<
>

Mikal Bridges, una garantía para Knicks en la NBA: juega siempre

play
Mikal Bridges siempre dice presente (1:30)

El alero de New York Knicks no se perdió ningún partido desde que llegó a la NBA en la temporada 2018-2019. (1:30)

El alero disputó todos los partidos desde el inicio de su carrera en la liga en la temporada 2018-2019.


Mikal Bridges espera su momento en la esquina, recibe, lanza y acierta el triple. O ejecuta a la perfección un tiro desde media distancia echándose hacia atrás. O, con la gran extensión de los brazos, presiona en defensa, roba la pelota y corre en contraataque. El alero hace lo que el equipo necesita. Puede ser el máximo anotador de un partido o quedar relegado a una participación ofensiva menor. Siempre con una sonrisa.

Esas escenas suceden en cada partido de New York Knicks, sin excepción. Es que Bridges tiene entre sus cualidades como jugador una que lo destaca por sobre todos: juega siempre.

Bridges no solo juega siempre, sino que juega mucho, más que cualquiera. En lo que va de la temporada 2024-2025, disputó los 51 partidos de los Knicks, en los que promedia 38,3 minutos por encuentro, líder de la NBA en ese rubro.

Su presencia es una garantía, una situación que su entrenador valora al máximo: Tom Thibodeau ama utilizar a sus cinco titulares el mayor tiempo posible en cada partido para construir una identidad de juego, un conocimiento absoluto de las virtudes y defectos del compañero.

Jalen Brunson, Josh Hart, OG Anunoby y Karl-Anthony Towns comparten con Mikal el quinteto inicial habitual de los Knicks. Siete combinaciones diferentes entre ellos cinco encabezan la lista de tríos que compartieron más minutos en esta campaña en toda la liga.

Lo que sucede con Bridges en los Knicks, a los que llegó en 2024, es habitual en su carrera: desde que llegó a la NBA en la temporada 2018-2019 jugó todos los partidos. Sí, los 525 de temporada regular para los que sus equipos lo requirieron.

Phoenix Suns eligió a Bridges en el décimo puesto de la primera ronda del Draft de 2018 y el alero respondió a las expectativas: jugó 365 partidos en cuatro temporadas y media, siempre mejoró su producción de un año a otro y fue parte importante del equipo que llegó a las Finales de 2021.

El traspaso a Brooklyn Nets a mitad de la campaña 2022-2023, como parte del acuerdo que llevó a Kevin Durant a los Suns, elevó el protagonismo de Bridges en la liga. Pasó a ser la principal arma ofensiva del conjunto que dirigía Jacque Vaughn. En los 109 encuentros que disputó, promedió 20,9 puntos por juego, la marca más alta de su carrera en un equipo de la NBA.

Desde su llegada a los Knicks, Bridges continuó por el camino conocido y que lo hace sentir orgulloso, siempre dice presente.

Bridges va contra la corriente en una época en la que muchos eligen no jugar algunos partidos para cuidar su físico, se ausentan por lesiones menores o sus entrenadores son quienes toman esa decisión para regular las exigencias de temporadas tan extensas.

Para encontrar al primer jugador que disputó más partidos consecutivos que Bridges desde el inicio de su carrera hay que retroceder hasta fines de la década de 1970 y principios de 1980 cuando Terry Tyler jugó sus primeras siete temporadas completas con Detroit Pistons.

Y antes que ese caso, debemos ir hasta las décadas del '40 y el '50 para hallar a Bobby Wanzer (Rochester Royals), Jack Twyman (Rochester y Cincinnati Royals) y Johnny Kerr (Syracuse Nationals, Philadelphia 76ers y Baltimore Bullets).

ESPN Stats & Information aporta los datos precisos de los jugadores que disputaron más partidos seguidos desde el comienzo de sus recorridos en la NBA.

Bridges, aún lejos de alcanzar la espectacular marca de 'Red' Kerr, puede subir al cuarto lugar de esa tabla en esta misma temporada.

Si dejamos de lado en qué momento de la carrera de un jugador tomamos la cantidad de partidos seguidos disputados, Bridges tiene, por lejos, la racha más larga en la actualidad y se ubica tercero en la lista de los que compitieron desde el año 2000 hasta hoy, solo detrás de Derek Fisher y Andre Miller.

La temporada 2022-2023 de Bridges: 83 partidos y el curioso juego de los 4 segundos

El primer traspaso de Bridges en la NBA supuso un problema, ya que corrió serio riesgo su seguidilla de partidos ininterrumpidos. El 7 de febrero de 2023, Mikal jugó su último partido para los Suns, en la victoria como visitante contra los Nets, justamente el equipo al que se concretaría su llegada dos días después. Entre los trámites y las confirmaciones, la aceptación de la operación por parte de la liga no llegó a tiempo para que el alero pudiera debutar en Brooklyn el 9 de febrero contra Chicago Bulls.

