Este lunes se anunciaron los tres finalistas en cada una de las categorías de los premios que concede la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA).
Pero como casi siempre pasa, no son todos los que están, ni están todos los que son.
En sentido general, los elegidos para optar por los galardones de Jugador Más Valioso, Novato del Año, Cy Young y Manager del Año reúnen los merecimientos, pero al menos hay tres omisiones imperdonables.
No hubo sorpresas entre los candidatos al Cy Young: Jacob deGrom (New York Mets), Max Scherzer (Washington Nationals) y Hyun-Jin Ryu (Los Ángeles Dodgers) por la Liga Nacional y Charlie Morton (Tampa Bay Rays) y Gerrit Cole y Justin Verlander, ambos de los Houston Astros, por la Americana.
Novato del Año
Pete Alonso, de los Mets, y el cubano Yordan Álvarez, de los Astros, deberían ganar de manera unánime el premio como mejores debutantes en el viejo y joven circuitos, respectivamente.
A Alonso, nuevo recordista de jonrones para un novato, con 53, lo acompañan por puro trámite Mike Soroka, lanzador de los Atlanta Braves, y el dominicano Fernando Tatis Jr, campocorto de los San Diego Padres.
Pero al primera base de Nueva York no hay quien le escatime un voto.
Lo mismo ocurre con Álvarez, quien fue una revelación a niveles históricos, que inscribió su nombre al lado de leyendas como Mickey Mantle y Joe DiMaggio.
Pero dejar fuera del trío de finalistas al dominicano Eloy Jiménez, de los Chicago White Sox, es un despropósito.
Jiménez fue el debutante de la Americana con más bambinazos (31) y carreras impulsadas (79), en tanto su OPS de .828 fue el tercero más alto, solamente superado por el favorito Alvarez (1.067) y Brandon Lowe, de los Rays (.850), quien figura entre los tres escogidos.
El lugar que merecía el dominicano lo ocupa el lanzador zurdo de los Baltimore Orioles John Means, quien tuvo una buena primera temporada, con balance de 12-11 y efectividad de 3.60, a pesar de estar en el segundo peor equipo de todas las Grandes Ligas.
Pero a nivel de novatos, Jiménez fue líder en esos dos importantes departamentos de vuelacercas y remolques, que debía pesar más.
Manager del Año
Mientras que en la Liga Americana nadie hizo más méritos que Aaron Boone (New York Yankees), Kevin Cash (Tampa Bay) y Rocco Baldelli (Minnesota Twins), en el trío de la Nacional hay otra omisión imperdonable.
No porque haya ganado la Serie Mundial, pues la votación cierra el último día de la campaña regular y los resultados de la postemporada no cuentan para nada, pero Dave Martínez debía estar entre los finalistas.
Su indiscutible valor está en haber sabido aglutinar a un equipo que estaba al borde del precipicio en mayo y llevarlo a una increíble recuperación para avanzar a la postemporada como wildcard, en una división en la que los favoritos no eran los Washington Nationals, que habían perdido en la agencia libre a su principal figura de los últimos años.
El trío de escogidos son Mike Shildt, de los St. Louis Cardinals, Craig Counsell, de los Milwaukee Brewers, y Brian Snitker, de los Braves.
MVP
Entre los finalistas MVP viejo circuito no hubo sorpresas, pues nadie fue mejor que Cody Bellinger (Dodgers), Anthony Rendón (Washington) y Christian Yelich (Milwaukee).
Pero que D.J. LeMahieu no esté entre los tres candidatos de la Americana, junto a Mike Trout (Los Ángeles Angels) y Alex Bregman, es sencillamente escandaloso.
LeMahieu encarnó en la más amplia extensión el significado de la palabra Valioso. Sin él, difícilmente los Yankees hubieran llegado a donde llegaron, cuando el equipo era un verdadero hospital y él se lo echó al hombro, lo mismo en segunda base, que en la antesala o la inicial.
¿Marcus Siemen? ¿En serio? Ya lo último que falta es que sea quien se lleve el galardón.