El triunfo dejó a Alemania con la primera medalla después de tres participaciones en la máximo competición internacional de selecciones. Su primera participación fue en el mundial de España'86, y no consiguió estar entre los 12 primeros, para no volver hasta el de Toronto'94, cuando quedó en duodécimo lugar. Nowitzki, que confirmó también su condición de máximo encestador del torneo, fue la gran figura del partido al conseguir 29 puntos (9 de 14 tiros de campo, 4 de 4 en triples y 7 de 9 desde la línea de personal), ocho rebotes, cuatro asistencias y tres tapones en los 23 minutos que estuvo en el campo.

El alero de los Mavericks de Dallas, antes de sentarse en el banquillo en el tercer cuarto con el partido sentenciado, había dominado todos los aspectos del juego, impuso su presencia bajo los aros, participó en la transición del balón y no hubo quien lo pudiese parar cuando se elevó para tirar a canasta. "La medalla de bronce es algo importante para nuestro equipo, pero honestamente seguimos pensando que hoy debíamos haber jugado el partido por la de oro", declaró Nowitzki. "Me siento contento por el triunfo de mi país y por la manera como me han salido las cosas en este Mundial".

Junto a Nowitzki, el escolta Ademola Okulaja aportó 21 puntos y otros tres jugadores superaron la barrera de los 10 puntos para dejar a Alemania con un 65,1 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 84,5 desde la línea de personal.

A pesar de la derrota para Nueva Zelanda, en su segunda participación, la primera también fue en el Mundial de España'86, donde no clasificó entre los 12 primeros, el cuarto puesto la convierte en la selección revelación de Indianápolis'02, no tanto por la calidad de su juego sino por el espíritu de lucha que siempre puso en el campo. El alero Phil Jones, con 26 puntos, encabezó el ataque de Nueva Zelanda, que sólo en los primeros minutos del partido fue rival para Alemania, y consiguió tener una ventaja de seis tantos en el marcador.

Luego trató de luchar -su mejor arma durante todo el torneo-, pero no le sirvió de nada por enfrente estaba un rival que fue muy superior y. aunque logró un 44,0 por ciento de acierto en los tiros de campo y 64,3 desde la línea de personal, las deficiencias técnica de su baloncesto no le permitieron hacer absolutamente nada. El partido se terminó cuando faltaban menos de dos minutos del primer cuarto y Nowitzki en solitario capturó tres rebotes defensivos, se fue sólo a la canasta de Nueva Zelanda y anotó seis puntos para dejar a Alemania con un parcial de 35-27 que iba a ser decisivo.

Alemania logró un 73,3 por ciento de acierto en los tiros de campo; 71,4 en los triples y el 80,0 desde la línea de personal y al finalizar la primera parte los habían incrementado al 77,4; 81,8 y 85,0, respectivamente, con un parcial de 74-48.

La segunda parte sólo sirvió para confirmar aun más la superioridad de Alemania y acentuar todas las graves deficiencias del Nueva Zelanda, que convirtió el partido por la medalla de bronce el menos disputado de toda la historia de los mundiales.

Los pocos espectadores que llegaron al Conseco Fieldhouse para ver el partido no se pudieron dormir porque los seguidores de Argentina y Yugoslavia ya habían tomado posición en las gradas y comenzaron a dar por primera vez desde que comenzó la competición el verdadero ambiente de un campeonato del mundo.