"Él me decía 'tengo que salir a jugar, debo estar ahí'. Estaba desesperado", comentó Cameron Johnson, compañero en Phoenix y también traspasado a Brooklyn en la misma operación, después de aquel encuentro en el que ninguno de los dos participó. Si bien Bridges no pudo jugar, la NBA determinó que no se le computaría como una ausencia, ya que no estaba habilitado. Bridges sintió alivio y además tenía un desafío por delante: jugar 83 partidos aunque el máximo de un equipo sea 82. Había disputado 56 con los Suns y a los Nets les quedaban aún 27 en el calendario.

"Hay cuestiones que como entrenador no quieres pensar y la disponibilidad de los jugadores es una de ellas. Deseas que tus muchachos estén disponibles todas las noches y Mikal Bridges es un tipo que se enorgullece de eso. Lo ha hecho durante toda su carrera, así que cuando piensas en la planificación del juego y sabes que hay un jugador al que tendrás todas las noches, eso tranquiliza la mente del entrenador", explicó Vaughn apenas se había incorporado Bridges a los Nets.

En el último partido de la temporada, Vaughn no tenía planificado utilizar a Bridges, pero tampoco quiso cortar su racha de partidos consecutivos. Entonces, encontraron la solución: el alero fue titular contra Philadelphia 76ers, jugó apenas 4 segundos, cometió una falta y salió para no volver a ingresar. Así, la seguidilla de encuentros llegó a 392 y Mikal consiguió disputar la inusual cifra de 83 partidos en una sola campaña.

Tras otra temporada completa con los Nets, llegó el siguiente traspaso, aunque esta vez no hubo mudanza y se quedó en New York para jugar en los Knicks.

En su visita al Barclays Center, el pasado 21 de enero, Bridges se volvió a encontrar con su gran amigo Cam Johnson, con quien había compartido prácticamente toda su carrera en la NBA excepto su primer año en los Suns.

La particular costumbre alimenticia de Bridges

La alimentación de los deportistas profesionales es un universo gigante y cada vez más importante en el desarrollo de sus carreras. La oferta va desde lo convencional hasta lo más extravagante. La dieta de Bridges rompe con cualquier tipo de argumento y excede los límites de lo esperado: el alero consumió comida de Chipotle, la casa de comida rápida de origen mexicano, todos los días por al menos diez años seguidos desde 2013.

"Pido arroz blanco, sin frijoles, doble pollo, salsa mediana y suave, maíz y lechuga", dijo Bridges en una entrevista con GQ en la temporada 2023-2024.

"Tengo amigos y familiares que se burlan un poco de mí", se sinceró Bridges. Y agregó: "Es demasiado fuego para no elegirlo cada día".

La dieta funcionó, al menos para Mikal. Su presencia en cada partido comenzó incluso antes de su llegada a la NBA. En la Universidad de Villanova, en la que fue compañero de Hart y Brunson y con la que ganó los títulos de la NCAA en 2016 y 2018, también dijo siempre presente: disputó los 116 encuentros posibles en sus cuatro años de basquetbolista universitario. El 17 de noviembre de 2023, los Wildcats homenajearon a Bridges con el retiro de su camiseta número 25.

Mikal: un hombre tranquilo, sin lujos excesivos y con su perro como gran compañero

A Bridges no lo enceguecen las luces de la Gran Manzana. Desde que vive en New York, primero como jugador de los Nets y luego de los Knicks, Mikal disfruta de la ciudad. El espigado alero intenta ser uno más en esa enorme y multicultural urbe, especialmente fuera de temporada, cuando tiene más tiempo libre para recorrerla. Probar distintos restaurantes es uno de sus placeres.

Hasta su primer contrato profesional que lo llevó al caluroso estado de Arizona, Bridges había vivido siempre en Philadelphia, su ciudad de nacimiento, y alrededores. Luego de cuatro años y medio en el lejano Oeste, llegaría a la gran ciudad. "Me gustaba tener una casa grande y la tranquilidad de Phoenix, pero me encanta vivir en New York", dijo en una conversación con GQ.

Soltero, relajado y con la esperanza de que la mujer de su vida llegue de manera inesperada como en una comedia romántica y no por ser un basquetbolista reconocido. De hecho, sugiere que por el momento elige la soltería y asegura no participar de las apps de citas. Bridges intenta moverse por New York como cualquiera. Si bien le gusta salir, le escapa a las fiestas y no bebe alcohol durante la temporada.

Bridges está soltero, pero no está solo. Sonny, su perro, es su gran compañero. Mikal no gasta dinero de más, aunque sabe perfectamente que tiene la cantidad suficiente para vivir sin preocupaciones y darse los gustos que desee, pero hace excepciones con Sonny: si es para el perro, no hay límites para comprar una correa nueva, un collar o lo que se le antoje.

"Me gusta conocer gente y agradezco que me valoren como a un tipo normal, tranquilo", dijo Mikal. "Trato de decirles a todos que soy como los demás, que solo nos diferencia que practico un deporte profesionalmente y gano más dinero".

Mikal Bridges construye puentes. Lo hace entre las superestrellas y los jugadores terrenales que viven como gente común. También, entre el pasado y el futuro de la NBA: juega siempre, como era más habitual en otra época, y quiere dejar el legado de su orgullo por hacerlo.