso me amoldó para el ahora, esta organización, este equipo. Me pidieron ser un líder. Es mi deber venir aquí todas las noches a brindar el físico y el liderazgo que este equipo necesita.
P: Esta es un buen momento para ti. Estás en casa. Estás ganando el dinero que un 99.99999 por ciento de las personas quisieran…
R: (Interrumpiendo) No se trata sólo del dinero, pero el hecho de que puedo jugar en casa, el hecho de que puedo jugar con el entrenador Mike Budenholzer, quien es increíble. Todo el personal ha sido grandioso. Tan sólo el equipo, tan sólo la atmósfera es algo por lo que he rezado, algo que siempre he querido, así que estoy muy agradecido.
P:¿Te sorprendió que no hubiera más ofertas sobre la mesa?
R: Bueno, conocía la situación por la que estaba pasando. Realmente sólo miré en una dirección y fue hacia los Hawks. No acudí a más equipos. En cuanto abrieron las agencias libres, me reuní con el entrenador Bud (y el gerente general Wes Wilcox). Después de la reunión, volví a mi carro y me dije 'aquí es donde quiero estar'. No necesité ver a otros equipos. No me importó qué otras ofertas estaban en la mesa. Quería estar en Atlanta. Quería representar a este equipo.
P: Fisicamente, ¿cómo te sientes?
R: Mi cuerpo se siente bien. Me tomé cinco días libres el verano pasado y he estado entrenando desde entonces. No he tenido problemas. Me siento bien. Jugar 13 años es mucho tiempo, pero me siento muy bien. No me siento viejo. Estoy agradecido. Antes del partido, cuando el anunciador dijo 'en su decimotercera temporada…' fue algo raro. Viniendo desde los 18 años (cuando me reclutaron), ahora que tengo 30 me parece una situación muy buena.
P: ¿Sientes que puedes continuar siendo tan dominante como en tus primeros años de carrera?
R: Sin duda, y ellos me impulsarán a ser el jugar que puedo llegar a ser. Así será.