SALT LAKE CITY -- LeBron James va a pasar su cumpleaños número 33 este sábado jugando de visitante contra el Utah Jazz -- un recinto en el que los equipos de James cuentan con una racha de seis derrotas consecutivas.
“Necesito ganar aquí. Yo apesto aquí”, dijo James durante el precalentamiento de este sábado por la mañana.
“Yo personalmente no apesto, pero mi equipo apesta cuando venimos aquí. Así que ojalá que podamos cambiar eso”.
Este cumpleaños le ofreció a James una oportunidad para reflexionar sobre cómo el mundo ha cambiado durante sus más de tres décadas en el planeta.
Por ejemplo, a 6500 millas de distancia en Shanghai, China, unos admiradores de James desplegaron un show de luces para honrar a la estrella de los Cavs con imágenes de su carrera proyectadas en una estructura con forma de red de básquetbol y mensajes como “Te amamos para siempre” y “no el próximo, el primero”, desplegados mientras la canción “Hero” de Mariah Carey sonaba de fondo.
“O sea, escúchame, hombre, esa pelota naranja que sigue picando, esa cosa me ha llevado a lugares a los que nada más en el mundo podría acercarme”, dijo James.
“Es por eso que yo juego de la manera que lo hago cada noche y entreno como entreno. Es por eso que soy como soy y estudio al básquetbol. Porque yo le debo todo a esa pelota naranja que pica para arriba y para abajo, que pica cuando avanzas, desde que yo tenía cinco años y mi mamá me trajo un aro de Little Tikes”.
Existe una foto de ello por ahí.
“Yo era más joven todavía [que 5] ya que estaba en pañales”, dijo James.
“Yo no llevaba pañales puestos a los 5, eso sería medio asqueroso. Debía tener 2 o 3 años. Existe una foto por ahí de mí con mi aro de Little Tikes en Navidad. …Así que desde ese entonces era como que me marcó personalmente. Simplemente me hizo algo. Así que escuchar esa historia sobre algo que sucedió del otro lado del mundo, a miles y miles de millas de distancia, es bastante genial”.
James y sus compañeros arrancaron la celebración de su cumpleaños temprano con una excursión por los viñedos de Napa, California durante su día libre este jueves. Él dijo que contaría con algunos amigos y familiares a su lado en Salt Lake City, aunque no traería a todos ya que los Cavaliers regresan a Cleveland tras el partido del sábado.
Su madre, Gloria, le regaló una tarjeta de cumpleaños como parte de su tradición anual, y él dice que las guarda a todas.
“Mi mamá es como la hechicera de Hallmark de la familia”, dijo James. “Ella siempre ha sido puntual y/o dado en el blanco con las tarjetas. Ella es bastante genial”.
James dijo que “no sabía” cuando le preguntaron sobre cuál fue su cumple favorito.
“Los 18 siempre son muy buenos. Uno cuenta con la noción falsa de que eres un adulto cuando cumples 18, y eso no es así, pero lo crees. Yo cumplí 18 durante mi último año y pensaba ‘Ahora la hombría, estoy listo’, cuando no estaba ni remotamente listo para eso.
“Los 18 fueron buenos, los 21 muy divertidos. La gente ya conocía mi historia desde hace tiempo, y siempre había ciertas discotecas a las que solía ir y me decían ‘Vamos, hermano, sabemos que no tienes 21. No te podemos dejar pasar y poner en riesgo nuestra licencia de licor. Así que 21 fue bastante genial, especialmente cuando fui a Vegas ya que estaba jugando tanto con la selección de EE.UU.
“Cuando cumplí 21 y fui a Las Vegas ese verano pensé ‘ya estoy de regreso’ y les mostraba mi documento. Estaba como “¡BOW!” con mi documento y decía ‘Tengo 21, déjenme pasar. Ya estoy aquí’. Esos fueron un par de buenos cumpleanos”.
Y los 33 también parecen ser bastante buenos con el desafío de ganar en Utah por primera vez desde el 2011.
“De donde yo provengo, no importa donde sea tu cumpleaños”, dijo James.
“Yo tengo 33 años y en donde me crie no hay muchos hombres que pasan los 18. Así que soy un afortunado por estar donde estoy hoy y no tomo a este momento a la ligera”.