Sí, ya sé que muchos dirán que se trata de los entrenamientos primaverales y que las cosas deben cambiar en la temporada regular.
Es cierto que no todos los peloteros son iguales y a algunos les toma más tiempo ponerse a tono y desempolvarse tras las largas vacaciones de invierno.
Pero no deja de preocupar la fría primavera que están teniendo algunos estelares, cuando falta poco más de una semana para el arranque de la contienda regular.
Si nos midiéramos solamente por los números del spring trainning, Matt Wieters,cátcher estrella de los Orioles de Baltimore, es el peor bateador del mundo.
Wietters, con dos participaciones en Juegos de Estrellas, viene de una operación Tommy John que lo limitó a 26 partidos en el 2014 y hasta el miércoles, en 23 turnos al bate en pretemporada no había conseguido ni un solo imparable (.000), con una base por bolas y cuatro ponches.
Otra de las grandes decepciones de primavera ha sido Ryan Braun, el jardinero de los Cerveceros de Milwaukee de quien una vez se pensaba que sería la cara de las Grandes Ligas cuando se retirara Derek Jeter.
Pero Braun resultó un tramposo, usuario de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento, que ya vio disminuir notablemente sus estadísticas el pasado año, primero en que supuestamente estuvo limpio.
En la pretemporada sumaba hasta hoy cuatro imparables en 26 veces, para un anémico average de .190, con siete abanicados.
Bastante que desear ha dejado también el venezolano Pablo Sandoval, flamante contratación de los Medias Rojas de Boston durante el invierno por cinco temporadas y 95 millones de dólares, más una opción para un sexto año por 17 millones adicionales.
El Kung Fu Panda, envuelto en una guerra personal contra su antiguo equipo, los San Francisco Giants, parece distraído y sus números están lejos de lo que de él se espera: siete hits en 30 oportunidades (.233), cuatro ponches y apenas par de impulsadas.
Igual de preocupante es el flojo arranque del mexicano Adrián González, de Dodgers de Los Ángeles, que entró a los partidos del miércoles con promedio de .194 (de 36-7) y cinco ponches.
González será clave en la ofensiva de los Dodgers, sobre todo después de la salida del dominicano Hanley Ramírez y de Matt Kemp.
Flojo, flojísimo, se ha mostrado Anthony Rizzo, el primera base de los Cachorros de Chicago, quien se supone sea uno de los líderes de un equipo plagado de jóvenes talentosísimos, pero inexpertos.
Pero Rizzo, que ya tuvo su primer Juego de Estrellas el 2014, es la antítesis de Kris Bryant y apenas batea para .118, con cuatro hits en 34 turnos, seis ponches y ningún cuadrangular.
Y otro que no ha aportado mucho es el veloz Billy Hamilton, hombre proa en el ataque de los Rojos de Cincinnati y segundo en la votación de Novato del Año de la Liga Nacional en el 2014.
Se supone que su trabajo sea embasarse y volver loca a la defensa rival con su desplazamiento en los senderos.
Pero con cuatro hits en 25 veces (.160) y promedio de embasamiento de .250 ha sido realmente mediocre, quizás afectado por el tan llevado y traído bajón del segundo año.